¿Qué está pasando con los catchers en la MLB? Interferencias, lesiones y suspensiones sacuden la posición
De interferencias inusuales a un regreso tras suspensión por dopaje, los receptores están en el ojo del huracán en el cierre de temporada 2024
La posición de catcher es una de las más exigentes en el béisbol. No solo implica recibir lanzamientos de más de 95 millas por hora, sino también leer el juego como una extensión del cuerpo técnico. Sin embargo, en las últimas semanas, los receptores han sido los protagonistas —y no necesariamente por sus grandiosas jugadas o batazos oportunos.
Un triplete insólito: interferencias seguidas a favor de los Phillies
En menos de un mes, los Philadelphia Phillies protagonizaron tres jugadas consecutivas beneficiadas por interferencias del receptor rival, una rareza que ha encendido las alarmas dentro de las Grandes Ligas.
La más reciente ocurrió ante los Seattle Mariners, cuando J.T. Realmuto fue declarado out por strikes en el primer inning. Realmuto alegó que su swing fue interferido por Mitch Garver, quien cubría la receptoría en lugar del habitual y líder de jonrones Cal Raleigh. Luego de una revisión en video, los árbitros le dieron la razón a Realmuto.
Este tipo de jugada es tan inusual que, el mes pasado, los Phillies ya se habían beneficiado dos veces consecutivas de una interferencia del receptor de Boston, Carlos Narváez, una de ellas concluyendo con un walk-off por interferencia. La última vez que ocurrió una jugada así fue en 1971.
La estadística respalda esta tendencia: En 2024, ya se rompió el récord histórico de interferencias de receptor en una sola temporada, con 100 infracciones. El récord anterior era de 96, establecido en 2023. En tan solo dos años, esta jugada, antaño rara, se ha vuelto parte del guion regular de la campaña.
La vuelta de José Alvarado y el dilema del cerrador
Además del drama en la receptoría, los Phillies también añadieron otra capa de complejidad al recibir de vuelta al lanzador José Alvarado tras su suspensión de 80 juegos por dopaje. El zurdo venezolano fue reincorporado desde Triple-A Lehigh Valley y tiene prohibido participar en la postemporada.
Antes de su suspensión, Alvarado tenía línea de 4-1, 2.70 de ERA y siete salvamentos. Según explicó el presidente de operaciones de béisbol, Dave Dombrowski, el resultado positivo fue producto de un medicamento para perder peso tomado durante el receso. “No lo hizo con mala intención”, afirmó.
Durante su rehabilitación lanzó 5 innings sin permitir carrera, con 4 ponches y 4 boletos. La presencia de Jhoan Durán, Jordan Romano, Orion Kerkering y Matt Strahm ofrece opciones sólidas al manager Rob Thomson, pero la baja de Alvarado en playoff complica la configuración del bullpen para octubre.
Francisco Álvarez: una lesión que huele a tragedia anticipada
No solo se trata de reglas o suspensiones, también las lesiones están afectando a los catchers clave. El receptor titular de los New York Mets, el dominicano Francisco Álvarez, sufrió un esguince del ligamento colateral cubital del pulgar derecho. La opción médica recomendada fue cirugía, lo cual terminaría su temporada de inmediato.
Pero Álvarez quiere intentarlo. Como declaró el manager Carlos Mendoza, "Él quiere probar, cree que puede jugar con el dolor... Así que vamos a esperar".
En su regreso desde las menores, Álvarez estaba en gran forma: .323 de promedio, 4 jonrones y 13 impulsadas en solo 21 juegos. En la temporada lleva .265 con siete vuelacercas en 56 partidos.
Sin embargo, esta lesión podría afectar su swing más que su desempeño detrás del plato. "No es la mano con la que recibe. Para lanzar, creemos que no será un problema", afirmó el cuerpo técnico.
¿Qué está cambiando en la receptoría de las Grandes Ligas?
El incremento en interferencias, lesiones en partes clave como el pulgar o el uso (intencionado o no) de suplementos no autorizados plantea preguntas sobre cómo ha evolucionado el rol del catcher:
- ¿Están los catchers tan más exigidos que hace una década?
- ¿Se está entrenando adecuadamente a los receptores defensivos hoy en día?
- ¿El nuevo ritmo del juego implementado con el reloj de lanzamientos los está afectando más que al resto de los jugadores?
Según Baseball Prospectus, el número de jóvenes receptores desarrollándose simultáneamente ha aumentado, especialmente debido a la importancia ofensiva que muchos managers dan a esa posición. Sin embargo, los fundamentos defensivos pueden quedar rezagados. Esto explicaría el incremento de interferencias: guantes mal colocados, tiempos de reacción erróneos y falta de dominio de la zona de seguridad del bateador.
El peso psicológico de estar detrás del plato
Además de lo físico, está lo psicológico. Recibir 100 lanzamientos por noche, diseñar estrategias contra múltiples bateadores, frenar corredores robando y manejar el cuerpo físico de un lanzador volátil es mucho para un solo jugador. “Ser catcher es como ser psicólogo, madre, estratega y guerrero todo al mismo tiempo”, decía el legendario receptor Iván Rodríguez, miembro del Salón de la Fama.
En una época donde se analiza cada jugada con cámaras de alta definición y sensores, las pequeñas imprecisiones no pasan desapercibidas. Una interferencia hoy puede ser evidencia de mal posicionamiento, tensión física o simplemente fatiga mental.
¿Debería revisarse la regla de interferencia?
Algunos analistas han comenzado a plantear que la regla de interferencia podría necesitar una revisión. “Cuando una regla empieza a cambiar el curso de los partidos con frecuencia, es hora de ajustarla”, dijo el exárbitro de MLB, Jim Reynolds, hoy analista para ESPN.
Propuestas como penalizaciones suaves cuando no hay golpes con el madero, o eliminarla en casos grises donde el swing no fue completo, forman parte del debate. Sin embargo, modificarla implicaría una redefinición del espacio de juego para receptores y bateadores, algo que implica mucha política entre la MLB, el sindicato y el comité de reglas del béisbol.
Atrás quedó el catcher olvidado
Hasta hace poco, la atención a los catchers se centraba en quién podía batear 20 jonrones. Pero en 2024, la atención gira en torno a sanciones, fallos técnicos e intervenciones quirúrgicas. No hay duda de que esta posición, una de las más nobles e ingratas al mismo tiempo, está viviendo una crisis existencial.
Ya sea Álvarez luchando con su pulgar derecho, Realmuto ganando bases por interferencia, o Alvarado lidiando con las consecuencias de un suplemento mal entendido… el béisbol está mandando un mensaje claro: el futuro de la cátedra de receptor necesita revisión, adaptación… y protección.