Alerta en supermercados de EE. UU.: Camarones contaminados con material radiactivo
La FDA confirma presencia de Cesio-137 en productos congelados importados desde Indonesia y emitió una alerta de seguridad nacional
¿Qué está ocurriendo con los camarones importados?
En una preocupante cadena de acontecimientos, varias compañías han iniciado el retiro de más de 60,000 paquetes de camarones congelados importados que fueron distribuidos en importantes cadenas de supermercados como Walmart y Kroger en Estados Unidos debido a una potencial contaminación por Cesio-137, un isótopo radiactivo.
Las empresas involucradas en este retiro masivo incluyen a AquaStar USA Corp. de Seattle y H&N Group Inc. de California. Según informó la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA), esta contaminación representa un "potencial riesgo para la salud" si las personas están expuestas de forma constante a bajas cantidades del material radiactivo.
¿Qué es el Cesio-137?
El Cesio-137 es un producto secundario de reacciones nucleares, típicamente generado en pruebas de armas nucleares o accidentes como los de Chernóbil y Fukushima. Aunque en pequeñas cantidades no representa una amenaza inmediata, su ingesta prolongada puede alterar células y aumentar el riesgo de cáncer.
Steve Biegalski, experto del Georgia Institute of Technology, comentó para la American Nuclear Society:
“Los niveles típicos de Cesio-137 en camarones del Océano Pacífico están muy por debajo del umbral de preocupación, pero en este caso, los niveles encontrados en los camarones de BMS Foods son al menos 100 veces mayores”.
Los productos afectados
La retirada engloba productos congelados listos para consumir:
- Más de 26,000 paquetes de camarones para cóctel refrigerados vendidos por Walmart entre el 31 de julio y el 16 de agosto.
- Aproximadamente 18,000 bolsas de camarones medianos, cocidos y pelados, marca Kroger, vendidos entre el 24 de julio y el 11 de agosto.
- Más de 17,000 cajas de camarones congelados distribuidos en la costa este por H&N Group Inc.
Estos productos provienen de la empresa PT. Bahari Makmur Sejati, una compañía indonesia también identificada como BMS Foods.
¿Qué medidas están tomando las autoridades?
La FDA ha emitido una alerta de seguridad instando a los consumidores a no consumir estos productos. Además, dicho organismo ha agregado a BMS Foods a su lista de importación restringida por contaminación química. Esto implica que todos los productos de esta empresa serán detenidos en aduanas y no podrán ingresar a EE. UU.
El origen exacto de la contaminación permanece desconocido. Las investigaciones de la FDA y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. revelaron que los niveles de Cesio-137 detectados alcanzaron 68 becquereles por kilogramo. Si bien están por debajo del límite de seguridad de 1,200 becquereles establecido por la FDA, el hallazgo sigue siendo altamente inusual y alarmante.
¿Cuáles son los riesgos reales para la salud?
Según los expertos, la probabilidad de que los niveles encontrados causen efectos inmediatos en la salud es baja. Sin embargo, la exposición acumulativa a radiación puede ser peligrosa. El consumo continuo podría impactar negativamente en órganos como los riñones y el hígado, además de incrementar el riesgo de desarrollar cánceres en órganos blandos.
“Este tipo de exposición puede no provocar efectos directos, pero sabemos que los isótopos radiactivos actúan de forma silenciosa acumulándose con el tiempo. La transparencia y el monitoreo continuo son esenciales en estos casos”, explicó Biegalski.
La respuesta del sector comercial
Hasta ahora, las cadenas de supermercados implicadas han cooperado retirando los productos de los estantes. Walmart y Kroger han publicado comunicados en sus respectivos sitios web indicando qué lotes están afectados y cómo los consumidores pueden devolver los productos para obtener un reemplazo o reembolso.
Sin embargo, organizaciones de defensa del consumidor están solicitando mayor supervisión, ya que consideran que este caso pone en evidencia una falla sistémica en la regulación de productos importados.
¿Se puede confiar en los mariscos importados?
A pesar de la globalización del comercio alimentario, eventos como este despiertan miedo y desconfianza entre los consumidores estadounidenses. Un informe del Center for Food Safety indica que:
- EE. UU. importa aproximadamente el 94% de sus mariscos.
- Solo una fracción del total es inspeccionada directamente por las autoridades.
- Los productos de origen asiático (como Tailandia, Vietnam e Indonesia) representan más del 50% de las importaciones.
“Es evidente que el sistema de inspección necesita mejoras urgentes. No podemos detectar riesgos una vez que los productos ya están en los supermercados”, declaró Erika Smith, vocera de la organización.
¿Qué se puede hacer como consumidor?
Ante esta situación, los expertos recomiendan:
- Leer cuidadosamente las etiquetas y evitar productos importados de Indonesia con fechas entre julio y agosto de 2024.
- No consumir productos indicados en la retirada, aunque el riesgo parezca bajo.
- Guardar las facturas de compra y dirigirse al punto de venta para devolver los productos afectados.
- Reportar cualquier síntoma inusual o sospecha sobre productos contaminados al portal de seguridad alimentaria de la FDA.
El papel de las regulaciones internacionales
La falta de normas homogéneas sobre contaminación y seguridad alimentaria entre países complica la situación. En EE. UU., la FDA posee estándares bastante estrictos, pero en países exportadores como Indonesia la legislación es menos rigurosa o mal aplicada. Esto crea una brecha crítica de responsabilidad.
La Unión Europea, por ejemplo, prohíbe la importación de alimentos con niveles de Cesio-137 superiores a 600 becquereles por kilo, la mitad de lo que permite EE. UU. Si bien esto indica un umbral de seguridad más estricto, también sugiere la necesidad de armonizar las prácticas regulatorias a nivel global.
Un precedente preocupante
No es la primera vez que se detecta radioactividad en productos del mar importados. Tras el desastre nuclear de Fukushima en 2011, países como Corea del Sur impusieron bloqueos totales a los mariscos japoneses. Hoy, más de una década después, los efectos en los ecosistemas marinos aún son motivo de debate científico.
¿Qué le espera a BMS Foods?
La empresa indonesia se enfrenta ahora a una enorme presión internacional. Además de su inclusión en la lista de alerta de la FDA, podría ver su negocio bloqueado en múltiples países si no logra explicar cómo ocurrió la contaminación.
“La falta de transparencia por parte de BMS y la incertidumbre sobre el origen del Cesio-137 elevan la gravedad del caso”, comentaron fuentes cercanas a la FDA.
Una llamada de atención
Más allá de los impactos inmediatos, esta crisis sirve de recordatorio sobre la vulnerabilidad de la cadena alimentaria global. Estamos ante productos que llegan desde miles de kilómetros y que escapan muchas veces al control minucioso de las agencias sanitarias.
“Como consumidores, debemos exigir mayores controles, trazabilidad y transparencia desde el origen hasta el punto de compra”, concluye Erika Smith.