De Gaza a Yemen: El conflicto invisible y la escalada Houthi-Israel
Análisis de cómo la guerra en Gaza agita nuevas amenazas en el Mar Rojo y extiende la sombra del conflicto a Medio Oriente
Un nuevo frente de guerra: Yemen entra en escena
Mientras el mundo observa horrorizado la evolución del conflicto entre Israel y Hamás en Gaza, una nueva dinámica de guerra regional se intensifica. Esta vez, el epicentro se ha desplazado a Yemen, donde los rebeldes Houthi, apoyados por Irán, han intensificado sus ataques contra Israel en una muestra explícita de solidaridad con Palestina y en rechazo a los bombardeos sobre Gaza.
La reciente represalia aérea por parte de Israel contra objetivos en la capital yemení de Sanaa marca una nueva escalada regional sin precedentes desde 2021. Las tensiones, siempre latentes, se están cristalizando en confrontaciones directas que involucran misiles, drones, y ahora incluso bombas de racimo.
Los bombardeos en Sanaa: consecuencias letales
El pasado domingo, Sanaa fue blanco de múltiples ataques aéreos israelíes. Entre los lugares atacados se encuentran una central eléctrica en Asar, considerada por el ejército israelí como infraestructura crítica utilizada para actividades militares, y la planta de energía de Hizaz, junto con un sitio cercano al palacio presidencial.
Según informes del canal Al-Masirah, controlado por los Houthi, las explosiones dejaron al menos dos muertos y cinco heridos en un ataque directo contra una refinería. Las imágenes compartidas en redes sociales muestran una gran bola de fuego, prueba del alto poder destructivo del bombardeo.
¿Por qué Israel ataca Yemen?
La ofensiva israelí viene tras el lanzamiento de un misil con munición de racimo por parte de los Houthi hacia Israel, en específico apuntando al aeropuerto Ben Gurion. Aunque el proyectil fue interceptado y explotó en el aire, las autoridades israelíes lo consideraron un “nuevo nivel de amenaza”, señalando que esa clase de armamento representa una mutación crítica en el tipo de arsenal que manejan los Houthi, probablemente suministrado por Irán.
Según un funcionario de la Fuerza Aérea israelí, este tipo de misil representa un nuevo desafío para los sistemas de defensa aérea. “El hecho de que sea una munición de racimo complica su interceptación”, dijo bajo condición de anonimato.
Munición de racimo: ¿qué es y por qué preocupa?
Las bombas de racimo —prohibidas por más de 120 países— contienen múltiples submuniciones diseñadas para dispersarse en el aire y explotar al contacto con el terreno u objetivos. El problema es que muchas de estas submuniciones no detonan, dejando explosivos activos como minas terrestres, un riesgo mortal para la población civil.
El uso por parte de los Houthi de estos dispositivos inicia una nueva y peligrosa fase del conflicto. No sólo intensifica su capacidad ofensiva, también compromete severamente la seguridad de civiles en áreas atacadas y eleva el nivel técnico del conflicto.
Red de apoyo: Irán, los Houthi y la solidaridad regional con Gaza
Desde octubre de 2023, los Houthi han lanzado más de 100 ataques con misiles y drones contra objetivos israelíes y barcos comerciales en el Mar Rojo. Estos actos han causado graves interrupciones a una ruta comercial crucial por la que transita casi 1 billón de dólares en bienes al año.
Los Houthi manifiestan abiertamente estar actuando en respaldo del pueblo palestino. Desde su oficina de medios, el portavoz Nasruddin Amer advirtió que los ataques no cesarán: “Nuestras operaciones militares en apoyo a Gaza no se detendrán, salvo que se suspenda la agresión y se levante el bloqueo”.
Este enfoque “solidario” convierte al conflicto israelí-palestino en un catalizador regional que involucra actores no estatales con soporte estatal indirecto. Tal es el caso de Hezbolá en Líbano, de milicias pro-Irán en Irak y ahora, claramente, los Houthi en Yemen.
La operación Red Sea: comercio mundial en peligro
Desde noviembre de 2023, las acciones Houthi transformaron el Mar Rojo en una zona de guerra fluctuante. El efecto económico comenzó a sentirse de inmediato. Navieras como Maersk y MSC redirigieron sus rutas por el Cabo de Buena Esperanza, aumentando costos logísticos y de transporte a niveles preocupantes.
Yemen se ha convertido no sólo en víctima, sino en pieza estratégica de una guerra proxy que involucra bloques geopolíticos más amplios. EE.UU. lanzó su propia operación de represalia en enero contra infraestructuras Houthi, intentando presionar su retirada del espacio marítimo internacional, con resultados limitados.
Gaza: epicentro emocional del conflicto
Mientras tanto, la guerra en Gaza ha dejado, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza, más de 62,000 muertos desde octubre de 2023, de los cuales la mitad serían mujeres y niños. Además, la falta de alimentos ha llevado a la declaración de hambruna inminente según la organización internacional Integrated Food Security Phase Classification (IPC).
La extensión del drama humanitario a otros territorios, como Yemen, muestra cómo la lucha palestina excede las fronteras de Gaza. Las imágenes de niños muertos, hospitales colapsados y ciudades en ruinas están encendiendo las pasiones políticas en todo Medio Oriente.
Protestas en Australia y el mundo
La indignación se ha vuelto global. Más de 300,000 personas en Australia salieron a marchar exigiendo el fin del comercio de armas con Israel y la imposición de sanciones. En ciudades como Sídney, Melbourne y Brisbane, las multitudes corearon “Palestina será libre” y urgieron al gobierno a acompañar el reconocimiento del Estado palestino con presiones diplomáticas reales.
“Basta ya. Ya no hay peros que valgan”, dijo Nour Salman, una de las organizadoras más visibles de la manifestación de Sídney.
¿Qué puede pasar ahora?
Todo indica que el conflicto continuará expandiéndose si las condiciones actuales persisten. La conexión de los Houthi con Irán, el respaldo tácito de Teherán a cada movimiento, y la percepción de una guerra religiosa contra Israel están cimentando un bloque regional de resistencia que podría estallar aún más.
En palabras de Hussein Mohamed, residente en Sanaa: “Las explosiones eran fortísimas. Creímos que se derrumbaría la casa”. Los civiles están pagando el precio, una vez más.
Con el uso de nuevas armas, el involucramiento de múltiples países y la expansión del frente de guerra, Medio Oriente se convierte cada día más en un tablero de ajedrez de dimensiones globales. Y, como en todas las guerras modernas, el precio más alto lo pagan los inocentes.