¿Cheesesteak sin Cheez Whiz? El sándwich ártico que revoluciona Suecia

En el corazón del Círculo Polar Ártico, un food truck sueco ha transformado el icónico Philly cheesesteak con carne de alce y reno, creando una fusión gastronómica que sorprende a turistas e inspira a locales

Una reinterpretación nórdica de un clásico estadounidense

En Kiruna, una ciudad situada a unos 200 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico en Suecia, se cocina algo más que historia minera. Zebastian Bohman y Cecilia Abrahamsson, propietarios de Stejk Street Food, están reescribiendo las reglas del famoso Philly cheesesteak. Su versión del icónico sándwich estadounidense sustituye la tradicional carne de ternera por carnes autóctonas como alce y reno, fusionando sabores regionales con una receta extranjera que ha conquistado paladares desde Pensilvania hasta Estocolmo.

El origen ártico del sabor

La inspiración surgió de una combinación de factores: el deseo de ofrecer una comida abundante y sabrosa a los trabajadores de la mina de Kiruna —la mayor mina subterránea de hierro del mundo— y el auge del turismo ártico. Abrahamsson, originaria de Kiruna, destacó que al preguntar a la gente qué tipo de comida querían, muchos respondieron: “Subway”. Pero, fieles a su visión, la pareja decidió ofrecer algo más auténtico e innovador.
“Nunca hemos estado en Filadelfia, pero queríamos crear una versión del cheesesteak que reflejara nuestra tierra,” explicó Bohman.

Un homenaje a la cultura sami

La elección de carne de reno no es casual. Kiruna está en el corazón del territorio tradicional de los Sami, el pueblo indígena del norte escandinavo, que ha practicado el pastoreo de renos por siglos. Incorporar esta carne al menú no solo aporta sabor, sino también identidad cultural.
La carne de reno, al igual que la de alce, posee un sabor más dulce y menos fuerte que otras carnes de caza como el venado o faisán. La carne es magra y repleta de proteínas, y más importante aún, proviene de fuentes sostenibles locales, lo que suma puntos a favor en tiempos de conciencia climática.

El reto panadero nórdico

Uno de los obstáculos más inesperados no fue la carne, sino el pan. Filadelfia está inundada de los famosos hoagie rolls, esos panes semi-blandos y alargados que sirven como base de todo buen cheesesteak. Pero en Suecia, encontrar ese tipo de pan fue todo un desafío. Tras mucha búsqueda, el matrimonio logró que se lo enviasen desde el centro del país, asegurando entregas semanales. Desde su apertura en 2015, Stejk Street Food ha crecido en popularidad. Aunque el menú ha evolucionado para incluir hamburguesas, ensaladas y papas fritas cubiertas de carne, el sándwich ártico sigue siendo la estrella.

Precio y sabor: ¿vale la pena?

Cada semana, el food truck procesa 100 kilogramos de carne de alce y 50 kilogramos de reno ahumado para preparar aproximadamente 1,000 platillos. La calidad tiene un precio: un cheesesteak ártico tamaño regular cuesta 245 coronas suecas, unos $26 USD. En comparación, un cheesesteak en Filadelfia cuesta entre $16 y $18 USD. Pero los visitantes aseguran que el precio lo vale. Don y Anita Haymes, una pareja de turistas británicos, visitan Stejk Street Food cada verano. “Tiene un sabor muy agradable, más dulce. No es tan fuerte como otras carnes de caza,” comenta Don. “Y después de probar uno de estos, se te olvida el clásico con Cheez Whiz.”

Ni rastro de Cheez Whiz en Suecia

En Filadelfia, pedir un cheesesteak es casi una religión. Debes saber si lo quieres "wit" (con cebolla) o "wit-out", y nunca, jamás, cambiar el Cheez Whiz, ese queso procesado derretido que le da la textura icónica al sandwich. Es tan importante que, durante su campaña presidencial de 2004, el senador John Kerry fue duramente criticado por ordenar su cheesesteak con queso suizo. Pero Bohman y Abrahamsson ni se lo plantean: “Eso es demasiado grasiento para Suecia.”

Un fenómeno turístico y local

Kiruna no solo es un destino por su belleza natural o sus Auroras Boreales. El plato de Bohman y Abrahamsson se ha convertido en un fenómeno culinario. La reciente reubicación de la emblemática iglesia de Kiruna —que fue desplazada 5 kilómetros para protegerla del avance de la mina de hierro— atrajo a miles de visitantes. Muchos de ellos, fascinados por el sándwich nórdico, hicieron filas largas para probarlo. Entre los comensales se encontraba Anna Capoccia, una turista italiana que describió su experiencia como “inolvidable”. Tras probar un sándwich de reno y alce, declaró: “Es más sabroso que el de carne de ternera que probé en Filadelfia hace diez años.”

Una nueva identidad gastronómica

Lo que empezó como una réplica creativa ha tomado vida propia. El cheesesteak ártico no intenta reemplazar al original, sino reinterpretarlo bajo los cánones de una región marcada por la naturaleza extrema, la cultura sami y una economía minera en el umbral del cambio. Y lo ha hecho con éxito. En palabras de Bohman: “Pocas cosas representan mejor lo que somos que un buen pedazo de carne local, en un pan adecuado, con sabor auténtico. Puede que no sea Filadelfia, pero para Kiruna, eso es nuestro orgullo.”

El futuro del sándwich: más allá del Ártico

Con el aumento del turismo ártico y el interés global por sabores nuevos, el sándwich sueco tiene el potencial de conquistar más allá de los confines del Círculo Polar. Y mientras los norteamericanos siguen discutiendo entre Pat's y Geno's, en el norte de Suecia, el verdadero duelo se da entre reno y alce. ¿El próximo paso? Quizás la versión vegetariana. “Nunca digas nunca”, dice Abrahamsson mientras ríe. “Pero por ahora, Rudolph sigue en el menú.”
Este artículo fue redactado con información de Associated Press