Jakobi Meyers y la renovación imposible con los Raiders: ¿merece un nuevo destino?

El receptor estrella de Las Vegas pide salir tras una destacada temporada sin caídas de balón. ¿Una nueva víctima de la sobrecarga ofensiva y el juego del draft?

El ascenso silencioso de Jakobi Meyers

Jakobi Meyers no fue seleccionado en el Draft de la NFL de 2019, pero en cinco temporadas ha demostrado que no necesita un número de ronda para brillar en la liga. Desde sus inicios con los New England Patriots hasta su llegada a los Las Vegas Raiders en 2023, el receptor ha dado pasos consistentes que culminaron en su mejor año estadístico en la temporada 2024: 87 recepciones, 1,027 yardas, 4 touchdowns… y cero balones soltados.

De hecho, según Pro Football Focus, Meyers fue el único receptor con al menos 85 objetivos y ningún drop registrado. En un deporte donde la precisión y fiabilidad pueden valer millones, este dato no es menor.

Una salida anunciada

El lunes, un reporte reveló que Meyers ha solicitado un traspaso de los Raiders, tras no llegar a un acuerdo de renovación contractual. Aún tiene un año vigente en su contrato por tres temporadas y 33 millones de dólares, pero sus días en Nevada parecen contados.

¿Qué lleva a un receptor tan productivo a querer marcharse? La respuesta tiene varias capas.

El factor draft y el reemplazo encubierto

En el último Draft de la NFL, los Raiders demostraron que sus planes con los receptores iban por otro camino. Seleccionaron a Jack Bech (TCU) en segunda ronda y a Dont’e Thornton (Tennessee) en la cuarta. Thornton ha brillado en el training camp y ya aparece en las alineaciones de primer equipo.

Además, Tre Tucker y el ala cerrada Brock Bowers (rookie sensación con 112 recepciones y 1,194 yardas en 2024) forman parte de un núcleo ofensivo joven muy diseñado para el futuro. Meyers, con 27 años y una carrera sólida, podría estar viendo cómo su protagonismo se diluye sin justificación deportiva.

Meyers: consistencia subestimada

Jakobi Meyers representa uno de los perfiles menos ruidosos, pero más confiables de la NFL. Desde su salto a titular en los Patriots —donde acumuló 1,670 yardas y 8 touchdowns en solo dos años como titular completo—, nunca dejó de escalar.

  • Temporada 2023 (con Raiders): 854 yardas y 5 touchdowns.
  • Temporada 2024: 1,027 yardas, 4 touchdowns y ningún balón dejado caer.

¿Cómo se mide «el valor» de un receptor? ¿Por el número total de touchdowns? ¿Por su velocidad? ¿O por la seguridad que brinda al mariscal de campo cada vez que lo busca?

Meyers representa esa pieza esencial que todo mariscal necesita en tercer intento y jugadas críticas. Un receptor técnico, cerebral y con manos de confianza. En tiempos donde la habilidad atlética suele primar, el perfil de Meyers encuentra injustamente menos mercado… o eso parece.

El dilema de los Raiders: ¿renovar, apostar al draft o intercambiar?

Tras firmarle un contrato modesto en marzo de 2023, se esperaba que los Raiders dieran continuidad a Meyers como uno de los pilares ofensivos. Sin embargo, la apuesta por el techo de los rookies parece seducir más que la seguridad del presente.

A nivel financiero, un receptor veterano puede representar el doble de coste que un novato con potencial similar sobre el papel. En una liga con un tope salarial exigente, esta matemática suele pesar.

Pero también hay un riesgo: la química no se compra. Meyers ha funcionado con diferentes mariscales (de Mac Jones a Jimmy Garoppolo y Aidan O'Connell), entendiendo rutas complejas y acoplándose a esquemas múltiples. Cambiar esa fiabilidad por promesas puede salir caro… o incluso costar partidos.

Opciones de destino: ¿dónde encajaría Meyers?

De solicitarse oficialmente el traspaso, algunos equipos podrían ser candidatos naturales para hacerse con los servicios de Meyers:

  • New England Patriots: Un regreso sentimental y funcional. Con un cuerpo de receptores joven y vacíos ofensivos evidentes.
  • Carolina Panthers: El joven Bryce Young necesita armas maduras. Meyers podría ser indispensable para su desarrollo.
  • Chicago Bears: Junto a DJ Moore, formarían un tándem de consistencia y versatilidad.
  • Cleveland Browns: Con Deshaun Watson relanzando su carrera, sumar a Meyers junto a Cooper podría dinamizar su ofensiva.

Brock Bowers y el eclipse estadístico

La irrupción de Bowers es tal que en su año de novato ya fue el líder receptor del equipo. Con 112 recepciones y 1,194 yardas desde la posición de tight end, desplazó a todos del foco ofensivo. Ni Davante Adams ni Meyers tocaron semejante volumen, lo cual redibuja prioridades dentro del diseño de jugadas.

Si bien uno podría pensar que la productividad de Bowers potencia al resto, para Meyers parece más bien que le resta visibilidad contractualmente.

¿Un caso más del 'Dead Cap Management'?

Muchos equipos optan por dejar ir talento valioso simplemente por evitar situaciones futuras de dead money —dinero comprometido con jugadores cortados o canjeados—. Ese puede ser el caso si los Raiders buscan evitar tener que pagar garantías mayores a Meyers en 2025.

El nuevo enfoque de la franquicia parece migrar hacia jóvenes con control salarial extendido. Para Meyers, el mensaje está claro: su consistencia no entra en los planes financieros a largo plazo.

¿Y si nadie lo salva?

Otra posibilidad es que los Raiders simplemente esperen a que acabe la temporada 2025 y lo dejen caminar como agente libre. Esta estrategia, aunque pasiva, puede fragmentar la relación emocional y profesional entre jugador y franquicia desde ya.

A juzgar por la información filtrada, Meyers ha dado el primer paso. ¿Lo seguirán? O peor aún: ¿lo ignorarán?

La NFL moderna no siempre premia la fiabilidad

En épocas donde los flashes, saltos espectaculares y 40 yard times acaparan scouts y presupuestos, jugadores como Meyers parecen representar una especie en peligro.

Sin embargo, no todos los equipos piensan igual. Aquellos con aspiraciones serias a playoffs muchas veces valoran la experiencia y capacidad de ejecución silenciosa.

"El hecho de que jamás haya soltado un balón con más de 85 targets en 2024 debe valer más que hype de draft",

dijo un anónimo director de scouting de la AFC a medios especializados esta semana.

Y esa es la clave: ¿cuánto valor real tiene una ruta bien corrida, una recepción segura y un jugador sin drama hoy en día?

Jakobi Meyers es —para bien o para mal— una víctima de su propia sobriedad en un espectáculo que aprecia el ruido más que la eficiencia.

Lo que ocurra en las próximas semanas definirá no solo su futuro individual, sino la percepción hacia cierto tipo de profesionalismo en la NFL.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press