Paul Skenes y la paradoja del lanzador moderno: ¿puedes ganar el Cy Young con récord perdedor?

El joven as de los Pirates lidera en efectividad y domina a los rivales, pero su equipo no lo respalda en el marcador. ¿Está obsoleto el concepto de 'victorias del pitcher'?

Una joya en medio del caos: Paul Skenes se establece, aunque Pittsburgh se derrumba

Paul Skenes es el tipo de lanzador que cualquier equipo desearía tener como piedra angular. Con apenas 23 años y apenas su primera temporada completa en Grandes Ligas, ya ha demostrado ser un talento generacional. Lanza con potencia y precisión quirúrgica, aprovecha la analítica como si fuera una extensión de la pizarra táctica, y piensa el béisbol con una madurez digna de un veterano de diez campañas.

El lunes por la noche en el PNC Park, Skenes tuvo otra salida impresionante contra una poderosa ofensiva: los Toronto Blue Jays, líderes de la Liga Americana en promedio de bateo y con la menor cantidad de ponches. Aun así, Skenes maniató a sus rivales durante seis entradas y salió con ocho ponches, apenas cinco hits permitidos y una sola carrera limpia en su historial.

Pirates ganaron 5-2. Pero a pesar de su dominante actuación, Skenes no fue acreditado con la victoria. ¿Por qué? Porque cuando abandonó el montículo, el partido estaba empatado 2-2. Eso lo deja con un récord personal de 7-9, a pesar de ser uno de los lanzadores más dominantes de la temporada.

Líder en efectividad, mínimo respaldo ofensivo

Skenes lidera las Grandes Ligas con una efectividad de 2.16 y se ubica entre los seis mejores en entradas lanzadas, promedio de bateo en su contra y ponches. Pero sigue acumulando "no-decisions" (diez en 26 aperturas, nueve de ellas permitiendo dos o menos carreras), una estadística que genera frustración en cualquier lanzador con estándares de excelencia.

"Yo grité y me esforcé por llegar a la sexta (entrada)," dijo después del juego. Y agregó con honestidad técnica: "si salía más limpio en esa tercera entrada de 24 lanzamientos, quizás todavía estaba ahí en la séptima u octava. Y tal vez sí habría una 'W' (victoria) junto a mi nombre."

Pero lo que en realidad destaca de sus declaraciones no es la preocupación por el trofeo personal, sino su enfoque colectivo: "Definitivamente quiero que el equipo tenga más carreras que el otro al final del juego. Eso es lo más importante."

El debate del momento: ¿siguen teniendo valor las victorias del lanzador?

Por décadas, la estadística de victorias del lanzador ha sido considerada uno de los grandes indicadores del rendimiento sobre la lomita. Pero en la era del béisbol moderno, con fuerza analítica y usos mucho más medidos del bullpen, esa métrica ha perdido peso.

¿Un ejemplo? Jacob deGrom, dos veces ganador del Cy Young en la Liga Nacional (2018 y 2019), no superó las 11 victorias en ninguna de esas dos campañas. En 2018 terminó con récord de 10-9 pero una efectividad bestial de 1.70. Y en años más recientes, nombres como Zack Greinke (2015) y Félix Hernández (2010) también se llevaron el Cy Young con cifras "modestas" de victorias.

Hoy, con herramientas como WAR, FIP, xERA y más, es posible valorar verdaderamente el impacto de un lanzador sin mirar exclusivamente su récord ganado-perdido.

Un Cy Young con récord negativo: ¿una posibilidad para Skenes?

Skenes podría marcar un hito aún más radical: ser el primer lanzador de la historia en ganar el Cy Young con récord negativo. Algo que, si bien aún remoto, no es imposible. Y aquí es donde entra el valor histórico:

  • Félix Hernández ganó el Cy Young en 2010 con marca de 13-12 y efectividad de 2.27.
  • Jacob deGrom lo consiguió en 2018 con récord de 10-9 y ERA de 1.70.
  • Zack Greinke lo ganó con marca de 16-8 y una ERA de 2.16 en 2009.

En todos esos casos, la consistencia y el dominio en estadísticas más complejas fueron suficientes para brillar por encima de una simple "W".

Skenes y su formación militar: la mente detrás del brazo

Antes de su exitoso tránsito por LSU, Paul Skenes fue cadete de la Academia de la Fuerza Aérea de EE.UU. Allí estudió estrategia militar, lo que explica su forma meticulosa de analizar cada lanzamiento. Se detiene a observar la data de cada pitch justo después de lanzarlo: velocidad, movimiento vertical y horizontal, puntos de quiebre. No es solo lanzar fuerte, es lanzar con propósito.

Este enfoque también influye fuera del terreno:

  • Cuida su sueño meticulosamente dentro del errático calendario de MLB.
  • Sigue una rutina alimenticia estricta incluso en la carretera.
  • Maneja con rigor todos los "pequeños detalles", sabiendo que las malas decisiones de hoy te alcanzan en el futuro: "No puedes cortar esquinas porque en algún momento te quedarás sin papel", dijo en referencia a cuidar su cuerpo.

La ofensiva de los Pirates: el verdadero enemigo de Skenes

Skenes no lanza en el vacío, y su récord personal claramente ha sido afectado por la ofensiva endeble de los Pirates. En múltiples categorías clave, Pittsburgh está en el fondo o cerca del fondo de la MLB:

  • 29° en carrera producidas por juego (3.77)
  • 27° en OPS colectivo (.662)
  • 28° en promedio de bateo colectivo (.226)
  • 26° en cuadrangulares (117)

¿Cómo se puede acumular victorias cuando tu equipo constantemente no produce más de dos o tres carreras en tus aperturas?

Cada apertura de Skenes se vuelve un desafío mental además de físico. No sólo debe colgar ceros con consistencia, sino hacerlo sin margen de error.

El valor intangible de un pitcher de élite en reconstrucción

En medio de lo que parece ser otra temporada decepcionante para Pittsburgh (últimos de su división), Skenes representa una rara fuente de esperanza. Su sola presencia en la rotación cambia el ánimo del clubhouse y eleva las expectativas de los aficionados que acuden al estadio sabiendo que podrían ver una joya de pitcheo.

"Eso se sentía diferente", dijo un aficionado tras verlo ponchar a Ernie Clement para cerrar el sexto inning, mientras recibía una ovación de pie.

También hay gestos que demuestran su influencia humana. Cuando Evan Sisk, relevista de 28 años, obtuvo su primera victoria en Grandes Ligas tras siete temporadas entre ligas menores, Skenes fue el primero en felicitarlo. Lo tomó con humor, pero también con una genuina alegría. "¡No vayas a jugar atrapadas con esa pelota, bro!", le gritó desde otro vestidor.

Más que estadísticas: Skenes ya está cambiando la narrativa

No todo trata de números fríos. Skenes, con apenas 23 años, ya es un líder emocional, un trabajador incansable y también un reflejo claro de hacia dónde se mueve el béisbol: hacia la calidad por sobre las cifras superficiales. Su lucha por obtener una victoria real en el marcador personal seguirá, pero hay una lección más importante aquí: quizás ya esté ganando sin importar eso.

¿Paul Skenes ganará el Cy Young con récord perdedor? Es posible. Pero ya fue suficiente para poner un tema candente sobre la mesa del béisbol moderno: el triunfo no siempre se mide en "W".

Este artículo fue redactado con información de Associated Press