El dilema de los Mashco Piro: desarrollo, contacto forzado y una selva acorralada

La presencia de la tribu no contactada en zonas habitadas por humanos revela una crisis en expansión en la Amazonía peruana impulsada por la explotación forestal

Una comunidad en peligro

En lo más profundo de la selva amazónica del Perú, una de las tribus indígenas más vulnerables del planeta, los Mashco Piro, se encuentra en la mira del desarrollo económico. Recientes encuentros no deseados entre los Mashco Piro y una comunidad indígena vecina han encendido las alarmas entre expertos en derechos indígenas, ambientalistas y antropólogos.

El cambio aparentemente inocuo de construir un puente sobre el río Tahuamanu, en el departamento de Madre de Dios, ha escalado a una amenaza existencial para los Mashco Piro: se expande la frontera de la tala e infraestructura hacia su territorio.

¿Quiénes son los Mashco Piro?

Los Mashco Piro son una de las más grandes tribus no contactadas del mundo. Evitan cualquier tipo de interacción con el mundo exterior desde hace siglos. Esta decisión no es solo cultural, sino vital: su sistema inmunológico no está adaptado para resistir enfermedades comunes entre los forasteros, como la gripe o un simple resfriado, lo que puede ser letal.

Según datos de Survival International, organización dedicada a los derechos indígenas, hay alrededor de 15-20 grupos indígenas que viven en aislamiento voluntario solo en la Amazonía peruana. Los Mashco Piro destacan por su tamaño y por los históricos incidentes violentos que han tenido cuando extraños ingresan a su territorio.

Contactos forzados y señales de estrés

Enrique Añez, presidente de la comunidad Yine de Nueva Océania, alertó que miembros Mashco Piro fueron vistos rondando las casas del poblado. “Es muy preocupante. Ellos están en peligro”, declaró Añez. Su preocupación resalta el creciente patrón de desplazamiento involuntario de los Mashco Piro hacia zonas habitadas debido al avance de la tala ilegal y legalizada.

Las autoridades están observando la situación, pero las pistas en la selva —huellas de maquinaria pesada, construcción de puentes, apertura de caminos— son difíciles de ocultar. Survival International denuncia que la empresa maderera Maderera Canales Tahuamanu continúa su labor pese a que el Forest Stewardship Council suspendió su certificación de sostenibilidad.

Consecuencias trágicas: los conflictos ya comenzaron

Este no es un problema hipotético. En 2023, dos madereros fueron asesinados por miembros de la tribu con flechas por ingresar a su territorio sin permiso. Nadie fue capturado, ni procesado. La violencia es mutua en estos encuentros forzados y abre las puertas a represalias o intervenciones gubernamentales que, comúnmente, no respetan la autonomía indígena.

“El choque puede ser inminente”, comentó Teresa Mayo, investigadora de Survival International. “La empresa tiene autorización del gobierno y la usa para justificar su presencia, aunque sabe que implica riesgos letales para ambas partes.”

El rol del Estado peruano

El Ministerio de Cultura ha indicado que cuenta con ocho reservas establecidas para pueblos en aislamiento voluntario, cinco más están en trámite de aprobación, y mantiene 19 puestos de control con 59 agentes de protección. Además, aseguraron que se han realizado más de 440 patrullajes en lo que va del año y se duplicó el presupuesto destinado a proteger las comunidades no contactadas en 2025.

Pero expertos sugieren que una mejor política sería restringir totalmente las actividades extractivas en o cerca de territorios indígenas sin contacto, no simplemente monitorearlas.

Una reserva que ya no protege

La Reserva Territorial Madre de Dios fue creada en 2002 para proteger a los Mashco Piro y otros grupos. Sin embargo, César Ipenza, abogado ambientalista, argumenta que los límites de la reserva son difusos e invisibles para sus habitantes. “No saben siquiera qué zona está protegida según el gobierno, lo que facilita que los operativos madereros los expongan al contacto”, señala.

La construcción del puente sobre el río Tahuamanu amenaza con colonizar aún más el corazón de la selva. Esta vía facilitará la entrada de camiones durante todo el año en vez de solo durante la estación seca. El resultado: más tala, más desplazamiento, más riesgo de contacto trágico.

El impacto sobre la biodiversidad y el entorno

Madre de Dios es uno de los puntos con mayor diversidad biológica del Perú, pero también una zona de explotación sin freno. Tanto la tala como la minería ilegal han avanzado con rapidez en los últimos 20 años. En paralelo, estudios como los de World Resources Institute revelan que en 2022 se perdieron 1,55 millones de hectáreas de bosque primario en la cuenca amazónica.

El incremento de caminos y el ingreso de maquinaria incrementa la caza ilegal, introduce enfermedades donde nunca las hubo y contamina ríos y suelos, afectando también a las tribus que sí han tenido contacto con la civilización, como los Yine, Asháninka o Matsés.

¿Cuál es el valor de una cultura intacta?

Las culturas aisladas como la Mashco Piro representan un reservorio vivo de formas alternativas de entender el mundo: formas distintas de organización social, cosmovisión, medicina ancestral y vínculo espiritual con la naturaleza. Si pierden ese aislamiento, el riesgo no es solo físico sino cultural.

Como lo expresa un informe de la ONU sobre derechos indígenas: “El contacto no solicitado casi siempre resulta en la declinación demográfica y cultural de estos pueblos, a veces hasta su extinción.” (Informe A/HRC/18/35, 2011)

Perspectivas para el futuro

La clave del futuro no está solo en detener un puente o cancelar una licencia, sino en establecer una nueva ética de interacción con estos pueblos. El respeto por las decisiones de aislamiento, el reforzamiento efectivo de las reservas y la sanción a empresas invasivas deben ser el eje de una política de Estado.

Lo que está en juego no es solo la vida de un grupo indígena. Es una manera de vivir que ha existido por siglos en equilibrio con el bosque. Es la posibilidad de que ese equilibrio continúe existiendo.

“Los Mashco Piro no están huyendo porque quieran conocer el mundo. Están siendo empujados fuera del suyo.”

Este artículo fue redactado con información de Associated Press