“Lurker”: Un retrato hipnótico del fanatismo moderno en la era de las redes sociales

El thriller psicológico que explora los límites del poder, la fama y las relaciones parasociales en Hollywood

Un debut que promete: Alex Russell toma el centro del escenario

El cine independiente ha vuelto a producir una joya con “Lurker”, un inquietante y elegante thriller psicológico que marca el debut como director de Alex Russell. El cineasta no es un completo desconocido: fue co-productor ejecutivo de la aclamada serie “Beef” en Netflix, y guionista del célebre episodio “Forks” en The Bear, considerado por muchos como uno de los mejores capítulos de televisión del año pasado. Pero con “Lurker”, Russell se lanza de lleno a una narrativa original de tensión, manipulación y dinamismo emocional, muy al estilo de películas como Black Swan y Whiplash.

Inspirado por el aislamiento de la pandemia, Russell escribió el guion como un desafío narrativo: ¿qué pasa cuando el fan ultraexpuesto se convierte en el perseguidor? ¿Y qué sucede cuando ese "asistente de fondo" toma el protagonismo dentro de un círculo de poder, fama y ego? La historia se desarrolla en el corazón de Los Ángeles, donde el glamour, las amistades falsas y los intereses ocultos se entrelazan en una peligrosa danza de poder.

Oliver y Matthew: El juego de máscaras en la cultura pop

Archie Madekwe (Saltburn, Gran Turismo) interpreta a Oliver, una prometedora estrella musical que ha comenzado a sentirse invencible frente a la atención constante de los fans y la industria. Pero su mundo se sacude cuando conoce a Matthew, interpretado con maestría por Théodore Pellerin (Never Rarely Sometimes Always). Matthew trabaja en una tienda de moda donde, curiosamente, no reconoce quién es Oliver. Y allí comienza todo: el aspirante a estrella se siente atraído por la aparente indiferencia del empleado.

Lo que empieza como una curiosa amistad se convierte rápidamente en una relación simbiótica y parasitaria en la que ambos manipulan la percepción que tienen del otro. Oliver invita a Matthew a unirse a su séquito, con la esperanza de conectar con alguien que no lo adule. Pero lo que no anticipa es que Matthew también quiere algo: poder. Y está dispuesto a imitar, absorber y transformarse en lo que sea necesario para lograrlo.

Un guion con dientes y una dirección con nervio

El guion es, quizás, el arma más filosa de Lurker. Alex Russell lo escribió durante los días más oscuros del confinamiento por COVID-19, y se nota: el guion está impregnado de inquietud, ansiedad social y la sensación de encierro emocional. Lurker nos habla del fanático moderno, del voyeur digital, del que observa vidas ajenas como si fueran propias gracias a Instagram y TikTok.

¿Y si el entrenamiento obsesivo de 'Whiplash' fuera el ascenso social?”, se preguntaba Russell durante una entrevista. Y eso define perfectamente el corazón del filme. El suspenso no proviene de un crimen, sino de la obsesión latente entre sus protagonistas. Hay una tensión eléctrica entre Matthew y Oliver, y el poder cambia de manos con cada secuencia como si se tratara de una bomba emocional a punto de estallar.

Una estética indie que brilla entre sombras

Pese al ajustado presupuesto, Lurker luce como una producción de alto nivel gracias al inteligente uso de locaciones reales, iluminación natural y una cuidada dirección de arte. La atmósfera recuerda al estilo de películas como Drive o Nightcrawler: un Los Ángeles lleno de neones, promesas rotas y gente persiguiendo fama a ciegas.

El diseño de sonido también es fundamental. Desde sonidos sutiles que reflejan las emociones internas de los personajes hasta la inclusión de música original, todo está pensado para potenciar la sensación de vigilancia constante. Uno de los puntos altos del filme es la canción “Love and Obsession”, escrita por Rex Orange County, que funciona como un himno no oficial a la dinámica entre Oliver y Matthew.

Un elenco joven con hambre y talento

Alex Russell sabía que tenía que "apostar alto" con su reparto, buscaba actores subestimados con potencial para ser reconocidos. Y lo consiguió. Además de Madekwe y Pellerin, el elenco incluye nombres emergentes como Sunny Suljic (Mid90s), Havana Rose Liu (No Exit), Zack Fox y Daniel Zolghadri (Eighth Grade).

La química entre el reparto se siente natural, casi improvisada, y se nota que muchos compartían una visión creativa conjunta. De hecho, Madekwe no solo actuó, sino que también asumió rol como productor, sugirió música, locaciones e incluso trajo consigo a Suljic después de trabajar con él en un videoclip. En palabras de su director: “Sólo funcionó porque todos los que contraté eran muy buenos en su trabajo. Yo era solo un chaval con un guion”.

La nueva era del thriller obsesivo: entre ‘likes’ y seguidores

Lurker funciona no solo como película de suspenso psicológico, sino como un análisis mordaz del estado de las relaciones parasociales en un mundo alimentado por algoritmos. ¿Quién no ha sentido que conoce de verdad a un influencer? ¿Quién no ha tenido la fantasía de entrar en ese mundo alterno que muestran las pantallas?

Madekwe lo resume perfectamente: “La relación que tenemos hoy en día con personas que no conocemos realmente es una conversación fascinante. Las redes sociales nos han puesto en la cabeza la idea de que tenemos acceso a las vidas íntimas de las celebridades, aunque lo que vemos sea una construcción curada y calculada”.

Y justamente allí entra la pregunta central de Russell: “¿A quién le contestas primero, a tu amigo nuevo y famoso, o al de toda la vida que ya no impresiona tanto?” En Lurker, esa simple elección puede significar la diferencia entre el éxito… y el desastre emocional.

Un futuro prometedor para Russell y sus protagonistas

Lurker es uno de los mejores debuts de dirección en los últimos años. Un filme que no solo entretiene, sino que inquieta, incomoda y deja pensando. Como Promising Young Woman o The Talented Mr. Ripley, traza una línea difusa entre víctima y victimario, entre ídolo y fan.

Con Madekwe consolidándose como un actor de enorme presencia escénica y Pellerin ofreciendo una actuación digna de festivales, ambos están destinados a encabezar futuras producciones de peso. Y Russell, sin duda, es un nombre a seguir de cerca. Su visión como narrador, su preocupación por los pequeños gestos tensos y su sensibilidad por las dinámicas contemporáneas lo colocan en la vanguardia de una nueva generación de cineastas.

En tiempos donde la fama parece un NFT emocional y las amistades se miden en seguidores, Lurker nos invita a mirar más allá de la pantalla… y preguntarnos qué tan reales son nuestras conexiones.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press