Fuego sobre Napa: Vino, evacuaciones y la creciente amenaza climática
El incendio Pickett consume viñedos de California mientras el cambio climático agrava los desastres naturales en el corazón del vino estadounidense
El corazón del vino arde: una escena recurrente en California
La región vinícola de Napa Valley, una de las zonas más codiciadas del mundo en la industria del vino, vuelve a estar bajo fuego, literalmente. El Pickett Fire, un incendio forestal que ha tomado fuerza cerca de Aetna Springs, al norte de San Francisco, ha obligado a miles de residentes a evacuar sus hogares mientras más de 400 bomberos luchan por controlar las llamas con ayuda de helicópteros y maquinaria.
Con más de 25 kilómetros cuadrados consumidos desde su aparición, el incendio acompaña la tendencia ascendente de eventos similares en California durante el verano. Al 11% de contención, según Cal Fire (Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California), la emergencia sobrepasa lo ambiental y golpea directamente a la economía vitivinícola de una región que produce alrededor del 4% del vino mundial.
El año que no perdona: incendios forestales en aumento
En lo que va del año 2025, California ha registrado más de 4,200 incendios forestales que han arrasado con más de 32,000 hectáreas, una cifra que supera por un 28% el promedio de la última década, de acuerdo al Forestry and Fire Protection Dashboard. No se trata únicamente de estadísticas escalofriantes, sino de la memoria reciente de comunidades enteras traumatizadas por incendios anteriores como el Glass Fire (2020) y el Camp Fire (2018), este último considerado el más mortífero en la historia de California, con 85 víctimas fatales.
En el caso del Pickett Fire, las condiciones climáticas adversas —vientos secos, temperaturas elevadas y baja humedad— han funcionado como combustible perfecto. Y lo más inquietante: científicos del Scripps Institution of Oceanography ya advierten que las temporadas de fuego podrían extenderse más allá del verano debido a los efectos prolongados del cambio climático.
Viñedos en peligro: impacto económico y cultural
Napa no solo es vino; es símbolo de identidad californiana. A lo largo de sus 18,000 hectáreas de viñedos, se desgrana una cadena de valor que beneficia a más de 46,000 empleos locales y aporta cerca de 17 mil millones de dólares anualmente a la economía del estado, según datos de la Asociación de Viticultores de Napa Valley.
El fuego que actualmente se propaga en la zona amenaza directamente bodegas, uvas en periodo de vendimia y propiedades familiares que han pasado de generación en generación. Las pérdidas aún están en proceso de evaluación, pero algunas fincas ya han reportado daños totales a sus instalaciones y parras arrasadas por completo.
"Nunca pensamos que el fuego podía llegar a esta parte tan rápidamente, parecía contenido, y en horas lo perdimos todo", relató Anna Rodríguez, copropietaria de una pequeña bodega familiar ubicada en Aetna Springs.
Una batalla desde tierra y aire
Las imágenes recientes del Pickett Fire son dramáticas: helicópteros liberando descargas de agua y retardantes sobre colinas ardiendo, excavadoras creando cortafuegos contrarreloj, y decenas de bomberos en trajes resistentes al calor desapareciendo entre la densa columna de humo.
Más de 3,000 hogares permanecen bajo órdenes de evacuación, con refugios temporales dispuestos por la Cruz Roja en áreas cercanas como Santa Rosa y Vallejo. Mientras tanto, seis aeronaves realizan vuelos constantes y drones térmicos ayudan a ubicar puntos calientes ocultos.
Para algunos expertos, como el meteorólogo climático Daniel Swain, "ya no podemos tratar estos incendios como anomalías; son la nueva norma. Las recurrentes mega sequías, el incremento de las temperaturas y la mala gestión histórica de los bosques han creado la tormenta perfecta".
Cambios desde la política y la ciencia
A raíz de los incendios masivos en años previos, el gobierno de California ha redoblado los presupuestos destinados al combate de incendios, alcanzando una cifra récord de 3,000 millones de dólares en 2024. La política pública se entrelaza con la ciencia, y se han implementado proyectos pilotos de reforestación controlada, cortafuegos planificados y tecnología satelital predictiva.
Sin embargo, para comunidades como las de Napa, muchas de estas medidas llegan tarde. A ello se suma la presión sobre el precio de los seguros inmobiliarios rurales, que ha llevado a múltiples aseguradoras a retirarse del mercado californiano, dejando a hogares y negocios sin protección frente a catástrofes.
Turismo entre las llamas: ¿el vino sobrevivirá?
Napa recibe cada año más de 3.85 millones de visitantes, atraídos por la experiencia del vino, la buena mesa y el paisaje idílico. Pero esa experiencia se tambalea tras cada temporada de fuegos, lluvias devastadoras o cortes de energía como los implementados preventivamente por la compañía PG&E durante eventos de clima extremo.
Muchos propietarios de viñedos han comenzado a adaptar sus prácticas. Se experimenta ya con variedades de uva más resistentes al calor y se instalan sensores inteligentes conectados al internet de las cosas (IoT) para una irrigación más eficiente. Aun así, el futuro de la región como un referente vitícola podría verse reconfigurado si las emergencias se consolidan como tendencia.
"La cosecha podría verse afectada no solo este año, sino por varios, porque los suelos necesitarán regeneración," explicó Vincent Lagrand, experto francés en suelos y asesor agroclimático de algunas bodegas californianas.
Nueva normalidad: resiliencia y adaptación
En un contexto cada vez más marcado por eventos extremos, la narrativa colectiva de los californianos —especialmente en zonas rurales— se está moldeando alrededor de la palabra "resiliencia". Desde la arquitectura de casas con materiales menos inflamables, hasta planes de evacuación con simulacros comunitarios, la transformación va más allá del miedo.
Pero la adaptación individual no es suficiente. Expertos en gestión de riesgos insisten en que se necesita una transformación más estructural: desde cambios regulatorios en el urbanismo rural hasta compromisos climáticos serios a nivel federal. Todo esto, mientras el fuego sigue avanzando.
¿Última advertencia o comienzo de lo inevitable?
Muchos se preguntan si el Pickett Fire será la última advertencia o simplemente un nuevo capítulo en la larga lucha contra los incendios forestales exacerbados por el clima. La industria vitivinícola, testigo de siglos de historia, reinvención y desarrollo, enfrenta ahora un desafío existencial en su propia cuna estadounidense.
En un lugar donde la tierra alguna vez olió a roble, fermento y esperanza, hoy huele a cenizas. California arde, y el mundo observa.