Micromarcas que conquistan el tenis: cómo las startups de ropa deportiva están rompiendo con los gigantes

Más allá de Nike y Adidas, pequeñas marcas locales están ganando terreno en torneos como el US Open, ofreciendo diseño, cercanía y sentido de pertenencia

El tenis profesional es un escaparate global, no solo para los deportistas, sino también para las marcas que los visten. Durante décadas, gigantes como Nike, Adidas y Asics han impuesto su dominio en los Grand Slams, destacando con logotipos inconfundibles que acaparan las cámaras. Sin embargo, en espacios menos visibles pero igualmente competitivos, una revolución silenciosa está en marcha: la irrupción de pequeñas marcas y startups locales en el patrocinio de los tenistas.

La cara B del US Open: el torneo clasificatorio y las micromarcas

En el cuadro principal del US Open, los nombres de siempre repiten: Roger Federer con Uniqlo, Novak Djokovic con Lacoste, Carlos Alcaraz con Nike, y así sucesivamente. Sin embargo, en la fase de clasificación —donde jugadores de ranking más bajo luchan por un puesto en el main draw— el panorama cambia radicalmente.

Es allí donde aparecen marcas como Fourteen, The Indian Maharadja y Lega, startups o empresas locales con presencia mínima en los grandes circuitos, pero con una estrategia bien pensada: dar visibilidad a través de una conexión nacional, cultural e incluso afectiva con los jugadores.

Fourteen Company: un ejemplo del orgullo suizo

Marc-Andrea Hüsler, actualmente rankeado en el puesto 228 del mundo, compite con ropa de Fourteen Company, una marca fundada en Ginebra, Suiza. “Queríamos apoyar a nuestros jugadores suizos”, declaró Laura Tolub, directora de operaciones de la empresa, que define su visión como más una comunidad familiar que una simple operación comercial.

Fourteen no busca únicamente patrocinio a gran escala, sino relacionarse profundamente con sus atletas. La conexión suiza, tanto para el jugador como para la marca, es más que mercadotecnia: es identidad y pertenencia. Y esa puede ser una ventaja competitiva que las grandes marcas, más impersonales, no logran proporcionar.

The Indian Maharadja: del hockey al tenis desde un pequeño pueblo holandés

Arianne Hartono, tenista neerlandesa situada en el puesto 158 del ranking WTA, también optó por una alternativa emergente. En su caso, la elección fue The Indian Maharadja, un proyecto de ropa deportiva originario de Nieuwkuijk, un pueblo con apenas 5,000 habitantes.

Inicialmente centrados en el hockey, decidieron incursionar en el tenis hace unos años. “Se acercaron a mí por redes sociales, me dijeron que querían entrar al tenis y me propusieron una colaboración”, recuerda Hartono. Hoy, su espiral logotipo es parte del uniforme que utiliza en los torneos, y representa su decisión de respaldar proyectos con alma propia.

Lega y su conexión mexicana-argentina: moda con narrativa

El argentino Marco Trungelliti eligió una ruta aún más personalizada. Su ropa es fabricada por Lega, una micromarca mexicana dirigida por un “amigo de un amigo”, como él explica. Lo interesante de este caso no es solo la cercanía entre jugador y marca, sino también la narrativa visual.

En Roland Garros, su camiseta lucía una gran Torre Eiffel; en el US Open, una Estatua de la Libertad diseñada especialmente para él. “No soy diseñador, pero aporté algunas ideas. Esta camiseta fue completamente idea del diseñador de Lega y me encantó”, comentó Trungelliti.

Estos diseños únicos generan conversación en redes sociales y destacan dentro de un ecosistema estético repetitivo.

¿Por qué las pequeñas marcas ganan terreno?

  • Identidad local: Patrocinar a jugadores de su país les permite crear campañas de marketing más auténticas.
  • Sentido de pertenencia para el jugador: Estas marcas establecen relaciones humanas y no solo contractuales.
  • Flexibilidad de diseño: El jugador puede aportar ideas, influir en los estilos y contar su propia historia a través de la ropa.
  • Menor presión financiera: Muchos jugadores en fases de clasificación no están atados a contratos millonarios, lo que facilita alianzas más accesibles para startups.

Del marketing masivo a la personalización

La estrategia clásica de las grandes firmas deportivas busca uniformidad, reconocimiento global y visibilidad constante. Pero este modelo también puede ser restrictivo. En cambio, las firmas pequeñas permiten a los jugadores expresarse, trabajar con diseñadores y contar su historia sobre la pista.

Lo que hacemos es construir comunidad, y eso genera un vínculo emocional. Algunos jugadores quieren sentir que pertenecen a una familia, y no a una máquina de marketing”, cuenta Tolub sobre Fourteen.

La redefinición del patrocinio en el tenis moderno

En la era de las redes sociales, el patrocinio no solo implica dinero: también engagement, valores y storytelling. Un tenista no necesita estar en el top 10 para tener seguidores fieles y generar impacto como influencer deportivo. Estar asociado con una marca pequeña puede simbolizar rebeldía, patriotismo o innovación, dependiendo cómo se cuente la historia.

Un ejemplo claro está en Trungelliti. Su camiseta con la Estatua de la Libertad fue tema de conversación en varios foros de tenis. Ese micro-mensaje visual seguramente produjo más visibilidad que varias marcas multinacionales repartidas entre varios jugadores.

¿Estamos ante el futuro del patrocinio deportivo?

En deportes tan personalizados como el tenis, donde cada jugador tiene rutinas, entrenador y hasta celebraciones únicas, esperar diseños de uniforme idénticos para todos parece una contradicción natural. La personalización será clave en la próxima década.

Y allí ganan terreno las startups. Al ser más ágiles y abiertas a colaboración, no solo apoyan a atletas emergentes, sino que crean comunidad y valor de marca en torno a una narrativa fresca y auténtica.

Mientras las grandes marcas siguen enfocadas en las estrellas consagradas y el mercado global, estas micromarcas están ganando la batalla en lo emocional, lo identitario y lo visual.

Puede que dentro de poco, los aficionados pregunten más por la historia detrás de una camiseta que por el número en el ranking del jugador que la viste.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press