‘KPop Demon Hunters’: La insólita victoria de Netflix en la taquilla que sacude a Hollywood

El inesperado éxito de una película musical animada logra destronar a los grandes estrenos del verano y confirma que el paradigma del cine está cambiando

Un fenómeno inesperado en el verano de Hollywood

En un giro pocas veces visto en la industria cinematográfica, Netflix ha alcanzado lo que parecía imposible: apoderarse del primer lugar de la taquilla con una de sus producciones originales, KPop Demon Hunters. Lo que comenzó como una película animada exclusiva de streaming se transformó en un evento musical de fin de semana que cosechó entre 16 a 20 millones de dólares en ventas de boletos, superando a producciones más tradicionales.

Las cifras fueron estimadas por varios estudios de distribución rivales –debido a que Netflix no divulga datos oficiales de taquilla–, y aunque el rango es amplio, todos coinciden: la película se convirtió en la número uno del fin de semana. Esto, además, se logró sin la cooperación de cadenas como AMC, la más grande de Norteamérica, que se negó a proyectarla.

¿Por qué está triunfando?

“KPop Demon Hunters” es una cinta animada que mezcla el mundo frenético del K-pop con el género del fantasía sobrenatural. Sus protagonistas, Rumi, Mira y Zoey, son miembros de un grupo femenino de K-pop que, tras bambalinas, luchan contra demonios. Su nueva misión: salvar a sus fans de una boy band demoníaca rival.

El concepto es tan improbable como brillante. Combina música pegajosa, coreografías estilizadas y una narrativa con tintes de anime y cultura pop que ha calado con fuerza entre generaciones jóvenes (y no tan jóvenes). Pero más allá del argumento, su formato también jugó un papel crucial. Netflix optó por hacer una serie de funciones sing-along (para cantar con la letra en pantalla), una jugada orientada al consumo experiencial en cines, y la respuesta fue avasalladora.

Netflix contra el sistema

Irónicamente, este éxito contraviene la filosofía habitual de Netflix, que ha renunciado históricamente a los estrenos teatrales masivos. De hecho, “KPop Demon Hunters” se estrenó en el servicio a finales de junio, convirtiéndose en su película animada original más vista de todos los tiempos.

Semanas después, la plataforma decidió llevarla a cines en solo dos días, con 1,750 salas participando. Eso es menos de la mitad del número de pantallas típicas para un estreno convencional, pero aún así fue suficiente para liderar la taquilla. Este movimiento marcó lo que el consultor David A. Gross llamó una “experiencia musical única de dos días”.

El dato más revelador: la cinta fue desarrollada inicialmente por Sony Pictures, que decidió vender los derechos de distribución global a Netflix antes de estrenarla. Paradójicamente, el estudio que produjo la película terminó cediendo su éxito a una competencia contra la que muchos estudios tradicionales compiten ferozmente.

Contexto: el cambio irreversible en la industria

Este fenómeno no ocurre en el vacío. Hollywood atraviesa uno de los veranos más discretos en tiempos recientes. Aunque películas como “Weapons” y “Freakier Friday” han mantenido cifras decentes, pocos títulos han sobrepasado las expectativas establecidas. El analista Paul Dergarabedian de Comscore dijo que el éxito de Netflix debe verse como parte de una nueva métrica: la conexión emocional del público con el entretenimiento, más allá de los ingresos brutos.

No es la primera incursión de Netflix en estrenos limitados en salas. “Roma” (2018), “The Irishman” (2019) y “Glass Onion” (2022) también tuvieron estrenos selectos en pantalla grande, pero nunca lograron este nivel de impacto comercial.

El poder del K-pop como factor clave

El atractivo del K-pop se ha vuelto instrumental en la economía del entretenimiento global. Según datos de Statista, la industria del K-pop movió más de $10 mil millones de dólares en 2023, incluyendo ventas de música, mercancía, giras y, ahora, contenido cinematográfico. Supergrupos como BTS y BLACKPINK han allanado el camino para que más proyectos con ADN coreano encuentren audiencia internacional.

“KPop Demon Hunters” no apuesta exclusivamente por la estética coreana, sino que fusiona la cultura oriental con el formato animado occidental y el lenguaje del cine de acción. El resultado es una película que trasciende barreras culturales y lingüísticas. Arden Cho, May Hong y Ji-young Yoo, quienes prestan sus voces a las protagonistas, han sido alabadas por su trabajo interpretativo musical y comédico.

Una banda sonora que arrasa

Otro aspecto crucial ha sido su banda sonora. Con temas originales creados para la película, muchos de ellos se han viralizado en plataformas como TikTok y Spotify, donde varios alcanzaron el Top 50 global. El sencillo “Demon Beat” cuenta ya con más de 40 millones de reproducciones.

La viralidad digital complementó perfectamente la estrategia limitada en salas, en donde los *sing-alongs* fueron acompañadas por grupos de fans que replicaban coreografías en vivo. Esta comunidad orgánica ha sido vital para reforzar el impacto del filme, emulando el fenómeno de culto que llevó a películas como “The Rocky Horror Picture Show” a extender sus exhibiciones por décadas.

Una herida en la industria tradicional

El hecho de que varios grandes cines, incluido AMC, optaran por no proyectarla es sintomático del tira y afloja entre distribuidores tradicionales y plataformas digitales. Pero eso no detuvo a Netflix. Como escribe Peter Debruge en *Variety*: “Este éxito podría sentar un precedente temido por las majors: que el cine ya no depende únicamente del circuito comercial estable”.

Y representa también un recordatorio contundente: el criterio del público está mutando hacia experiencias que van más allá de la narrativa, y que se complementan con identidad, comunidad y capacidad de expresión.

¿Hacia dónde camina el futuro del cine?

Con la industria recuperándose aún del efecto pandemia, “KPop Demon Hunters” ofrece una visión alternativa. Mientras las productoras tradicionales apuestan a sagas, superhéroes y remakes, esta cinta propone una combinación de originalidad, ritmo musical y diversidad.

El modelo híbrido de estreno —streaming primero, evento teatral después— podría marcar tendencia. Especialmente en un mercado donde captar la atención del público es cada vez más difícil, y donde el contenido debe adaptarse a múltiples formatos y contextos de consumo.

Es una demostración de que los fans pueden ser más poderosos que cualquier campaña de marketing convencional”, afirma la crítica de cine Alison Willmore. Cuando se les da las herramientas para organizar experiencias colectivas, las audiencias responden con pasión impredecible.

¿Y ahora qué sigue?

Ante las cifras de este fin de semana, cabe esperar que Netflix reconsidere su postura reacia ante las salas de cine. La película ya es la animación más vista en la historia de la plataforma, y su impulso apenas comienza. Según analistas de Deadline, existe la posibilidad de que “KPop Demon Hunters” vuelva a cines en un formato extendido o como parte de una “gira mundial” de eventos musicales.

Y sí, la secuela parece inevitable. El final de la cinta abre suficientes interrogantes para justificar una segunda parte, y teniendo en cuenta su éxito cruzado entre cultura pop, animación y música, sería sorprendente que Netflix no apueste fuerte por convertir esta franquicia en un producto global y sostenido.

La combinación de talento, ritmo, estética vibrante y mensaje positivo sobre la amistad, lo convierten en el fenómeno del verano, aunque tal vez no lo veamos en los Óscares. Pero eso no parece importarle a su base de fans: mientras pueden cantar, bailar y cazar demonios con Rumi, Mira y Zoey, ellos ya ganaron.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press