Tom Brady, los Raiders y la NFL: ¿Un conflicto de intereses disfrazado de imparcialidad?

A medida que el legendario mariscal de campo se adapta a su rol como analista estrella en FOX Sports, surgen cuestionamientos sobre su relación con los Raiders y el acceso a información privilegiada

¿Puede Tom Brady “jugar en ambos bandos” sin romper la ética del deporte?

Tom Brady no ha lanzado un pase en la NFL desde su retiro en febrero de 2023, pero eso no significa que haya dejado de estar en el centro mediático y de la liga. Al contrario: su nuevo papel como analista principal de FOX Sports ha capturado la atención del público tanto como su incursión empresarial como copropietario de los Las Vegas Raiders.

Desde su retiro, los movimientos de Brady han generado tanto expectación como preocupación dentro de la NFL. Este año, comenzó su segundo año como comentarista, y la NFL flexibilizó algunas de las restricciones inicialmente impuestas debido a su participación accionaria —un 5%— con la franquicia de los Raiders.

Los “Brady Rules” y el acceso limitado

Inicialmente, la liga impuso reglas muy claras: Brady no podía asistir a prácticas ni ingresar en los complejos de entrenamiento de equipos. Su rol como analista debía mantenerse estrictamente separado de su papel como copropietario, para evitar cualquier percepción —o realidad— de conflicto de intereses.

Sin embargo, ahora se le permite participar de las reuniones de producción con equipos a través de plataformas virtuales como Zoom. Esto marca un cambio importante. Hans Schroeder, vicepresidente ejecutivo de distribución de medios de la NFL, declaró que la decisión “fue un paso natural” para ayudarle a prepararse mejor como comentarista.

“La posibilidad de hablar con coaches, coordinadores y jugadores es clave en la preparación de un analista. Tom no es una excepción”, comentó Schroeder.

A pesar de esto, Brady sigue sin poder asistir a prácticas ni ingresar a instalaciones, al igual que durante el Super Bowl LVIII entre las Águilas de Philadelphia y los Chiefs de Kansas City, cuando solo se le permitió asistir a las reuniones virtuales.

La controversia detrás del micrófono

Si bien Brady ha mantenido que este acceso limitado no afecta su preparación, ya que consume gran cantidad de conferencias de prensa semanales como parte de su análisis, expertos han señalado que se le sigue brindando una ventana única para conectar con entrenadores y jugadores. Esto es algo que pocos —si alguno— otros accionistas de un equipo de la NFL podrían lograr.

Brad Zager, presidente de producción de FOX Sports, negó cualquier tipo de parcialidad o riesgo ético: “No hay razón para creer que exista un conflicto. Tom solo reporta lo que ve y escucha como cualquier analista más”.

El problema ético del doble sombrero: ¿Analista o empresario?

Que Brady mantenga un rol parcial en una franquicia NFL mientras comenta juegos para una red nacional afecta más que su imagen: plantea serias preguntas sobre transparencia y equidad informativa.

Aunque los Raiders no jueguen todos los partidos que Brady pueda comentar, su asociación explícita con uno de los 32 equipos de la liga puede generar dudas sobre favorecimientos editoriales, sesgos narrativos o conflictos internos. ¿Puede Brady ofrecer una crítica objetiva, por ejemplo, sobre los Denver Broncos si sabe que una derrota suya beneficia los intereses de su propio equipo?

Recordemos que cruzar líneas éticas en la NFL ha sido históricamente una línea roja. Desde el famoso 'SpyGate' de los Patriots hasta el caso reciente del 'tampering' de los Dolphins, la liga ha sancionado operaciones donde la equidad competitiva se ha puesto en duda.

El modelo FOX: ¿una estrategia arriesgada o visionaria?

Más allá del debate ético, FOX ha apostado todo su arsenal a Brady, equipándolo con un crew de élite: Kevin Burkhardt como narrador, Erin Andrews como reportera de campo y Tom Rinaldi con segmentos especiales. La dupla debutará este año con el juego entre los Giants y los Commanders el próximo 7 de septiembre.

En su momento, FOX firmó a Brady con un contrato de 10 años por $375 millones, lo cual lo convierte en el comentarista deportivo mejor pagado en la historia, incluso antes de haber debutado en su puesto. La expectativa es alta, especialmente después de una primera temporada en la que no pudo desarrollar todo su potencial por las restricciones de la NFL.

Al permitir ahora mayor comunicación directa con las franquicias —aunque sea virtual— FOX y la liga parecen entrar en una etapa de prueba. El objetivo: mejorar la calidad del comentario, sin comprometer la integridad del deporte.

¿Qué dice el historial? Cuando el pasado influye en el presente

Brady no es el único exjugador que ha cruzado al mundo corporativo tras su retiro. Sin embargo, ninguno lo ha hecho con la envergadura e influencia mediática que él tiene. Con siete anillos de Super Bowl, el quarterback no solo es sinónimo de éxito en la NFL: también es una marca global.

Desde el lanzamiento de su línea de ropa hasta su empresa de bienestar TB12, Brady ha mostrado astucia empresarial. Su salto con los Raiders, de la mano de su excompañero de equipo Jimmy Garoppolo y el propietario Mark Davis, es un paso más hacia la consolidación de un emporio personal.

Sin embargo, nunca antes se había visto a una figura con tal dualidad de intenciones: analista imparcial y accionista interesado.

La visión de la liga: entre la prudencia y el espectáculo

La NFL se encuentra en una encrucijada. Por un lado, la presencia de Brady como analista eleva los ratings. Su debut televisivo fue uno de los más esperados en la última década. Por el otro lado, salvaguardar la equidad y transparencia de la competición sigue siendo prioridad institucional.

De hecho, fueron los propios ejecutivos de la liga quienes instaron a restringir su acceso presencial durante su primer año. Que se le haya dado ahora permiso parcial marca una señal de confianza... ¿o de concesión?

“Entendemos que hay beneficios para su desarrollo como comentarista. Pero tomaremos precauciones. Cualquier cambio adicional se evaluará constantemente”, dijeron voceros de la NFL a medios estadounidenses.

¿Importa al fanático promedio?

Para algunos fanáticos, estas retóricas éticas son secundarias. Lo importante es ver a Brady nuevamente aportando su insight del juego, ahora desde el micrófono. Escuchar a alguien que enfrentó a grandes como Aaron Donald, Von Miller o Ed Reed narrar y analizar partidos puede representar una experiencia enriquecedora para los espectadores.

Sin embargo, otros consideran que la liga debe prestar atención a las apariencias. En una era donde la confianza en instituciones deportivas ha sido erosionada por polémicas, la transparencia importa más que nunca. Más aún cuando se combinan espectáculo, intereses comerciales y toma de decisiones estratégicas.

¿Qué viene para Brady y la NFL?

En los próximos meses, veremos si la participación de Brady en reuniones de producción genera ventajas competitivas, o si simplemente mejora la calidad de la cobertura en FOX. También es probable que la evolución de su rol como copropietario de los Raiders aumente su visibilidad en otros aspectos del negocio, tal vez impulsando gestiones deportivas más directas en el futuro.

Por ahora, el debate queda abierto: ¿es Tom Brady una excepción justificada por su legado, o está la NFL sentando un precedente arriesgado?

Este artículo fue redactado con información de Associated Press