El ‘test de lealtad MAGA’ que está polarizando a la educación en Oklahoma
La prueba impulsada por PragerU para maestros foráneos provoca un intenso debate sobre ideología, educación y escasez de docentes en el estado
Un nuevo requisito para enseñar en Oklahoma
En una decisión que ha encendido alarmas en todo Estados Unidos, el superintendente de Educación Pública de Oklahoma, Ryan Walters, ha anunciado que cualquier maestro proveniente de California o Nueva York deberá aprobar un examen especial para poder ejercer en el estado. ¿El autor del examen? PragerU, una organización conservadora que promueve contenidos ideológicos de derecha.
Mucho más que una simple formalidad, esta nueva exigencia ha generado controversia al ser considerada una especie de "test de lealtad MAGA". Mientras las autoridades estatales lo defienden como un escudo contra la “ideología izquierdista radical”, los críticos acusan al estado de censura ideológica y discriminación.
¿Qué es PragerU?
Fundada por el comentarista conservador Dennis Prager en 2009, PragerU (Universidad Prager) no es una universidad acreditada. Aun así, se ha vuelto una fuerza influyente entre los conservadores estadounidenses con sus videos cortos, diseñados para “cambiar mentes” mediante el uso estratégico de medios digitales.
Entre sus contenidos se incluyen video lecciones sobre economía, historia, política y cultura, todos desde una perspectiva conservadora. En 2023, PragerU fue autorizada oficialmente por varios estados como recurso educativo, lo que generó fuertes reacciones en el ámbito académico.
¿En qué consiste la prueba?
El Departamento de Educación de Oklahoma no hizo público el examen completo, pero sí difundió sus primeras cinco preguntas. Entre ellas se encuentran cuestiones como:
- ¿Cuáles son las tres primeras palabras de la Constitución de EE. UU.?
- ¿Por qué es importante la libertad de religión para la identidad de Estados Unidos?
La CEO de PragerU, Marissa Streit, dijo que varias preguntas están diseñadas específicamente para “revertir el daño de la ideología de género”. Estas declaraciones han encendido aún más la polémica.
Educadores reaccionan con preocupación
Uno de los primeros en manifestarse fue Jonathan Zimmerman, profesor de Historia de la Educación en la Universidad de Pensilvania, quien considera esta medida como un momento clave ("watershed moment") para la influencia institucional de PragerU. Así lo expresó para CNN:
“En lugar de ser un recurso opcional, Prager se ha institucionalizado como parte del sistema estatal. No hay otra forma de describirlo.”
Zimmerman aludió también al hecho de que la mayoría de los docentes de secundaria ya no dependen de libros de texto, por lo que el uso de recursos digitales —como los videos de PragerU— se ha hecho más común, aunque con marcadas divisiones ideológicas.
Una crisis educativa en puerta
Según datos del National Education Association, Oklahoma enfrenta una de las tasas de vacancia docente más elevadas del país, con una escasez estimada de entre 2,800 y 3,100 maestros para el ciclo escolar 2023-2024.
Para muchos educadores, agregar obstáculos ideológicos podría agravar esta crisis. Así lo expresó Randi Weingarten, presidenta de la Federación Estadounidense de Maestros (AFT):
“Este examen de lealtad MAGA será otro motivo para que los docentes huyan de Oklahoma. Ya estamos enfrentando una escasez enorme.”
Weingarten también criticó a Walters por sus recurrentes intentos de modificar el currículo estatal para incluir teorías de conspiración sobre las elecciones de 2020.
“Un eco paranoico del pasado”
Quien también se manifestó con dureza fue el representante estatal John Waldron (Partido Demócrata), expresando que este tipo de medidas representan una forma moderna de persecución ideológica:
“Si quieres ver una definición de manual de adoctrinamiento, ahí tienes: un test de lealtad para maestros.”
Recordó además sus propios inicios como educador en Oklahoma, advirtiendo que un examen así lo habría hecho replantearse si mudarse al estado era una buena idea.
La politización de la educación: ¿Hacia dónde vamos?
Este movimiento no es único de Oklahoma. En los últimos años se ha observado una clara politización del sistema educativo a nivel nacional, tanto desde la derecha como desde la izquierda. Sin embargo, lo que preocupa a muchos es que ahora mismo una plataforma sin acreditación oficial esté dictando los parámetros de evaluación profesional en un estado.
Incluso en 2022, la American Historical Association publicó una encuesta que reveló que menos del 30% de los maestros de historia usaban libros de texto como recurso principal. Esto deja a las plataformas digitales como PragerU con una influencia desmesurada y con pocos filtros pedagógicos.
¿Qué impacto tendrá a largo plazo?
Si bien PragerU ha ganado influencia gracias a su capacidad de producción y su lenguaje directo, la pregunta es si su adopción como filtro de certificación sienta un precedente peligroso.
¿Podrían otros estados imitarlos? ¿Podríamos ver una expansión de “pruebas ideológicas” para docentes en distintos sectores? ¿Qué clase de educación recibirán los estudiantes si los maestros son seleccionados según criterios ideológicos y no pedagógicos?
Estamos ante una potencial reconfiguración del profesionalismo docente, donde la libertad académica se ve arrinconada por agendas políticas. La educación —históricamente el terreno neutral para el desarrollo del pensamiento crítico— podría estar transformándose en el nuevo tablero de juego electoral.
El caso de Oklahoma merece atención no solo por lo que representa hoy, sino por lo que podría marcar para el futuro de la educación pública en Estados Unidos.