Colorado Rockies: ¿Un renacer inesperado en la segunda mitad de temporada?

Del sótano de la Liga Nacional al espíritu competitivo: cómo los Rockies están resurgiendo tras el Juego de Estrellas

Una victoria que sabe a redención

El pasado lunes por la noche, el Coors Field de Denver fue testigo de uno de los momentos más emocionantes para los Colorado Rockies en una temporada donde la esperanza había escaseado. Warming Bernabel, con un sencillo al centro, impulsó la carrera de la victoria en la novena entrada frente a los poderosos Los Angeles Dodgers, dando fin a una racha de diez derrotas consecutivas ante su rival divisional.

La jugada coronó un rally que revivió a una franquicia necesitada de afirmaciones positivas. La celebración fue efusiva: Bernabel empapado por sus compañeros, la afición en pie y un equipo que muestra signos de vida tras una primera mitad devastadora.

La montaña rusa de los Rockies

Con un récord de 36-89 en la temporada, los Rockies todavía se encuentran a años luz de los líderes de la División Oeste de la Liga Nacional. Pero, mientras que los Dodgers registran una marca de 13-15 tras el Juego de Estrellas, los Rockies han jugado 14-15 en ese mismo tramo, una señal de que algo ha cambiado.

“Estamos tratando de mejorar como equipo”, dijo el receptor All-Star Hunter Goodman. “Estamos aprendiendo a jugar el juego de la manera correcta, y eso es lo que queremos: crear una cultura ganadora para el futuro”.

Esa mejora se refleja también en sus estadísticas: han ganado cinco series desde el receso, en contraste con apenas dos antes del mismo. La última vez que le ganaron a los Dodgers fue el 21 de septiembre de 2024, y no los vencían en casa desde el 19 de junio de 2024.

Una juventud prometedora con sed de aprendizaje

Gran parte de esta resurrección se debe a un núcleo joven lleno de energía y hambre. Jugadores como Ezequiel Tovar, quien inició el rally del lunes con un doblete, o el mismo Bernabel, demuestran que el equipo no está tan lejos de competir como algunos podrían pensar.

“Se ven destellos”, comenta Goodman. “Somos un equipo muy joven, pero estamos aprendiendo juntos cómo ganar en este nivel. Eso ha sido lo más emocionante de ver en el último mes”.

Esta narrativa coincide con ciclos pasados en equipos que, tras varias temporadas oscuras, lograron forjar dinastías. Basta recordar a los Astros de Houston, quienes pasaron de tres campañas consecutivas con más de 100 derrotas entre 2011 y 2013, a ganar la Serie Mundial en 2017 y consolidarse como potencia año tras año.

El valor emocional de una victoria

La importancia emocional de ganar contra un rival como los Dodgers va más allá de lo numérico. Los de Los Ángeles llegaban de barrer a los Padres de San Diego, y su entrenador Dave Roberts fue claro:

“No subestimamos a nadie. Sabemos que los equipos nos ven como una vara con la que se miden”, dijo Roberts antes del encuentro.

Ese “marco de referencia” fue el combustible perfecto para que los Rockies jugaran inspirados. Con los jardineros de los Dodgers posicionados en zonas profundas para evitar extrabases, Tovar colocó una pelota justo donde nadie pudo atraparla. Luego, la magia de Bernabel hizo el resto.

“No hay mejor manera de ganar que con un walk-off”, exclamó Goodman. “Siempre es divertido cuando eso sucede”.

Evitar una marca histórica de vergüenza

Uno de los fantasmas que acechaban la temporada de Colorado era la posibilidad de igualar o superar la marca de más derrotas en la era moderna: los 121 juegos perdidos por los Chicago White Sox en 2024. Sin embargo, con 36 victorias y 37 juegos restantes, el equipo solo necesita ganar 6 juegos más para evitar ese amargo récord.

Si bien mantenerse fuera de la historia negativa no debería ser el único objetivo, el hecho de que ya no sea una amenaza inminente es señal de una leve pero digna recuperación.

¿Puede haber esperanza a futuro?

La afición de los Rockies ha tenido que enfrentarse a la realidad de ser un equipo perdedor por demasiadas temporadas. Desde su última aparición en playoffs en 2018, cuando cayeron ante Milwaukee en la NLDS, el camino ha sido en descenso. Sin embargo, este grupo joven, con jugadores como Bernabel, Tovar, Goodman y otros prospectos emocionantes, muestra una base sobre la cual construir.

Aunque aún están a 35 juegos de distancia de los Dodgers en la clasificación, el béisbol es a menudo un deporte donde los cambios pueden ser rápidos. Equipos como los Marlins en 2003 o los Nationals en 2019 demostraron que incluso los más escépticos pueden ser sorprendidos por reconstrucciones exitosas.

Compitiendo con identidad

Uno de los valores que más resalta en esta nueva versión de los Rockies es su deseo de jugar un béisbol limpio y competitivo. No se trata simplemente de victorias, sino de cómo se logran: defensa sólida, turnos disciplinados, ejecución de fundamentos y buen manejo del pitcheo.

“Se trata de jugar de la forma en que queremos que se identifique nuestro equipo en el futuro”, explicó Goodman. “Ir al campo cada noche a dar una batalla justa. Eso es lo que estamos haciendo”.

Una reconstrucción real, no solo de nombres

La reconstrucción de Colorado no puede limitarse al talento sobre el terreno. También requerirá una inversión de parte de la gerencia general, inteligencia en el desarrollo de jugadores y valentía para asumir riesgos en contrataciones o intercambios.

Si los Rockies quieren realmente reinsertarse como contendientes en la División Oeste, deben analizar con lupa sus procesos internos: desde el reclutamiento, el desarrollo en ligas menores, hasta la gerencia táctica de juego en el gran escenario.

Hay señales de que eso empieza a suceder, pero el camino todavía es largo.

El veredicto: ¿resurgimiento o espejismo?

La mejora en esta segunda mitad no debe leerse como una señal definitiva de regreso triunfal. Pero sí representa un cambio de mentalidad importante, un paso necesario en la evolución de cualquier franquicia maltrecha.

Como mencionó Goodman, se trata de aprender, de competir, de construir desde lo básico y dejar de medirse solo por el resultado inmediato. Lo que los Rockies han vivido en las últimas semanas, incluyendo esta victoria sobre los Dodgers, puede funcionar como un adelanto de lo que vendrá... si se hace lo correcto.


Y en ese sentido, hay razones para creer.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press