¿Fútbol sin fronteras? La Liga en Miami y el futuro global del balompié europeo

Los planes de llevar partidos oficiales a EE.UU. abren un candente debate sobre la mercantilización del fútbol y su impacto en la identidad deportiva europea

Imagínate esto: un soleado 20 de diciembre en Miami, miles de aficionados ondeando banderas blaugranas y amarillas en el Hard Rock Stadium, mientras FC Barcelona y Villarreal CF disputan un partido oficial de La Liga... a más de 7.000 kilómetros de sus estadios habituales. Lo que suena a exhibición o a partido amistoso de pretemporada podría estar a punto de convertirse en realidad. Una realidad que divida en dos el futuro del fútbol europeo.

¿Fútbol global o traición a la tradición?

La propuesta de trasladar un partido oficial a Estados Unidos, avanzando firmemente hacia una votación clave de la UEFA, representa un punto de inflexión inédito en la gestión del fútbol europeo. Sería la primera vez en la historia que un encuentro de liga regular se juegue fuera del continente. Aunque no es el primer intento —se recordará la intención fallida en 2018— ahora las probabilidades son más altas que nunca.

En el centro de la controversia está Relevent Sports Group, agencia estadounidense cofundada por el dueño de los Miami Dolphins, Stephen Ross, y que lleva años presionando para abrir las puertas de los torneos europeos al mercado norteamericano con el respaldo creciente de clubes como Barcelona.

¿Quién se suma al plan? ¿Y quién se opone?

Detrás del telón, UEFA y la Asociación de Clubes Europeos (ECA) negocian las condiciones bajo las cuales podrían autorizarse estos partidos “fuera de territorio”. Y aunque hasta ahora el presidente de la UEFA, Aleksander Čeferin, ha sido cauto —admitiendo en una entrevista que podrían no tener herramientas legales para impedir el juego si las federaciones nacionales dan su visto bueno—, una parte significativa del fútbol se niega rotundamente.

Real Madrid, por ejemplo, ya ha manifestado públicamente su oposición. El club blanco advirtió sobre el riesgo de esta medida calificándola como “un punto de inflexión” que podría erosionar la integridad del campeonato.

El colectivo Football Supporters Europe (FSE), que asesora a la UEFA, expresó su indignación por la falta de transparencia, diálogo y consideración hacia los aficionados. “Esto es una traición”, resumió Glenn Micallef, el máximo responsable de deporte de la Comisión Europea. “Se está ignorando completamente a los verdaderos consumidores: los hinchas locales, los abonados.”

Inspiración americana: NBA, NFL… ¿y La Liga?

La estrategia no es nueva. La NBA lleva años jugando partidos en Londres, París y Ciudad de México. La NFL organiza encuentros regulares en Reino Unido y Alemania con gran éxito de público e ingresos multimillonarios. MLB y NHL también han tendido sus redes fuera de Estados Unidos.

Esta globalización del deporte estadounidense funciona porque prioriza un producto espectáculo por encima de la territorialidad. Pero, ¿puede la misma lógica aplicarse al fútbol europeo, donde las identidades locales están enraizadas desde hace más de un siglo?

El precedente legal: una victoria para Relevent

El punto de inflexión legal llegó en abril de 2023, cuando FIFA se retiró de una demanda en Nueva York presentada por Relevent, que cuestionaba la autoridad del organismo para prohibir partidos de liga oficiales fuera del territorio nacional. Tras su retirada, la FIFA creó un grupo de trabajo para revisar la normativa existente. La UEFA puso a sus abogados en esa comisión, abriendo tácitamente la puerta a la posibilidad de que iniciativas como el partido en Miami puedan seguir adelante.

El dinero como motor del cambio

En realidad, todo gira en torno al dinero. Clubes como el Barcelona, sacudidos por crisis financieras y sin el respaldo gubernamental o financiero del que pueden presumir los clubes-estado, ven en estas propuestas una vía para equilibrar ingresos con respecto a la Premier League inglesa. La Liga, dirigida por Javier Tebas, ha estado a la vanguardia de este intento comercializador desde hace años.

La agencia Relevent no solo facilita el evento en Miami. También tiene otro objetivo: vender los derechos comerciales de la UEFA para la Champions League a partir de 2027, por un total estimado de 50.000 millones de dólares durante seis años. Este es un negocio sin precedentes para los estándares europeos.

¿Quién viaja al estadio?

Uno de los argumentos más discutidos es la propuesta de Villarreal de pagar el viaje y la estadía de hasta 20.000 abonados para que vayan al Hard Rock Stadium, como forma de mitigar el descontento de su afición local. Aunque suena a gesto admirable, muchos lo consideran impráctico o incluso una maniobra de marketing.

“Eso se parece más a un truco que a una solución real,” comentó Ronan Evain de FSE. “¿Y si otros equipos no pueden permitirse ese gasto? ¿Qué sucede con la igualdad de condiciones?”

¿Atenta contra la competitividad deportiva?

Una de las críticas principales de los opositores tiene base competitiva: al alejar a un equipo de su estadio, se elimina el factor campo, que puede ser determinante. Villarreal, por ejemplo, difícilmente puede trasladar al sur de Florida el ambiente mágico del Estadio de la Cerámica.

Para algunos, la única forma equilibrada de resolver esto sería jugar también el partido de vuelta fuera del país para compensar el desplazamiento del primero, lo cual añade gastos logísticos y posibles complicaciones legales en diversas jurisdicciones.

Alemania dice no, Italia toma nota

Mientras España lidera la iniciativa, Italia observa con interés. La Serie A también ha considerado jugar partidos en el extranjero. Hace poco surgió la posibilidad de llevar un partido entre AC Milan y Como a Perth, Australia, en febrero de 2026.

La motivación no es diferente: nuevas fuentes de ingresos ante la abrumadora supremacía económica de la Premier League inglesa, que en derechos televisivos ya duplica al resto de ligas europeas.

Una bola de nieve difícil de frenar

El próximo 11 de septiembre, en la reunión del comité ejecutivo de la UEFA en Tirana, Albania, podría tomarse una decisión histórica. Muchos insiders del fútbol europeo creen que el partido en Miami será aprobado, marcando un precedente que abrirá las puertas a futuros partidos “out-of-territory”.

“Si se aprueba uno, vendrán más,” dijo Evain con preocupación. “Y si lo que impulsa el gobierno del fútbol es únicamente el dinero, entonces estamos en graves problemas.”

Aunque la UEFA podría optar por clasificar estos encuentros como “excepciones logísticas” (por ejemplo, cuando se cruzan con eventos como los Juegos Olímpicos o Eurocopas que ocupan los estadios), la línea entre excepción y norma parece cada vez más difusa.

¿Estamos listos para una Superliga Global encubierta?

Detrás de todo esto se encuentra la sombra persistente de la fallida Superliga Europea de 2021. Aunque frenada por un rechazo masivo de aficionados, federaciones e incluso políticos, su espíritu vive en estas iniciativas que buscan romper con la regionalidad de las competiciones tradicionales.

La diferencia ahora es que no se trata de una competición nueva al margen del sistema, sino de una metamorfosis del propio fútbol actual bajo las reglas existentes, usando excepciones legales y alianzas comerciales para aplicar una globalización por goteo.

La encrucijada del hincha

Para muchos fanáticos, especialmente los locales, esta nueva era representa una erosión del alma del fútbol. El sentido de pertenencia, la experiencia del estadio, la emoción de ver a tu equipo frente a tus ojos en tu barrio... ¿puede todo eso sobrevivir a las exigencias del mercado global?

O como lo resumió un veterano hincha del Villarreal, entrevistado en la radio pública española: “¿Qué será lo próximo? ¿Jugar la final de la Copa del Rey en Dubái? ¿Un clásico en Beijing? ¿Y si dejamos de llamar a esto fútbol y lo rebautizamos como Football Entertainment League?”

Así de delicado es el equilibrio. Y a partir de septiembre de 2025, podríamos ver cómo el fútbol europeo pisa fuera del continente de forma oficial. Lo que está en juego no es simplemente un partido, sino el alma de un deporte que ha conquistado el mundo precisamente por ser local, comunitario y auténtico.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press