La tragedia en Camp Mystic: ¿una llamada de atención para la seguridad infantil en Estados Unidos?
Tras la muerte de 27 niñas en una inundación en Texas, familias exigen leyes más estrictas para garantizar la seguridad en los campamentos de verano
Una noche trágica en Texas Hill Country
La madrugada del 4 de julio, la calma habitual de las colinas texanas se convirtió en un escenario de devastación. El río Guadalupe, normalmente un símbolo de conexión y recreo, se desbordó con una furia inesperada, elevando su nivel en 8 metros y arrasando con Camp Mystic, un campamento de verano ubicado en su ribera. El saldo fue desgarrador: 27 niñas y consejeras fallecidas.
Michael McCown, padre de una de las víctimas, la pequeña Linnie McCown de 8 años, se unió esta semana a otros familiares ante legisladores texanos. Sus palabras, cargadas de dolor, resonaron en los muros del Capitolio estatal: "Por razones que todavía no comprendo, estas protecciones no existían ni fueron pensadas con la debida seriedad. Por favor, aprueben esta ley. Protejan a nuestros hijos y no dejen que sus muertes sean en vano."
¿Qué sucedió exactamente en Camp Mystic?
Ubicado en el corazón del Texas Hill Country, Camp Mystic llevaba décadas funcionando como un refugio estival para cientos de niñas. Pero algunas de sus estructuras estaban construidas en zonas calificadas por FEMA como de riesgo de inundación de 100 años, es decir, con un 1% de probabilidad de inundación cada año.
Aunque FEMA retiró 15 edificios del mapa de riesgo en 2013 por pedido del condado, la realidad demostró que esa modificación fue un error fatal. Las intensas lluvias esa noche desataron una avalancha de agua que arrasó con cabañas enteras, vehículos y vidas humanas. A pesar de un aviso de emergencia activado por el Servicio Meteorológico Nacional, no se sabe si los directores del campamento recibieron o actuaron ante la alerta.
La “Ley Cielo 27”: un homenaje legislativo y una necesidad urgente
Senadores estatales, encabezados por Charles Perry, propusieron el “Heaven’s 27 Camp Safety Act”, ley que buscaría:
- Prohibir estructuras permanentes en zonas inundables para campamentos
- Establecer radios meteorológicos como obligatorios
- Requerir planes de evacuación certificados
- Dictar protocolos de inspección anual estatal para campamentos
"Es el legado que estas niñas merecen", dijo Perry, calificando la ley como un acto de memoria y cambio.
Entre el dolor y una búsqueda sin fin
Para familias como la de Cici Williams Steward, el dolor aún se multiplica. Su hija, Cile Steward, es la única víctima aún no encontrada. Envuelta en lágrimas, declaró: "Estamos suspendidos en un estado de angustia interminable. No podemos avanzar, no podemos encontrar paz." Pidió encarecidamente no abandonar la búsqueda y clamar por justicia.
Algunos padres como Michael no solo participaron en la búsqueda de su hija, sino que identificaron cuerpos de otras niñas. Él mismo proporcionó muestras de ADN para confirmar la muerte de Linnie. "Encontré una niña fallecida. Solo horas más tarde, tuve que visitar dos funerarias para identificar si una era mi hija".
¿Cómo pudo ocurrir esto en 2024?
Este caso ha encendido el debate sobre el uso de mapas de inundación y las licencias de construcción en áreas rurales. Si bien FEMA dicta zonas de riesgo, las enmiendas locales —como la que quitó las cabañas del riesgo en 2013— pueden estar basadas en modelos obsoletos o presión local.
Además, este desastre expone la limitada preparación de muchas zonas para eventos climáticos extremos cada vez más comunes. Según el EPA, las inundaciones fluviales han aumentado un 20% en frecuencia desde 1995, exacerbadas por el cambio climático.
Niños, riesgos y leyes insuficientes
Camp Mystic no es un caso aislado. Según datos de la Asociación Americana de Campamentos, hay más de 14,000 campamentos en Estados Unidos, que reciben cada verano a cerca de 26 millones de niños y adolescentes. Pero solo un 20% está regulado a nivel estatal con inspecciones formales.
No hay una legislación federal que establezca normas mínimas de seguridad para campamentos estacionales, dejando en manos de autoridades locales decisiones críticas sobre evacuación, planes de emergencia y ubicación de infraestructuras.
Fracaso institucional en cadena
Durante la tragedia, las autoridades del condado estaban dormidas o fuera de la zona. Testimonios confirman esta falta de liderazgo en una situación crítica. Y aunque el director del campamento seguía el clima, todo indica que las alertas no se compartieron eficazmente.
Padres como McCown denuncian que no se contactó adecuadamente a los progenitores durante el desastre. "Recibí un correo que decía que si no fui contactado directamente, mi hija estaba bien. Treinta minutos después, mi esposa me llamó diciendo que Linnie estaba desaparecida", relata.
¿Cuántas tragedias más?
Casos previos de muertes infantiles en campamentos han ocurrido en estados como Minnesota, Carolina del Norte y Colorado, muchas veces debido a tormentas, árboles caídos o imprudencias en excursiones de río o montaña. Pero pocos han provocado una reforma como la que ahora exigen en Texas, gracias a la presión de padres como Cici Steward y Michael McCown.
Para que este tipo de tragedias no se repita, expertos recomiendan:
- Evaluaciones anuales de riesgos por organismos independientes
- Integración de tecnología como sensores de nivel hídrico conectados a la red meteorológica
- Simulacros de evacuación obligatorios antes del inicio de cada temporada
- Ley federal sobre estándares de seguridad en campamentos temporales
Una causa que trasciende la política
El senador republicano Charles Perry recibió elogios, incluso de miembros del Partido Demócrata, por impulsar SB1, señal clara de que este dolor ha unificado a todas las bancadas. Organizaciones de defensa de la infancia como Children’s Defense Fund también expresaron su apoyo.
En palabras del legislador: "Estas 27 niñas merecen un legado que trascienda. No fallaremos".
Una historia que cambió para siempre los veranos en Texas
Las familias vestirán de negro durante audiencias legislativas, con botones que dicen “Heaven’s 27”. Pero más allá del simbolismo, exigen una transformación estructural, legal y social.
Lo ocurrido en Camp Mystic debe ser un hito para el país. Un momento en el que padres, maestros, políticos y ciudadanos digan: nunca más.