Las polémicas leyes azules de Nueva Jersey: ¿descanso dominical o competencia desleal?
La batalla entre el megacentro American Dream y la ciudad de Paramus revela tensiones entre tradición, economía moderna y preferencias del consumidor
El regreso de una vieja polémica
El gigantesco centro comercial American Dream, ubicado en East Rutherford, Nueva Jersey, ha sido desde su concepción una apuesta monumental por el entretenimiento, el consumo y el turismo. Con atracciones como una pista de esquí cubierta, una ola artificial para surfear y una colección de tiendas de lujo y parques temáticos, este complejo parecía destinado a convertirse en un ícono de la región. Sin embargo, su conflicto con las "leyes azules" de Bergen County ha reabierto una vieja controversia sobre el descanso dominical obligatorio.
¿Qué son las leyes azules?
Conocidas en inglés como blue laws, estas normativas tienen raíces que se remontan al siglo XVIII. Se implementaron originalmente con fundamentos religiosos, principalmente con el objetivo de preservar el domingo como día de descanso y adoración. En su forma más estricta, prohibían no solo las ventas comerciales, sino también actividades recreativas y hasta ciertos tipos de tránsito no esenciales.
Hoy en día, la mayoría de los condados de Nueva Jersey han derogado estas leyes, permitiendo normalidad en el comercio dominical. Bergen County, sin embargo, ha optado sistemáticamente por mantener estos estatutos. Así, se convierte en un caso atípico en un país donde el consumo no descansa.
El conflicto con American Dream
Cuando el centro American Dream abrió sus puertas en 2019, lo hizo con la promesa explícita a las autoridades del condado de respetar estas restricciones dominicales. Sin embargo, según un informe de NorthJersey.com publicado en enero, varias tiendas del complejo comenzaron a operar los domingos desde hace casi un año, desafiando las leyes del condado y generando un conflicto legal.
El alcalde de Paramus, Christopher DiPiazza, expresó su indignación públicamente:
“American Dream prometió por registro cumplir con las leyes del condado. Rompieron esa promesa y ahora le están dando una ventaja competitiva injusta a sus tiendas sobre las nuestras.”
La demanda, presentada ante la Corte Superior estatal, alega que los minoristas en American Dream han violado la ley en “cientos si no miles de ocasiones”, con el apoyo y el consentimiento de los propietarios del complejo.
¿Terreno estatal o condado?: El núcleo legal del caso
American Dream, por su parte, afirma que las leyes azules no aplican a sus instalaciones ya que estas están situadas en terrenos propiedad del estado de Nueva Jersey. En un comunicado, calificaron la acción legal como un “espectáculo político sin mérito, impulsado por los intereses privados de competidores cercanos”.
Además de American Dream, la demanda también fue dirigida contra las autoridades estatales, la ciudad de East Rutherford y la New Jersey Sports and Exposition Authority, aunque estos organismos han declinado comentar ante litigios en curso.
Tradición vs. modernidad: ¿quién tiene la razón?
Para los defensores de las leyes azules, como el ejecutivo de Bergen County, Jim Tedesco, la norma no solo tiene un trasfondo moral sino también práctico. Según él:
“El respeto al descanso dominical nos permite una jornada sin congestión, menos contaminación sonora, y más tiempo para la familia y el bienestar.”
Y los números le dan cierta razón: los domingos en Bergen son significativamente más tranquilos en comparación con el tráfico infernal de centros como Paramus entre semana.
Pero para los propietarios de American Dream, especialmente en un modelo de negocio que depende del turismo y del entretenimiento, cerrar sus tiendas en domingo significa cerrar justo en una de las jornadas con mayor afluencia. Para ellos, la competencia es desleal al imponerles normas que muchos juzgan arcaicas.
El precedente histórico
Este no es el primer intento por derogar o modificar las blue laws en Bergen County. En 2012, tras el paso del huracán Sandy, el entonces gobernador Chris Christie suspendió temporalmente las restricciones para permitir la recuperación económica. Sin embargo, al intentar proponer su suspensión permanente, los votantes del condado rechazaron rotundamente la idea en un referendo.
Las cifras refuerzan la vigencia de estas normas: más del 70% de los votantes de Bergen votaron a favor de mantener las restricciones dominicales. Esto subraya un apego cultural y social importante a un estilo de vida menos agitado, al menos un día a la semana.
Un modelo de negocio contra el reloj
El American Dream ha sufrido todo tipo de complicaciones desde su apertura, incluyendo retrasos, sobrecostos financieros y la pandemia del COVID-19. El proyecto costó más de $5 mil millones y ha tenido problemas para alcanzar su punto de equilibrio. Cualquier fricción con las leyes locales representa un obstáculo adicional para quienes buscan rentabilizar esta mega inversión.
Con competidores a tan solo millas de distancia en Nueva York —como Hudson Yards o el Westfield World Trade Center— que operan sin restricciones, los operadores del centro comercial sienten que su viabilidad está comprometida innecesariamente por restricciones que consideran “injustificadas”.
¿Descanso por bienestar o por tradición?
El debate alrededor de las blue laws no es exclusivo de Nueva Jersey. Otros estados como Dakota del Norte, Minnesota o Maine han tenido normativas similares activas hasta hace poco. Y en Europa, países como Alemania o Suiza limitan considerablemente las actividades comerciales los domingos para promover el “descanso social”.
Los defensores modernos de estas leyes no necesariamente lo hacen por motivos religiosos. En muchos casos, el argumento se asocia a la salud mental, el equilibrio vida-trabajo, y la sostenibilidad de formas de vida que no giren exclusivamente alrededor del consumo.
Un informe del Brookings Institution sugiere que las restricciones al comercio dominical pueden mejorar los niveles de bienestar subjetivo, siempre que estén acompañadas de políticas laborales que garanticen días de descanso compensatorios y condiciones dignas.
La última palabra será legal
Mientras los argumentos morales y económicos se entrecruzan, será una corte estatal la que determine si American Dream está realmente infringiendo la ley o si, como argumentan sus propietarios, operan bajo un marco especial por estar en propiedad estatal.
Este caso podría sentar un precedente con posibles implicaciones para otros centros comerciales y zonas de desarrollo económico en todo el estado. ¿Se flexibilizarán las leyes azules con el tiempo, o Bergen County logrará proteger su “descanso sagrado” de los tentáculos del consumismo sin tregua?
Por ahora, la pregunta sigue abierta: ¿defendemos el domingo libre, o adaptamos la ley a una economía que no duerme?