Taiwán hace historia en la Serie Mundial de Pequeñas Ligas con una joya de Lin Chin-Tse
Después de 29 años de sequía, el talento taiwanés vuelve a brillar con fuerza en el torneo infantil más prestigioso del mundo
El regreso de un gigante dormido
Después de casi tres décadas de ausencia en lo más alto del podio, Taiwán ha vuelto a reinar en la Serie Mundial de Pequeñas Ligas tras vencer 7-0 a Nevada en la final disputada en South Williamsport, Pensilvania. La estrella del partido fue el joven Lin Chin-Tse, quien protagonizó una actuación digna de leyenda tanto desde el montículo como con el bate.
Una actuación perfecta (casi)
Lin Chin-Tse comenzó el partido con una concentración y dominio poco comunes para alguien de solo 12 años. Retiró a los primeros 13 bateadores que enfrentó y solo permitió un imparable en cinco entradas de labor. Con una recta que superó las 80 millas por hora, el derecho de 1.72 metros hizo ver mal a los bateadores de Nevada, que no encontraban forma de conectar sus lanzamientos.
El único que logró conectar contra Lin fue Garrett Gallegos, quien bateó un sencillo al jardín izquierdo en la quinta entrada. Sin embargo, la amenaza terminó rápidamente cuando Grayson Miranda bateó una línea que fue atrapada por el segunda base, iniciando una doble matanza que aplacó toda esperanza de remontada para los estadounidenses.
Dominio histórico de Taiwán en las Ligas Pequeñas
Con esta victoria, Taiwán suma su 18.º título en la LLWS y consolida su legado como una de las naciones más exitosas en la historia del torneo. Aunque no ganaban desde 1996, su dominio fue espectacular durante los 70 y 80, coronándose campeones cinco veces consecutivas entre 1977 y 1981.
Esta sequía de 29 años no hizo más que agregar dramatismo a su retorno triunfal, convirtiendo a esta generación de jóvenes beisbolistas en héroes nacionales. La victoria adquiere aún más relevancia considerando que la última vez que un equipo internacional había ganado el torneo fue Japón en 2017.
Lin también brilló con el bate
Como si dominar desde el montículo no fuera suficiente, Lin Chin-Tse se encargó también de romper el juego con el bate. En la quinta entrada conectó un triple con las bases llenas, impulsando tres carreras que terminaron por sentenciar el juego a favor de Taiwán. Su habilidad para controlar el juego en ambos lados del diamante levantó aplausos incluso del público rival.
Nevada debutó en una final, pero no logró reaccionar
El equipo de Nevada, que disputaba su primera final en la historia del torneo, no pudo hacer mucho ante la maquinaria bien aceitada que representó Taiwán. Además del dominio de Lin, cometieron errores defensivos costosos y permitieron cuatro wild pitches y un passed ball, lo que facilitó que sus rivales tomaran ventaja.
Uno de los momentos clave fue en la segunda entrada, cuando Jian Zih-De abrió el inning con una base por bolas y eventualmente anotó tras una serie de lanzamientos desviados. En la tercera, otro error defensivo les costó una carrera, mostrando los nervios propios de un equipo novato en estas instancias.
El camino de Taiwán hacia la final
El equipo de Taipéi llegó a la final con paso firme, venciendo en la fase inicial a México con una actuación sólida de Lin, quien lanzó solo tres entradas pero mostró su potencial. Luego, blanquearon a Venezuela permitiendo apenas un hit, consolidándose como la mejor defensa y pitcheo del torneo.
Su ofensiva no se quedó atrás: durante el torneo anotaron un total de 28 carreras y recibieron apenas tres, siendo el equipo más balanceado en todos los aspectos del juego.
¿Cómo se entrena a estos prodigios?
El éxito de Taiwán en las Ligas Pequeñas no es coincidencia. Desde muy temprana edad, los niños que se inclinan por el béisbol en Taiwán son formados bajo una estructura casi profesional de entrenamiento. Las escuelas primarias tienen programas de béisbol altamente competitivos y con una filosofía muy disciplinada.
Además, el país cuenta con una rica tradición beisbolera que se remonta a los años 60, cuando comenzó su participación en el torneo. De los 36 años que han participado, han llegado a la final en 22 ocasiones y ganado 18 veces, una efectividad digna de estudio.
Taiwán y su rol en el béisbol global
Aunque sus jugadores rara vez llegan al estrellato en las Grandes Ligas como sus pares japoneses o dominicanos, el impacto de Taiwán en el béisbol juvenil es insuperable. El país ha creado una base sólida de jugadores que alimentan sus ligas profesionales internas y ocasionalmente sus selecciones mayores.
En 2019, Taiwán fue anfitrión del torneo Premier12 de la WBSC (Confederación Mundial de Béisbol y Softbol), mostrando su compromiso con el deporte. Su tradición de desarrollo juvenil es clave para este éxito.
Una generación dorada para recordar
Lin Chin-Tse podría pasar a la historia como uno de esos jugadores que marcaron una era, al estilo de Cheng-Hsun Chen, quien lideró a Taiwán en 1996. Su combinación de control, potencia y temple lo hacen un candidato claro a continuar su desarrollo en el béisbol profesional a medida que crezca.
“Sabíamos lo que teníamos en Lin”, declaró el entrenador del equipo taiwanés al final del partido. “Pero lo que hizo hoy superó todas nuestras expectativas”.
Una lección para el resto del mundo
Mientras equipos como Japón siguen siendo potencias y nuevos contendientes como Nevada emergen, el triunfo de Taiwán sirve como un recordatorio de que el talento, la disciplina y una estructura de formación sólida son las claves del éxito, incluso en categorías tan jóvenes.
Quizás este campeonato marque el inicio de una nueva era dorada para Taiwán en las Ligas Pequeñas. Lo cierto es que con jugadores como Lin Chin-Tse, el futuro del béisbol asiático está asegurado.
Fuente de datos históricos: Little League International, ESPN Deportes