Corrientes de resaca: la amenaza invisible que acecha nuestras playas

Con más de 80% de los rescates playeros atribuidos a estas corrientes, expertos y autoridades están en alerta mientras huracanes como Erin agravan la situación a lo largo de la costa este de EE.UU.

¿Qué son las corrientes de resaca (rip currents)?

Las corrientes de resaca son corrientes angostas y potentes de agua que fluyen rápidamente desde la orilla hacia el mar abierto. Aunque muchas personas creen que estas corrientes arrastran a los nadadores hacia abajo, en realidad los empujan mar adentro, creando situaciones extremadamente peligrosas, especialmente para quienes no están bien informados o no saben cómo actuar.

Estas corrientes se forman frecuentemente cerca de muelles, espigones, zonas con canales en bancos de arena y, en general, en playas con pendientes pronunciadas o donde rompen olas con fuerza. Lo más preocupante es que suelen ser casi invisibles: mientras el mar parece calmo, debajo ocurre una poderosa succión que puede avanzar hasta 3,2 metros por segundo (alrededor de ocho pies por segundo), una velocidad que ni siquiera un nadador olímpico puede contrarrestar.

Estadísticas alarmantes

Según la United States Lifesaving Association (USLA), en promedio, cien personas mueren cada año en playas estadounidenses debido a corrientes de resaca. Además, entre el 80% y el 90% de los rescates realizados por los salvavidas están relacionados con este fenómeno natural.

En lo que va del año, el Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU. (NWS) ya ha registrado al menos 27 muertes atribuidas a estas peligrosas corrientes. Estas cifras subrayan la importancia de mantenerse informados y respetar las señales de advertencia cuando se visita la playa.

Erin: el huracán que revivió la amenaza

El huracán Erin, que avanzó por la costa este en agosto, es un ejemplo claro de cómo el clima extremo puede amplificar los efectos de las corrientes marinas. Aunque la tormenta no tocó tierra directamente, provocó la evacuación de comunidades en los Outer Banks de Carolina del Norte y situaciones críticas en playas como Wilmington, donde decenas de personas fueron rescatadas del agua.

El meteorólogo Bryce Williams, con base en Norton, Massachusetts, advirtió que la costa de Nueva Inglaterra enfrenta olas que podrían alcanzar los 13 pies de altura (alrededor de 4 metros) y vientos de hasta 35 millas por hora. Esto eleva de forma exponencial el riesgo de corrientes de resaca en playas situadas entre Florida y Maine.

“Con estas olas enormes y un oleaje agitado, las posibilidades de ser arrastrado por una corriente de resaca aumentan antes de que uno siquiera lo note,” indicó Williams.

Cómo identificar una corriente de resaca

Aunque invisibles para muchos, hay ciertos signos visuales que pueden ayudar:

  • Agujeros en la línea de rompientes (olas que no rompen en esa sección)
  • Espuma o agua que se mueve hacia mar adentro
  • Coloración diferente del agua, a menudo más oscura y turbia

Los lugares más propensos son aquellos cerca de muelles, canales naturales y zonas donde las olas se concentran o interrumpen.

Cómo sobrevivir una corriente de resaca

Los expertos coinciden en que la clave es no entrar en pánico. Las recomendaciones incluyen:

  • No nadar directamente contra la corriente. En lugar de eso, nada paralelo a la costa hasta salir de la zona de succión.
  • Una vez fuera de la corriente, retornar a la playa en un ángulo seguro.
  • Si no puedes escapar, flota y pide ayuda.
  • Siempre nada en playas con presencia de salvavidas.

Daniel Barnickel, de Palm Beach Ocean Rescue, afirmó: “Intentar nadar directo hacia la orilla es una lucha perdida. Lo esencial es mantener la calma y confiar en la técnica correcta para salir”.

¿Qué hacer si presencias a alguien atrapado en una corriente?

La empatía impulsa a muchas personas a lanzarse al agua al ver a alguien en peligro, pero esto ha provocado incontables accidentes adicionales. En su lugar:

  • Busca a un salvavidas inmediatamente.
  • Llama al 911 y da información clara.
  • Si eres capaz y tienes acceso a un objeto flotante, lánzalo desde un punto seguro.
  • Grita al nadador que nade en paralelo a la costa.

Sistemas de advertencia: ¿qué significan las banderas?

Las playas organizadas utilizan un sistema de banderas de colores para avisar a los bañistas sobre las condiciones del mar. Aquí una guía básica:

  • Verde: condiciones seguras (poca o ninguna corriente)
  • Amarilla: riesgo moderado (olas moderadas o corrientes ocasionales)
  • Roja: riesgo alto (oleaje fuerte y corrientes frecuentes)
  • Doble roja: playa cerrada
  • Morada: presencia de fauna peligrosa (medusas, mantarrayas, etc.)

El Servicio Meteorológico Nacional también publica avisos costeros y actualizaciones automáticas sobre riesgos de corrientes, gracias a modelos computarizados capaces de prever estas condiciones hasta con seis días de antelación.

¿Qué más se puede hacer?

Educarse y educar a otros puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Estas son algunas acciones preventivas:

  • Tomar talleres de seguridad acuática, disponibles en muchas comunidades costeras.
  • Instalar señalética adecuada en playas sin vigilancia.
  • Usar tecnología: hay apps como BeachSafe o los pronósticos del NWS con información actualizada.

“Nunca nades solo. Conoce tus límites y respeta las señales. Una foto en el mar no vale tu vida,” concluye Barnickel.

Un futuro incierto con mares más violentos

Con el calentamiento global elevando la temperatura de los océanos, se espera que huracanes como Erin sean cada vez más frecuentes e intensos. Esto significa condiciones más inestables, oleajes imprevistos y, por supuesto, un mayor peligro por las corrientes de resaca.

No basta con confiar en la apariencia calmada del mar o en la experiencia previa. Las estadísticas no mienten: incluso nadadores expertos son víctimas de estas fuerzas ocultas.

Mientras más personas se informen y actúen con precaución, menos tragedias lamentaremos cada temporada de huracanes.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press