El giro explosivo de Trump: revocar la protección del Servicio Secreto a Kamala Harris y desafiar al Congreso con recortes ocultos
Con decisiones que rompen precedentes y crispan a la clase política, Trump avanza con su estilo implacable ante las elecciones de 2028
Un precedente sin igual: Trump retira seguridad a Harris
En un movimiento tan inesperado como polémico, el presidente Donald Trump ha revocado la protección del Servicio Secreto a la exvicepresidenta Kamala Harris. Esta decisión, confirmada por un alto funcionario de la Casa Blanca, marca un viraje radical en los estándares históricos de seguridad nacional para ex-altos funcionarios.
En situaciones normales, los exvicepresidentes reciben protección federal durante seis meses después de dejar el cargo. Sin embargo, una directiva firmada discretamente por el expresidente Joe Biden había extendido el plazo de seguridad para Harris hasta julio de 2026, en reconocimiento a la creciente polarización y las amenazas persistentes en el entorno político actual. Pero Trump ha decidido revertir esa directiva y retirará toda protección este lunes.
"Se trata de una ruptura preocupante en la continuidad de la seguridad para figuras públicas que siguen expuestas a riesgos, especialmente en un clima tan tenso como el actual", alertan expertos en seguridad.
¿Una revancha política o una estrategia electoral?
La exvicepresidenta Harris, una de las figuras más destacadas del Partido Demócrata, perdió ante Trump en las elecciones de 2024, pero sigue siendo una candidata potencial para 2028. Actualmente se prepara para su gira internacional de lanzamiento del libro "107 Días", un repaso personal al efímero intento de campaña presidencial que la hizo candidata demócrata frente a Trump.
La gira, con paradas en ciudades clave como Toronto, Londres y Los Ángeles, comenzará justo un día después del retiro oficial de su seguridad. Esta coincidencia de fechas ha suscitado interpretaciones políticas: ¿está Trump castigando a una potencial rival o simplemente ejerce su poder ejecutivamente?
"Está usando el cargo como un arma contra sus adversarios", afirmó David Rothkopf, analista político y exsubsecretario de Estado para seguridad nacional. "Esto no es una cuestión de logística. Es un mensaje para quienes lo desafíen".
La historia del recorte más silencioso: el ‘pocket rescission’
Pero los movimientos controversiales de Trump no terminan ahí. En otra jugada inusual, ha utilizado por primera vez en casi 50 años una maniobra conocida como "pocket rescission", para congelar $4.9 mil millones en ayuda internacional previamente aprobada por el Congreso.
La última vez que se usó esta herramienta fue en 1977 por parte del entonces presidente Jimmy Carter. Bajo la Ley de Control de Impugnaciones de 1974, el presidente puede proponer que ciertos fondos no se gasten. Normalmente, el Congreso debe aprobar o rechazar esta sugerencia dentro de 45 días.
Pero Trump presentó su solicitud tan cerca del cierre del ejercicio fiscal (30 de septiembre) que no habrá tiempo para que el Congreso actúe, logrando así que el dinero no se gaste, sin necesidad de votación alguna. Es una jugada legal pero extraordinariamente polémica.
Una estrategia de ejército unipersonal
Según la carta enviada por la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, los fondos congelados provienen del Departamento de Estado y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). El hecho de que Trump pueda tomar estas decisiones sin consulta directa al Congreso ha activado todas las alarmas.
“Este precedente erosiona la autoridad presupuestaria del Congreso”, dijo la politóloga Sarah Binder de la Brookings Institution. “Si esto se institucionaliza, el Presidente podría tener libertad para invalidar cualquier gasto aprobado con simplemente esperar a fin de año.”
No se trata sólo de cortar fondos, sino de tomar control unilateral del rumbo geopolítico de EE.UU., ya que gran parte de estos recursos estaban destinados a aliados cruciales en Europa del Este, Asia y América Latina.
Seguridad nacional, política exterior y campaña electoral: el tablero de Trump
Estas acciones apuntan no sólo a la consolidación del poder presidencial, sino también a preparar el terreno para una reelección agresiva en 2028. Con dos intentos de asesinato frustrados durante su administración, Trump ha fortalecido su narrativa de "presidente asediado", y esta serie de decisiones audaces podría ser vista por su base como acciones firmes ante un sistema que considera corrupto.
Sin embargo, analistas advierten que estos movimientos podrían polarizar aún más al país. “Está desmantelando normas por conveniencia política inmediata”, expresó Norm Eisen, exasesor del gobierno de Obama. “Cada línea que cruza aleja al país del modelo institucional y lo acerca al personalismo autoritario.”
Impacto en el juego político de Nueva York
Simultáneamente, en el campo local, la figura de Zohran Mamdani gana impulso como candidato a alcalde de Nueva York. Con un discurso centrado en la asequibilidad de vida, Mamdani busca captar el apoyo de votantes afroamericanos mayores que tradicionalmente han respaldado a figuras como Andrew Cuomo y Eric Adams.
En esta dinámica, el control nacional ejercido por Trump podría provocar un efecto dominó a nivel local. La versión dura y centralizada del liderazgo resuena con ciertos segmentos del electorado que han perdido la fe en instituciones más horizontales. El tema económico —tanto en términos de seguridad personal como inversión social— será decisivo.
Un país donde la protección y el presupuesto se negocian con ideología
Estamos presenciando una era en la que la seguridad personal de los líderes y la proyección internacional de los EE.UU. se negocian desde una perspectiva altamente ideologizada. Al eliminar la protección a Harris y desfinanciar ayuda internacional, Trump rehace el mapa político en tiempo real. Se muestra impasible ante convenciones y decidido a usar cada faceta del poder presidencial como fichas en un juego que solo él define.
Lo que queda por ver es si estas medidas serán contrarrestadas por el Congreso o si, como auguran sus más cercanos aliados, Trump consolidará un estilo político que coloca su impronta por encima de toda norma anterior.