El ocaso de Mourinho: ¿Fin de una era o inicio de una reinvención?
Tras su salida de Fenerbahce, el 'Special One' enfrenta su momento más crítico lejos del protagonismo europeo que una vez lo definió
El divorcio con Fenerbahce
Jose Mourinho ya no es entrenador del Fenerbahce. El técnico portugués y el club turco decidieron poner fin a su corto y turbulento vínculo apenas un año después de su llegada. El anuncio se produjo dos días después de que el equipo quedara eliminado de la Champions League en la fase previa a manos del Benfica.
“Nos separamos de Jose Mourinho. Le agradecemos su esfuerzo por nuestro equipo y le deseamos éxito en su futura carrera,” señaló el comunicado oficial del club en redes sociales. El mensaje, breve y sin sentimentalismos, refleja también el distanciamiento que se había generado entre ambas partes con el paso de los meses.
Un ciclo breve y lleno de polémicas
Mourinho no acostumbraba ser una figura sin impacto mediático, y en Turquía no fue la excepción. Su etapa en Fenerbahce estuvo marcada por más escándalos que por logros deportivos. Entre los episodios más sonados destaca el altercado con Okan Buruk, entrenador del archirrival Galatasaray, en el clásico de Estambul. Mourinho le agarró la nariz en pleno partido, provocando una sanción de tres encuentros y una multa económica.
No fue la única. En febrero, recibió una sanción de cuatro partidos adicionales tras lanzar comentarios incendiarios tras enfrentar nuevamente a Galatasaray. La imagen del técnico provocador, que se alimenta del conflicto, volvió a sobreponerse al estratega táctico que alguna vez deslumbró a Europa.
Los números no ayudan
En lo deportivo, su único curso al frente de Fenerbahce culminó con el equipo como subcampeón de la Superliga turca, nuevamente por detrás del eterno rival, Galatasaray. La eliminación prematura en la Champions fue el punto de quiebre.
Para Fenerbahce, el resultado significó alargar una sequía que ya suma 17 temporadas sin disputar la fase de grupos del máximo torneo de clubes de Europa.
Mourinho y su ausencia prolongada en Champions
Más allá de su paso por Turquía, lo que realmente llama la atención es que Jose Mourinho no entrena en la Champions League desde hace seis temporadas. Una ausencia prolongada para alguien que fue dos veces campeón del torneo (con Porto en 2004 e Inter de Milán en 2010), y que dirigió a gigantes como el Real Madrid, Chelsea y Manchester United.
Desde su despedida del United en 2018, su carrera no ha logrado despegar en la misma medida. Aunque tuvo un paso más decoroso en la AS Roma, coronándose campeón de la UEFA Europa Conference League en 2022 (el primer título europeo en la historia del club), el brillo de los grandes escenarios ha estado ausente.
La desproporción entre fama y resultados
Mourinho, ahora de 62 años, ha tenido uno de los currículums más codiciados del siglo XXI:
- 2 Copas de Europa
- 2 UEFA Europa League
- Championship inglesa (Chelsea)
- Serie A (Inter)
- LaLiga (Real Madrid)
- Primeira Liga (Porto)
Sin embargo, su trayectoria desde 2015 ha estado marcada por un descenso progresivo tanto en éxito como en influencia táctica. Sus defensores dirán que sigue siendo un estratega brillante con habilidades comunicacionales sin igual. Sus detractores, en cambio, lo acusan de ser un técnico anclado en el pasado, reacio a adaptarse al fútbol moderno.
¿Es Mourinho un entrenador «terminado»?
Esta es una de las grandes preguntas que divide a analistas y aficionados. Algunos argumentan que Mourinho ha quedado obsoleto frente a las propuestas dinámicas y ofensivas que dominan el fútbol actual: técnicos como Guardiola, Klopp o Arteta han atrapado la imaginación del público con modelos proactivos. Otros creen que el portugués todavía tiene fútbol que ofrecer si logra reinventarse.
El hecho de que haya aceptado dirigir en Turquía, una liga con menor exposición internacional, fue interpretado por muchos como una «bajada» en sus aspiraciones. Sin embargo, Mourinho él mismo había dicho en 2023: “No vine aquí a descansar ni a retirarme, vine a construir una historia.” Una historia que, irónicamente, se acabó en apenas una temporada.
El contexto de Fenerbahce
La salida de Mourinho también deja al club otomano en una encrucijada. Fenerbahce lleva años sin ganar la liga y su constante fracaso en acceder a la Champions los hunde más en un pozo de frustración. Traer a Mourinho fue una jugada arriesgada que buscaba tanto prestigio como títulos rápidos —una apuesta que claramente salió mal.
El club, uno de los tres grandes de Estambul junto con Galatasaray y Besiktas, sigue sometido a la hegemonía de su máximo rival. Desde 2014 no levanta el título liguero, y su próxima campaña europea será en la Europa League, otro duro golpe para su afición.
La posibilidad de un regreso a la élite
¿Qué sigue para Mourinho? Si bien su figura parece haber perdido fuerza entre los gigantes europeos, aún conserva un prestigio de marca tan potente que pocos entrenadores pueden igualar. Su sola presencia llena estadios, atrae medios y levanta pasiones.
Podría considerar destinos exóticos, como Arabia Saudita o Estados Unidos, aunque ello lo alejaría aún más del foco competitivo. En el viejo continente, clubes en transición como el Milan, Sevilla o incluso la Selección de Portugal podrían ser opciones futuras si quiere mantener viva la llama de la elite.
¿Mourinho: el último entrenador estrella?
Hay un componente mediático que no puede ignorarse: Mourinho ha sido quizás el último gran entrenador rockstar, en la línea de aquellos que eran casi más famosos que sus jugadores. Su terno negro, su actitud provocadora, sus frases icónicas (“no soy uno, soy el Special One”) lo convirtieron en una figura pop dentro del fútbol.
En tiempos en los que los entrenadores son cada vez más meticulosos, corporativos y técnicos, Mourinho fue emoción, narrativa y personaje. Quizás por eso muchos no quieren que se apague su carrera. Porque con él, el fútbol también contaba con otra forma de drama.
Una carrera que aún no dice su última palabra
Puede que Mourinho no vuelva a ganar una Champions. Puede que no vuelva a entrenar a un equipo top. Pero si algo ha demostrado el portugués es su capacidad de resiliencia. Fue despedido del Chelsea… y volvió a ganarlo todo con Inter. Fue despedido del Real Madrid… y ganó títulos con el United. Vivió la decepción de Tottenham… y encontró una revancha emocional con Roma.
Como él mismo dijo: “Un día alguien me dará la oportunidad adecuada y volveré. Porque yo siempre vuelvo.”
El Mourinho de hoy está lejos de su mejor versión, pero si algo sabe hacer es crear narrativas inesperadas. Quizás su próximo capítulo sorprenda más de lo que todos anticipamos.