El fenómeno viral de la línea de baile: cómo 'Boots on the Ground' está uniendo a la comunidad negra en EE.UU.
Tre Little, 803Fresh y Beyoncé revitalizan una tradición con raíces profundas en el sur afroamericano, llevando la cultura del ‘trail ride’ y la danza soul al centro de la conversación popular
Mucho más que pasos sincronizados: la historia detrás del nuevo fenómeno cultural
Cuando Tre Little pisó con botas el escenario del pre-show de los BET Awards este verano, no solo estaba bailando: estaba dando un paso en el rescate de una tradición profundamente afroamericana con cientos de años de historia. La actuación de la canción "Boots on the Ground" junto a 803Fresh no fue solo un punto culminante del evento; fue la expresión viva de cómo el line dance sigue siendo una forma de identidad, resistencia y celebración para la comunidad negra en el sur de Estados Unidos.
Lo que comenzó como un video improvisado subido a TikTok durante una pausa para almorzar terminó generando una ola de eventos, clases, reuniones y hasta un lugar en la gira de Beyoncé. La historia de este fenómeno, más allá de lo viral, es profundamente humana, cultural y social.
El origen humilde de una danza viral
Tre Little, residente del área de Atlanta, creó la coreografía del ahora famoso line dance durante un descanso laboral, movido por el ritmo pegajoso de "Boots on the Ground". Lo subió sin demasiadas expectativas: “Normalmente obtengo mis seis vistas familiares”, recuerda. Pero la respuesta fue avasallante. En pocas horas, su publicación superaba las 100 mil visualizaciones.
Hoy en día, se ha convertido en un fenómeno nacional. El canto de 803Fresh, proveniente de Carolina del Sur, en la línea que reza “Where them fans at?” ha llevado incluso a incorporar el rítmico claqueo de abanicos plegables, elemento ya característico del baile.
Lo que Beyoncé tocó, se volvió oro (y country)
La cultura popular encontró en este movimiento un nuevo vehículo. Beyoncé incorporó la coreografía en su exitosa gira Cowboy Carter, lo que consolidó a "Boots on the Ground" en un espacio mainstream. La ex primera dama Michelle Obama y el mismísimo Shaquille O’Neal han sido vistos realizando los pasos, y las cifras lo demuestran: la canción ha llegado al número 1 en la lista Billboard Adult R&B Airplay y en la de ventas digitales R&B.
“Con toda esta nueva energía hacia el country y la música de trail ride, y la presencia afroamericana en ella, creo que América está empezando a abrir los ojos al trabajo que llevamos haciendo en Louisiana, Texas, Mississippi y Alabama desde hace años”, dijo Cupid —creador del ya clásico Cupid Shuffle.
Una tradición que canta y baila
El line dance no es nuevo en la cultura popular. Ha existido durante décadas en múltiples formas. Desde el Electric Slide hasta el Cha Cha Slide, estos bailes se han vuelto elementos indispensables en reuniones familiares y eventos sociales afroamericanos.
De hecho, algunos historiadores remontan su origen a las danzas africanas tribales celebratorias, que se trasladaron a EE.UU. a través de los africanos esclavizados, quienes encontraban en la música y el movimiento colectivo una forma de expresión y resistencia durante los años de esclavitud.
Con el tiempo, las influencias europeas también se incorporaron, alimentando distintas variaciones en estilos musicales (country, soul, R&B), pero siempre manteniendo el principio central: sincronía, comunidad y alegría compartida.
¿Qué es el trail ride?
En el corazón del sur afroamericano, estas cabalgatas no son solo eventos ecuestres. Son verdaderas fiestas itinerantes que combinan música, comida y comunidad. Se celebran en estados como Louisiana, Texas y Mississippi, y sirven de punto de encuentro para conectar con las raíces musicales como el zydeco, el soul sureño y ritmos que fusionan el blues con lo góspel y el country.
El baile Boots on the Ground se ha convertido en embajador cultural de estas tradiciones. La TikToker Jakayla Preston, de Houston, comenzó a dar clases de baile por demanda popular tras el estallido viral del tema. En sus clases por todo el país, ha notado algo muy poderoso:
“Algunas personas lloran y me agradecen por brindarles ese espacio para expresarse. Es una experiencia indescriptible.”
Lo que comenzó como diversión, está ayudando incluso como alivio emocional para muchas personas.
El poder unificador del line dance
Sharlene Sinegal-DeCuir, catedrática de Estudios Afroamericanos y de la Diáspora en la Universidad Xavier en Nueva Orleans, destaca cómo la línea de baile actúa como una especie de medicina colectiva.
Desde el asesinato de George Floyd en 2020 hasta las recientes tensiones políticas en EE.UU., muchas comunidades negras han encontrado en los bailes colectivos una válvula de escape para el trauma y la tensión social. El propio Cupid recuerda haber visto cómo el Cupid Shuffle suavizaba enfrentamientos tensos entre manifestantes y la policía durante protestas.
“Line dance tiene ese poder: cuando dos personas que no se miran ni a los ojos pueden moverse juntas, aunque sea por una canción.”
Para Sinegal-DeCuir, la popularidad actual del line dance también puede leerse como una forma de resistencia frente a un panorama político hostil:
“El mundo arde y nosotros estamos aprendiendo un nuevo baile en grupo. Lo hacemos porque ya estamos hartos del contexto político; es una forma de alegría como acto de rebelión.”
Beyoncé y la reivindicación de la negritud rural
Beyoncé no solo sumó la coreografía de Boots on the Ground a su repertorio en la gira Cowboy Carter, sino que revivió un legado muchas veces ignorado: la enorme contribución de los afroamericanos a la música country y a la vida rural del sur estadounidense.
Desde la selección instrumental —el banjo, el violín, incluso las vocalizaciones— hasta la estética vaquera, todo está impregnado de historia negra. “Ella no está diciendo que estamos entrando al country... está recordando que fuimos nosotros quienes lo creamos”, afirma DeCuir.
Este impulso cultural ha tenido consecuencias visibles. El Houston Livestock Show and Rodeo (una de las ferias agroganaderas más importantes de EE.UU.) rompió su récord de asistencia este año, gracias en parte al renovado entusiasmo por la estética country negra impulsado por Queen Bey.
Un futuro con ritmo y conciencia
“No creo que haya género musical más poderoso que el line dance”, concluye Cupid, quién se encuentra preparando el que promete ser el primer álbum completamente dedicado al line dance.
Y es que, lejos de desaparecer, esta forma de arte sigue en plena expansión. Desde clases presenciales en centros comunitarios, hasta famosos aprendiendo pasos en TikTok, pasando por debates académicos sobre historia cultural e inclusión, el line dancing ha echado raíces profundas en el presente colectivo.
Donde haya unas cuantas personas, un buen altavoz, y ganas de moverse al compás, ahí estará Boots on the Ground o cualquier nueva coreografía que emerja de una generación ávida de conexión, historia compartida y, por supuesto, mucha alegría.