La guerra entre Pritzker y Trump: ¿una batalla por la seguridad o por el alma política de EE. UU.?
El gobernador de Illinois desafía abiertamente la política de Trump sobre seguridad y militarización urbana mientras se perfila como figura clave en la carrera demócrata hacia 2028
Chicago, Illinois — La imagen era cuidadosamente simbólica: el gobernador demócrata JB Pritzker navegando por el Chicago Riverwalk en un taxi acuático, pasando frente a una de las torres más icónicas del expresidente Donald Trump. Con la mirada desafiante y rodeado de aliados políticos locales, Pritzker no titubeó: “Sr. Presidente, no venga a Chicago. No es deseado ni necesario aquí”.
Estas palabras, que podrían sonar teatrales, son en realidad el punto de ignición de una disputa política de alto voltaje entre uno de los gobernadores más visibles del Partido Demócrata y el virtual candidato presidencial republicano para 2024. En este extenso análisis, exploramos cómo esta confrontación refleja luchas estructurales por el control, la seguridad pública, la narrativa política y, quizás, el futuro rumbo político de Estados Unidos.
Chicago como escenario de una pugna nacional
Este choque no es nuevo, pero ha escalado. A principios del verano, Trump desplegó tropas de la Guardia Nacional en Washington D.C. y Los Ángeles, amparado en su lema de “law and order”. Ahora, ha puesto la mira en Chicago y Baltimore, dos ciudades de mayoría demócrata que, casualmente, pertenecen también a estados dirigidos por potenciales contendientes presidenciales en 2028: JB Pritzker (Illinois) y Wes Moore (Maryland).
Trump ha sostenido que estas ciudades están “fuera de control” y que sus gobernadores deberían solicitar el envío de tropas federales. Sin embargo, tanto Pritzker como Moore han rechazado de forma rotunda esa idea, acusando a Trump de manipular la narrativa de la criminalidad para fines políticos.
¿Realidad o retórica? El estado del crimen en Chicago
Contrario a la narrativa alarmista de Trump, los datos muestran una tendencia a la baja en la criminalidad en Chicago. Según el Departamento de Policía de la ciudad, los crímenes violentos se han reducido en comparación con los picos alcanzados hace una década. Por ejemplo:
- Los homicidios cayeron un 11% en 2023 respecto a 2022.
- Los robos y asaltos han mostrado una leve disminución o estabilización.
Pritzker y el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, afirman que esta mejora se debe a políticas locales centradas en prevención, inversión comunitaria y reforma policial. Johnson afirmó: “No podemos encarcelar nuestra salida a la violencia”.
Wes Moore y la respuesta desde Baltimore
El gobernador de Maryland, Wes Moore, también alzó la voz contra Trump. Dijo que el expresidente vive en un “estado de ignorancia dichosa” sobre las realidades urbanas. Lo interesante es que Moore no es solo un defensor de Baltimore; es también una figura emergente con aspiraciones presidenciales, lo que hace que Trump ataque a estas ciudades tenga también una connotación política, no solo de orden público.
¿Intervención política o necesidad de control federal?
Utilizar tropas federales sin coordinación con los gobiernos estatales representa una violación tácita del principio de autonomía estatal. Esto alimenta las acusaciones de los demócratas sobre el autoritarismo de Trump. Pritzker no lo oculta: en repetidas ocasiones ha dicho que la estrategia de Trump no trata sobre la seguridad, sino sobre intimidar rivales políticos.
En una declaración cargada de simbolismo, añadió: “Si lastimas a mi gente, nada me detendrá. Haré que enfrentes justicia bajo la ley constitucional”. Una declaración que podría marcar el tono de una futura precampaña presidencial.
¿Le creen los votantes a Trump?
Ahí radica la paradoja. A pesar de los datos que contradicen el discurso de Trump, las encuestas aún lo favorecen en el terreno de la “ley y el orden”.
- Una encuesta de CNN/SSRS de mayo reveló que 4 de cada 10 estadounidenses confían más en los republicanos en cuanto a políticas sobre crimen y seguridad pública.
- Solo 3 de cada 10 se alinean con los demócratas en este tema.
- Votantes encuestados por AP VoteCast para las elecciones de 2024 indicaron que el 50% cree que Trump manejaría mejor el crimen frente al 40% que confiaría en Kamala Harris.
Esto mantiene a los estrategas demócratas en alerta. Durante una reunión del Comité Nacional Demócrata en Minneapolis, se advirtió que los republicanos han triplicado el gasto en publicidad relacionada con el crimen desde 2016.
Hipocresía geográfica: ¿por qué no intervenir en Memphis o Hattiesburg?
Un elemento que socava la narrativa del expresidente es su selectividad. Mientras arremete contra ciudades lideradas por demócratas, se mantiene en silencio sobre zonas con índices de criminalidad aún mayores pero con gobiernos republicanos. Por ejemplo:
- Hattiesburg (Mississippi) tiene una tasa de homicidios más alta que Chicago.
- Memphis (Tennessee) enfrenta niveles comparables, sino peores, de violencia urbana.
Pero tanto Mississippi como Tennessee tienen gobernadores republicanos. Pritzker fue claro: “Esto no es sobre crimen. Es sobre política sucia y cálculo electoral”.
Un momento televisivo calculado
En medio de toda esta confrontación, hay también una jugada mediática. Pritzker reconoció que su mensaje tenía como objetivo llegar al expresidente a través de la televisión: “Sabemos que no lee, pero sí ve televisión”, ironizó durante la rueda de prensa.
De fondo, la imagen de unidad entre líderes comunitarios, religiosos y políticos en el Riverwalk era una puesta en escena diseñada para proyectar fuerza, cohesión y, sobre todo, visibilidad nacional.
El 2028 en el horizonte
Aunque 2024 se avecina como una batalla campal entre Biden y Trump, los aspirantes demócratas para 2028 ya están calentando motores, y Pritzker aparece entre los favoritos.
Su historial incluye enfrentamientos públicos con Trump, reformas progresistas en Illinois, gestión efectiva de crisis como la pandemia y una robusta maquinaria financiera y mediática. No es casualidad que haya recibido con los brazos abiertos a legisladores texanos en fuga tras una acción partidaria de Trump. Ni que cite el Informe Taylor (2023) donde se destaca a Illinois como uno de los estados más progresistas en políticas sociales y económicas.
¿Qué viene ahora?
Trump ha enviado señales mixtas. En ocasiones dice que enviará tropas solo si los gobernadores lo piden. En otras amenaza con desplegarlas sin previo aviso. Ello genera un limbo legal que podría terminar en los tribunales, especialmente si los gobernadores desafían legalmente su autoridad.
Por su parte, demócratas como Pritzker seguirán utilizando la confrontación como una oportunidad para redefinir las narrativas de seguridad pública, desafiando al mantra republicano del “tough on crime” con un enfoque que promete ser “serio en seguridad, sin recursos al miedo infundado”.
Mientras tanto, la política estadounidense se acerca cada vez más a un terreno donde cada ciudad, cada crimen y cada imagen es una pieza en el intrincado tablero presidencial.
Pritzker ya está jugando ese juego. Y lo está jugando para ganar.