Vigilancia, vuelos secretos y resistencia civil: el nuevo rostro de la política migratoria en EE.UU.

Mientras Trump refuerza las deportaciones y militariza Washington, activistas, demócratas y ciudadanos rastrean vuelos ocultos para mantener la transparencia sobre el destino de miles de inmigrantes.

Estados Unidos bajo la lupa migratoria: cifras, cámaras y cadenas

En agosto de 2025, las calles de Washington D.C. lucen como escenario de una operación militar. Miembros armados de la Guardia Nacional patrullan la capital, una imagen que simboliza el endurecimiento del enfoque de seguridad del presidente Donald Trump. Esta acción, junto con el control federal sin precedentes del Departamento de Policía de Washington, ha generado fuertes reacciones, tanto de apoyo como de crítica. Pero, mientras los debates se centran en el crimen urbano, otra realidad silenciosa ocurre lejos de los reflectores: miles de vuelos de deportación despegan a diario desde aeropuertos estadounidenses, con destino a países de América Latina y el Caribe. Muchos de ellos son imposibles de rastrear por métodos tradicionales debido al uso de cifras falsas, call signs modificados y la aplicación del programa de ocultamiento de datos aeronáuticos conocido como LADD.

Transparencia ciudadana ante la opacidad oficial

Uno de los protagonistas en esta vigilancia alternativa es Tom Cartwright, un exbanquero convertido en observador de vuelos. Desde 2020, ha documentado más de 5,962 vuelos relacionados con deportaciones. Solo en julio de 2025, registró 1,214 vuelos, un 41% más respecto al mismo período de 2024. El 80% de esos vuelos son operados por GlobalX, Eastern Air Express y Avelo Airlines, identificadas como contratistas de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas). A través del seguimiento de fuentes abiertas y colaboración con otras organizaciones, Cartwright –y su grupo Witness at the Border– rastrean aviones, graban desembarcos y alertan sobre prácticas que afectan a miles de personas.

¿Qué es el programa LADD y cómo se usa?

El programa Limiting Aircraft Data Displayed (LADD) es una política federal que permite a las aerolíneas bloquear información clave sobre sus aeronaves: la matrícula (tail number), ubicación, destino y horario. Ian Petchenik, vocero de FlightRadar24, explicó que si bien históricamente algunas aeronaves privadas o de campañas presidenciales han solicitado este anonimato, el aumento masivo de aviones inscritos en LADD desde marzo de 2025 no tiene precedentes. Fuente: FAA - Programa LADD En ese contexto, al menos 40 de los 94 aviones seguidos por La Resistencia –una ONG de derechos migratorios de Seattle– han desaparecido de los radares públicos. Lo mismo ha ocurrido con los códigos de llamada: las siglas que identificaban a ciertas líneas (como GXA para GlobalX) fueron reemplazadas por combinaciones aleatorias, dificultando aún más el seguimiento ciudadano.

La crudeza desde la pista: cámaras en tiempo real

King County International Airport, también conocido como Boeing Field, es una excepción nacional en términos de transparencia. Bajo una orden del ejecutivo del condado, Dow Constantine, el aeropuerto fue equipado con cámaras que transmiten en vivo los movimientos migratorios organizados por ICE. Gracias a estas emisiones, activistas como Stan Shikuma pueden documentar no solo los vuelos, sino las condiciones físicas de las personas deportadas. "Llegan encadenados de pies y manos, custodiados por agentes, a veces cojeando, enfermos o visiblemente afectados", relata. Está documentado que los detenidos viajan con grilletes que unen muñecas, tobillos y cintura, haciéndoles imposible usar el pasamano de la escalera del avión. Las revisiones –palmadas de pies a cabeza, inspección bucal, ajuste de cadenas– ocurren frente a las cámaras y se proyectan en una enorme pantalla en un edificio cercano, además de transmitirse en línea en el sitio del condado.

Vigilantes informales: de activistas a analistas forenses

La labor de Cartwright y otros ciudadanos ha sido calificada por Uzra Zeya, directora de Human Rights First, como “un ejemplo poderoso de rendición de cuentas impulsada por la ciudadanía”. La ONG acaba de asumir el proyecto de seguimiento tras la jubilación operativa del veterano observador. Entre enero y julio de 2025 se registraron al menos 68 vuelos de deportación realizados por aviones militares hacia la base naval de Guantánamo Bay, evidenciando el carácter cada vez menos civil de estos procesos. En muchas ocasiones, ni siquiera los familiares de las personas deportadas conocen el destino o la fecha de partida.

La Resistencia en cifras

Desde Seattle, La Resistencia ha reportado en 2025 un total de 59 vuelos detectados en Boeing Field y cinco en el aeropuerto de Yakima. La cifra supera los 42 vuelos rastreados durante todo 2024. Según sus reportes, al menos 2,279 personas han sido transportadas desde estos aeropuertos, muchas de ellas hacia centros de detención o puntos fronterizos. Guadalupe González, una de sus organizadoras, denuncia que "ICE está haciendo todo lo posible para que no se puedan distinguir sus actividades gubernamentales de otras actividades comerciales". Esto incluye ocultar contratos, modificar rutas y eliminar huellas digitales en registros públicos.

La política migratoria y el efecto Trump II

Las acciones de ICE han coincidido con una jugada política más amplia. Según una encuesta del Centro AP-NORC de Investigación de Asuntos Públicos, el manejo del crimen ha reforzado la popularidad de Trump, con una aprobación del 45% frente al 40% registrada en julio pasado. En contraste, su gestión migratoria ha generado rechazo: solo el 43% de los adultos encuestados aprueban sus políticas al respecto. Esto marca una caída desde el 49% en marzo de 2025. Un estudio de Gallup mostró que el 78% de los estadounidenses consideran la inmigración “una cosa buena” para el país, el nivel más alto desde 2001.

Demócratas: entre el oportunismo político y la empatía real

Los legisladores del Partido Demócrata, tras su derrota electoral en 2024, han encontrado en la crisis migratoria un terreno estratégico para recuperar terreno. Figuras como el congresista Henry Cuellar (Texas) abogan por una línea que combine seguridad fronteriza con protección a inmigrantes sin antecedentes. Desde Nueva York hasta California, los demócratas organizan visitas a centros de detención, confrontan a ICE, promueven proyectos de ley e insisten en reformas que reduzcan las deportaciones masivas. “Transparencia, supervisión y responsabilidad” han sido los lemas más repetidos en los discursos recientes. Una de las figuras más activas, el senador Alex Padilla (California), denunció el “doble estándar moral” al que están siendo sometidos muchos inmigrantes esenciales durante la pandemia, hoy perseguidos sin derecho a proceso judicial.

¿Oportunidad de reforma migratoria real?

Existen al menos tres propuestas relevantes en proceso:
  • Green Card para beneficiarios de DACA: Padilla propone un camino a la residencia permanente para los llamados “Dreamers” y personas que llevan más de siete años viviendo en el país.
  • Reformas al sistema de asilo: Un sector del Partido Demócrata considera necesario modificar las normativas actuales para acelerar procesos y reducir ingreso irregular.
  • Plan Gallego: El senador de Arizona, Rubén Gallego, sugiere limitar el asilo y presionar a otros países a recibir refugiados, complementando el modelo con visas legales más amplias.
El camino, sin embargo, no es sencillo. Los demócratas moderados enfrentan oposición interna de sus colegas progresistas, reacios a modificar el sistema de protección internacional vigente.

La creciente desconexión entre discurso y realidad

Mientras los aliados de Trump celebran cifras menores de cruces fronterizos, millones de vidas enfrentan un futuro incierto. La combinación de vuelos invisibles, represión policial y federalización de fuerzas apunta a una consolidación autocrática de la política migratoria. No obstante, al otro lado del tablero, la resistencia cívica ya no se conforma con protestas. Usa radares, cámaras, bases de datos, estadísticas y alianzas interorganizacionales para frenar la desinformación y evitar que las deportaciones masivas pasen desapercibidas. Como señaló Stan Shikuma en una entrevista reciente: “Ellos quieren borrar esos vuelos del mapa. Nosotros queremos ponerle rostro, historia y verdad a cada uno de ellos”.
Este artículo fue redactado con información de Associated Press