Cruzar las aguas del turismo: el polémico impuesto climático en Hawái y la batalla legal de la industria de los cruceros

Hawái lanza el primer impuesto de su tipo para enfrentar el cambio climático, pero enfrenta una fuerte oposición de la industria de cruceros, empresas locales y turistas. ¿Solución sustentable o golpe a la economía turística?

Una decisión pionera con costos inesperados

Hawái ha emprendido un camino audaz: implementar el primer impuesto en Estados Unidos específicamente diseñado para combatir las consecuencias del cambio climático a través del turismo. La ley firmada por el gobernador Josh Green en mayo establece un nuevo impuesto del 11% sobre las facturas de cruceros, el cual se prorratea según los días que los barcos estén en puertos hawaianos. Este cargo se suma a otros impuestos ya existentes sobre los alojamientos turísticos, elevando el total a casi 19% en el caso de hoteles y alquileres vacacionales.

Los funcionarios estatales estiman que este impuesto puede recaudar cerca de $100 millones anuales, dinero que sería destinado a mitigar el impacto de la erosión costera, incendios forestales y otros efectos climáticos que están afectando gravemente al archipiélago.

Un rechazo desde el océano: la respuesta de la industria de cruceros

Inmediatamente después del anuncio, la Cruise Lines International Association (CLIA) y varios negocios turísticos e intermediarios en cruceros en las islas unieron fuerzas para presentar una demanda en una corte federal en Honolulu.

Sus argumentos son directos: este impuesto es inconstitucional y supone una carga desproporcionada para un sector turístico específico. "Ningún otro estado impone tarifas comparables", escribieron los abogados de la CLIA. "Ha sido un principio fundamental desde la fundación del país que las aguas navegables de los Estados Unidos son un recurso común", añaden.

Según los demandantes, hasta 300,000 turistas llegan anualmente a Hawái por crucero, generando un impacto económico superior a $600 millones y sosteniendo miles de empleos. Temen que este nuevo cargo desvíe a los turistas hacia otros destinos más accesibles.

El contexto económico del turismo en Hawái

Hawái depende profundamente de la industria turística. En 2023, el estado recibió más de 10 millones de visitantes, y el turismo representó un increíble 17% de su PIB, según Hawaii Tourism Authority. La llegada de visitantes en crucero ha sido especialmente significativa en islas como Big Island y Kauai, donde los cruceros representan una proporción mayor de visitantes comparado con Oahu o Maui.

Sin embargo, estos mismos turistas generan una carga ambiental considerable. Los cruceros son responsables de emisiones de gases de efecto invernadero, residuos y presión sobre los frágiles ecosistemas costeros. Las autoridades defienden el nuevo impuesto como una forma de hacer que quienes contribuyen al problema compartan también la carga de la solución.

¿Turismo sustentable o barrera económica?

Muchos ven este impuesto como parte de una tendencia global hacia un turismo más sostenible. Ciudades como Venecia y Barcelona también han implementado medidas restrictivas o tarifas climáticas para visitantes, en un intento por mitigar el impacto del turismo masivo.

"No podemos seguir dependiendo de un modelo turístico intensivo que compromete nuestra infraestructura, conserva poco el medio ambiente y deja demasiados beneficios en muy pocas manos", declaró Nicole Yamase, bióloga marina oriunda de Micronesia radicada en Honolulu.

En contraste, Ryan Tanaka, propietario de una empresa turística que ofrece recorridos para pasajeros de crucero en Hilo, ve la medida muy distinta: “Estamos penalizando a visitantes y afectando directamente a familias locales que dependen de este ingreso. Se están cerrando puertas sin alternativas claras”, afirmó en entrevista con Hawaii Public Radio.

Aspectos legales: ¿puede Hawái controlar sus costas?

La batalla legal se centrará en si un estado tiene derecho a imponer tarifas adicionales a la industria naviera, cuyo movimiento depende de vías navegables federales. El argumento de la CLIA sostiene que, al tratarse de aguas de uso común acorde a la Constitución de EE.UU., ninguna entidad estatal puede privatizar ese acceso mediante impuestos.

No obstante, abogados del estado podrían argumentar que una vez que los cruceros están en puerto, deben someterse a leyes locales de la misma manera que los hoteles y aerolíneas pagan impuestos por operar en el estado.

Impacto inmediato y tensión en crecimiento

Los cruceros se planean con al menos 12 o 18 meses de anticipación, por lo tanto, aunque el nuevo impuesto entre en vigencia en 2025, la industria afirma que los efectos ya se están notando. “Los consumidores están cambiando sus planes ahora mismo. Están buscando otras rutas en Alaska o el Caribe”, menciona el documento presentado junto con la solicitud de una orden judicial para suspender la ley temporalmente.

Aunque desde el gobierno estatal aún no han respondido al litigio públicamente, los analistas esperan un debate prolongado que podría llegar hasta el Tribunal Supremo de EE.UU. de ampliarse el conflicto a otros sectores del transporte o turismo.

Precedente nacional y futuro del turismo climático

Este caso podría tener ramificaciones más allá de Hawái. Ante la crisis climática y sus costos crecientes, otros estados con atractivo turístico están explorando mecanismos similares para generar fondos de adaptación. Por ejemplo, Oregón estudia cobrar por milla a conductores de vehículos eléctricos, y ciudades costeras en Florida están considerando tarifas por impacto ambiental.

En este sentido, Hawái podría convertirse en un precedente legal y económico. ¿Es legítimo — y justo — cobrar a los turistas por los daños que su presencia ocasiona? ¿O se trata de un doble estándar que favorece a ciertos sectores sobre otros?

Turismo bajo fuego en la era climática

La legislación hawaiana y la demanda que enfrenta reflejan una pregunta que irrumpirá con fuerza en más regiones del mundo: ¿Cómo financiamos nuestra adaptación climática sin sacrificar nuestras economías dependientes del turismo? La respuesta puede definir no solo el futuro de Hawái, sino también el equilibrio entre movilidad global y responsabilidad ambiental en las próximas décadas.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press