Corea del Norte, Rusia y el peligroso juego geopolítico del siglo XXI
Con misiles en pruebas, apoyo logístico a Rusia y tensiones renovadas con Corea del Sur, el régimen de Kim Jong Un redefine su estrategia militar y diplomática ante la mirada atenta de Occidente.
Kim Jong Un vuelve a captar la atención internacional con los recientes ensayos de nuevos misiles antiaéreos, todo mientras fortalece su cooperación militar con Rusia en plena guerra en Ucrania. Lejos de las mesas de negociación con Corea del Sur y Estados Unidos, el líder norcoreano se ha sumergido de lleno en una política exterior agresiva, orientada al respaldo recíproco con potencias que desafían el orden occidental. Este artículo analiza cómo las nuevas maniobras militares de Corea del Norte, su relación estrecha con el Kremlin y el clima político en Asia Oriental están reconfigurando el tablero geopolítico global.
Misiles probados en medio de ejercicios militares
El sábado pasado, Corea del Norte llevó a cabo pruebas de dos nuevos tipos de misiles antiaéreos. Según la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA), las pruebas fueron supervisadas directamente por Kim Jong Un, quien alabó la eficacia de los misiles para neutralizar amenazas aéreas como drones y misiles de crucero.
No se ofrecieron detalles sobre los modelos o lugares de lanzamiento, pero lo más significativo fue el mensaje implícito: mientras Washington y Seúl realizaban ejercicios militares conjuntos, Pyongyang respondía con una clara demostración de fuerza.
Cooperación peligrosa: Pyongyang y Moscú
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, Corea del Norte ha sido un aliado silencioso pero activo de Rusia. Según autoridades surcoreanas, el país ha enviado aproximadamente 15,000 soldados norcoreanos a apoyar las operaciones rusas en Ucrania desde finales de 2023. Además, más de 600 de estos combatientes han muerto en acción.
Por si fuera poco, Pyongyang tiene planes de enviar cientos de ingenieros de construcción y expertos en desminado al oblast de Kursk, una región rusa fronteriza con Ucrania. Este despliegue plantea serias dudas en torno al intercambio de recursos tecnológicos y militares entre los dos países.
¿Qué gana Corea del Norte?
¿Qué impulsa a un país empobrecido como Corea del Norte a involucrarse en un conflicto tan lejano como el de Ucrania? Las respuestas están en lo que el país podría obtener a cambio: tecnología, sistemas de defensa aérea renovados y quizás más adelante, reconocimiento geopolítico dentro del eje antinorteamericano.
Expertos destacan que Pyongyang se encuentra muy interesado en modernizar su red de radares y sistemas antiaéreos, muchas veces obsoletos. Según el gobierno surcoreano, Rusia ya ha provisto misiles y otros equipos con este fin, aunque aún se desconocen detalles técnicos específicos.
Negociaciones congeladas y una retórica excluyente
Aunque Corea del Sur y Estados Unidos han pedido en múltiples ocasiones la reanudación de las conversaciones desnuclearizadoras con Corea del Norte, Kim ha mostrado un desdén absoluto. Su hermana, Kim Yo Jong —considerada la número dos en el régimen—, aseguró recientemente que Corea del Norte "nunca volverá a ver al Sur como un socio diplomático".
Al mismo tiempo, Kim ha encomendado tareas "importantes" a sus científicos militares de cara a una gran conferencia política prevista para principios del próximo año. Estos movimientos reflejan una estrategia interna orientada a la militarización y consolidación del poder, y externa, centrada en desestabilizar a sus enemigos regionales.
Japón, Corea del Sur y EE. UU.: Tres aliados que observan con cautela
Mientras Kim prueba misiles, el presidente surcoreano Lee Jae Myung viajó a Japón para reunirse con el primer ministro nipón Shigeru Ishiba. En la cumbre, ambos mandatarios reafirmaron su compromiso mutuo y con Estados Unidos para enfrentar los desafíos comunes, en especial, los nucleares.
El simbolismo de la visita es clave: reflejan un nuevo esfuerzo por revitalizar una alianza tripartita (Tokio-Seúl-Washington) en el Indo-Pacífico. Esta alianza preocupa notablemente a China y, por supuesto, a Pyongyang.
Réquiem por los caídos: los "héroes" de Ucrania
En una ceremonia llena de simbolismo, Kim Jong Un rindió homenaje a los soldados norcoreanos que combatieron en Ucrania. Colocó medallas junto a los retratos de 101 soldados fallecidos y los calificó como "los más grandes hijos de Corea, héroes imparables". Al evento asistieron funcionarios de alto rango y familiares de los soldados, y se transmitió en cadena nacional.
Este acto no solo reivindica la relación con Rusia sino que refuerza la narrativa estatal del sacrificio por el bien de la patria, una fórmula clásica del régimen norcoreano.
¿Y China?
El rol de China en esta ecuación no puede ignorarse. A pesar de no prestar un apoyo militar abierto como Corea del Norte, Pekín sí ha respaldado públicamente a Rusia en la ONU y ha consolidado su cooperación comercial con Moscú.
Además, China sigue siendo el mayor socio comercial de Corea del Norte, lo que le otorga una considerable influencia sobre el régimen de Kim. Sin embargo, existe una diferencia táctica: mientras Pekín prefiere una estabilidad regional, Pyongyang apuesta por la confrontación.
¿Estamos ante una nueva Guerra Fría?
Muchos analistas ya hablan de un nuevo escenario bipolar. Por un lado, el eje formado por Estados Unidos, Corea del Sur, Japón y la OTAN. Por el otro, la incipiente alianza entre Rusia, China, Irán y países como Corea del Norte.
Corea del Norte parece haber asumido orgullosamente su papel como actor disruptivo en esta nueva tensión global, al estilo de Cuba en la Guerra Fría, pero con capacidad nuclear y bajo un liderazgo totalmente impredecible.
Un mundo más peligroso, un misil a la vez
Con cada prueba de misil y cada envío de tropas a Rusia, Corea del Norte desafía al statu quo internacional. Su acercamiento con Moscú y la despreocupación frente al aislamiento diplomático indican que el régimen de Kim Jong Un ha adoptado una nueva forma de relevante: la del aliado incómodo y peligroso del creciente bloque antinorteamericano.
Esta situación exige una respuesta meditada por parte de las democracias del mundo. El equilibrio de poder se ha alterado, y mientras los misiles vuelan sobre mares asiáticos y soldados norcoreanos mueren en Ucrania, la paz pende de un hilo más fino que nunca.
Fuentes: BBC, Yonhap News, The Guardian, KCNA, Ministerio de Defensa de Corea del Sur