El legado espiritual de Berean y la audacia de una nueva generación para narrarlo

Jahleel Hills y el documental que conecta el pasado abolicionista de la iglesia con el futuro de la comunidad afroamericana

El 10 de agosto de 2025, la congregación de Berean Baptist Church, ubicada en el corazón de Brooklyn, celebró su 175 aniversario no solo con alabanzas y oración, sino con historia viva: el estreno de la docuserie “The Audacity of Faith: Freedom From, Freedom To” dirigida por el joven cineasta Jahleel Hills, un miembro multigeneracional del templo.

Vestidos todos de blanco, los feligreses se reunieron en el santuario cuando comenzó el primer capítulo de esta serie documental. Las pantallas dentro del templo cobraron vida con imágenes animadas, fotografías de archivo y música evocadora que narraban la fundación de la iglesia en 1850, como refugio tanto para personas afrodescendientes liberadas como para abolicionistas blancos. La serie no solo honra el pasado, sino que es parte de una estrategia para garantizar la relevancia histórica y cultural del templo para las generaciones futuras.

Un testimonio de fe en seis capítulos

The Audacity of Faith es una producción dividida en seis episodios breves (de dos a cinco minutos), cada uno explorando un periodo crucial en el desarrollo espiritual, social y cultural de Berean. Desde su fundación como estación del Ferrocarril Subterráneo, pasando por la apertura de una cooperativa de crédito en 1950, hasta el desarrollo de viviendas para personas mayores y de bajos ingresos en los años 2010, la serie abarca todo el legado de la comunidad.

Esta producción no es simplemente ornamental. Forma parte de un esfuerzo estratégico por conectar a los jóvenes con sus raíces, en una época en la que el 49% de los Millennials afroamericanos en EE.UU. y el 46% de la Generación Z negra declararon en 2021 que asisten rara vez o nunca a servicios religiosos (fuente: Pew Research Center).

Una iglesia en declive, un resurgir audiovisual

Con una membresía que ha disminuido desde la década de 1960 —cuando cientos llenaban el templo cada domingo— hasta un promedio actual de 100 a 150 personas, la iglesia enfrenta el desafío del desinterés juvenil por la religión organizada.

Pero la pastora Arlee Arkofa, quien ha sido la líder espiritual de la iglesia por más de 36 años, tiene fe en el impacto de esta docuserie: “Personas como Jahleel están regresando a Brooklyn trayendo consigo sus talentos. Nos entusiasma poder apoyar sus sueños y a la misma vez revitalizar nuestro templo”, dijo.

Un cineasta nacido del púlpito y nieto de resistencia

Jahleel Hills, de 27 años, es mucho más que el director del proyecto. Es la sexta generación por parte paterna y cuarta por parte materna que forma parte de Berean. Aprendió a tocar la batería, a liderar servicios y a colaborar en proyectos comunitarios bajo el techo del templo. Fundador de Hype Man Hills Productions, ya ha dirigido espectáculos de comedia para Amazon Prime y conciertos de artistas emergentes.

“No se sintió como un trabajo en absoluto”, expresó Hills. “Siento que soy parte de esta historia cada domingo cuando entro a la iglesia”.

Cuando el pasado espiritual y cultural se junta con el presente técnico

La idea de una serie documental surgió de Antionette Nelson, una miembro de segunda generación, diaconisa y figura clave del comité de historia. También cofundadora del sello musical independiente 1990 Records, Nelson quería algo más que un libro conmemorativo. “Sabíamos que debíamos hacer algo diferente. No todos tienen el hábito de leer, y los jóvenes responden mejor a otros formatos”, expresó.

Un dato duro respalda su argumento: el 54% de los adultos entre 16 y 74 años en EE.UU. leen por debajo del nivel de sexto grado, según estadísticas nacionales de alfabetización. Por eso, optaron por una narrativa visual impactante. “Podía escuchar la música, ver las imágenes”, recordó Nelson. “Sabía que alguien como Jahleel podía hacerlo realidad”.

Una colaboración intergeneracional que honra la memoria

La serie es producto de una sinergia entre generaciones. Mientras los ancianos aportaron sabiduría e historias, los jóvenes como Hills ofrecieron creatividad y destreza técnica. En palabras de Nelson: “Todo lo que los jóvenes desean es permiso. No quieren sentirse invasores; solo quieren espacio para descubrir cómo encajan. Y ese espacio debemos abrirlo nosotros”.

Cada episodio será lanzado de forma mensual en las redes sociales de la iglesia y esperan distribuirlo a centros culturales e históricos del área. La intención es clara: preservar el legado y asegurar que las nuevas generaciones lo vean como parte de su identidad.

Conectando el linaje artístico y la espiritualidad

Mientras investigaba la historia de su familia, Hills descubrió que su tío tatarabuelo, Coyal McMahon, fue un actor de Broadway en los años 50. Estas revelaciones personales le hicieron ver que su actual trayectoria artística no solo era posible, sino parte de un legado familiar.

“Conocer nuestra historia nos recuerda que nuestros ancestros ya hacían cosas asombrosas antes de que nosotros siquiera existiéramos”, afirmó Hills. “Eso me impulsa a seguir”.

Un acto contra el olvido y por la identidad

Para Nelson, el objetivo es que esta iniciativa no se quede solo en cifras o episodios sueltos. Desea que sea un motor emocional y espiritual: “Espero lograr que se respete, ame y reconozca la historia de Berean, como algo que las personas jóvenes vean como propio. Si puedo encomendar algo a la próxima generación, que sea este legado: esto es lo que eres”.

La historia de Berean Baptist Church no es solo la de un templo religioso. Es la historia de resistencia afroamericana, de refugio y de construcción comunitaria. Y hoy, es también la historia de cómo una nueva generación, armada con cámaras, redes sociales y música, se dispone a preservar lo sagrado mediante las herramientas del presente.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press