Venus Williams: persistencia, legado y desafío a los límites del tenis moderno
Con 45 años, Venus pisa de nuevo el US Open demostrando que su historia en el tenis aún no ha terminado
Una leyenda que se niega a decir adiós
En un deporte donde los cuerpos jóvenes dominan la escena y las nuevas promesas surgen cada temporada, Venus Williams continúa desafiando las normas. A sus 45 años, la mayor de las hermanas Williams regresó este lunes al Arthur Ashe Stadium para disputar su primer partido de Grand Slam en dos años, enfrentando a Karolina Muchova, semifinalista del US Open en 2023 y 2024.
Con este regreso, Venus no sólo se convierte en la jugadora más longeva en competir en el US Open desde Renee Richards en 1981, sino que también reafirma su lugar como una de las atletas más longevas y resilientes en la historia del deporte profesional. En la era de la velocidad, la potencia y el recambio constante, Venus es resistencia pura.
Un viaje que empezó en 1994
La historia de Venus Williams en el tenis profesional comenzó hace más de 30 años, en 1994. Desde entonces, ha acumulado un palmarés que muchos soñarían alcanzar: 7 títulos de Grand Slam en singles, 14 en dobles femeninos junto a su hermana Serena, dos en dobles mixtos, cinco medallas olímpicas (cuatro de oro y una de plata) y un reinado en el número 1 del ranking WTA.
Pero más allá de los trofeos, Venus ha sido una pionera. Fue una de las grandes impulsoras de la igualdad de premios en Wimbledon y el US Open, y ha sido un faro para las jugadoras afroamericanas, demostrando que el poder reside tanto en la raqueta como en la voz.
Los retos de volver a la cima
El partido de este lunes en Flushing Meadows supone mucho más que otro intento competitivo. Es el reflejo de una atleta que, tras 16 meses fuera del circuito y una cirugía por fibromas uterinos, sigue creyendo en su capacidad de competir con las mejores. En el torneo de Washington, en julio pasado, demostró destellos de su talento, ganando un partido en singles y otro en dobles, pese a la falta de ritmo de competición.
“Quiero ser mi mejor versión, y eso es lo que me exijo a mí misma”, comentó Venus un día antes del inicio del US Open. “No he jugado tanto como las demás, por lo que es un desafío diferente. Solo intento divertirme, estar relajada y ser lo mejor de mí misma.”
Un historial en decaída, pero una motivación intacta
Desde 2019, Venus no ha superado la primera ronda del US Open. En 2020, 2022 y 2023 cayó en su debut. En 2021 y 2024 ni siquiera participó. Mucho se ha dicho sobre su retiro, y cada aparición genera la misma pregunta: ¿debería seguir?
El debate es válido desde una perspectiva estadística. Pero también es importante entender que Venus ya no compite únicamente por trofeos. Compite para mantener viva una llama, un vínculo irrompible con el deporte que no solo ayudó a transformar, sino a redimensionar para las siguientes generaciones.
Una comparación inevitable: Serena vs. Venus
El contraste con su hermana, Serena Williams, alimenta aún más la narrativa. Mientras Serena, con 23 títulos de Grand Slam en singles, selló su retiro en el US Open 2022 con una emotiva despedida, Venus permanece activa. Aunque sus carreras son paralelas, sus motivaciones parecen distintas.
Serena buscaba eclipsar el récord de Margaret Court. Venus, en cambio, ha abrazado un espíritu casi estoico de resistencia. Serena fue una fuerza incontenible. Venus es una roca inquebrantable.
El peso del legado
Venus no sólo juega por amor al tenis, sino por el legado que representa. Su influencia se siente en figuras como Coco Gauff, actual campeona del US Open, o Madison Keys, quienes han expresado públicamente su admiración por las Williams como role models.
“Sin Venus y Serena, no estaría aquí. Ellas abrieron el camino para nosotras”, dijo Gauff tras conquistar el US Open 2023.
¿Qué espera el público de Venus en 2025?
Es poco probable que Venus vuelva a levantar un trofeo de Grand Slam. Las estadísticas, la edad y su limitado número de partidos lo vuelven improbable. Pero si algo ha enseñado Venus a lo largo de tres décadas, es que lo improbable no es igual a lo imposible.
En un tenis femenino marcado por la aparición de estrellas fugaces y ciclos cortos, la longevidad de Venus se ha convertido en una de las historias más extraordinarias. A los 45 años, sigue siendo una figura relevante. Sus movimientos en la cancha, su técnica y su temple mental aún logran acallar a los críticos... si tan solo por algunos juegos.
Un regreso entre desafíos sociales y personales
Además de afrontar un deporte cambiante, Venus ha tenido que lidiar con problemáticas de salud que afectarían a cualquier ser humano común. A su diagnóstico de Síndrome de Sjögren en 2011, se sumó su reciente intervención por fibromas. Aun así, su espíritu competitivo se mantiene intacto.
Venus también ha sabido multiplicar su impacto fuera de la cancha: es empresaria, diseñadora, activista y autora. Su firma de ropa EleVen y su participación en iniciativas sociales ratifican la visión integral que siempre ha tenido sobre su carrera.
¿Por qué Venus aún tiene un lugar en el tenis moderno?
- Inspiración intergeneracional: su presencia continúa inspirando tanto a veteranas como a novatas.
- Liderazgo visual: pocas atletas representan la gracia, fortaleza y mentalidad de campeona como ella.
- Diversidad y representación: su lugar es político y cultural tanto como deportivo.
- Historia viva: cada participación suya es un testimonio de casi 30 años de evolución del tenis femenino.
Un epílogo sin fecha
Lo más probable es que Venus no esté jugando para llegar a otra final. Más bien, su presencia es una declaración: soy parte de esta historia, y aún tengo capítulos por escribir. En cada saque, en cada volea y en cada derrota honrosa se esconde un mensaje: el tiempo puede pasar, pero la pasión auténtica no envejece.
Quizás su último partido pase desapercibido para las nuevas generaciones. Pero en la memoria colectiva de quienes respiraron tenis desde el cambio de milenio, Venus Williams seguirá siendo una reina sin corona reciente, pero con un reino eterno.