La Liga Profesional de Oceanía: Un pequeño paso para el fútbol, un salto gigante para una región marginada
La OFC Professional League nace con la ambición de revolucionar el fútbol en Oceanía y convertirse en modelo para otras regiones del planeta
Una región olvidada por el fútbol mundial
Cuando pensamos en el fútbol global, solemos enfocarnos en las potencias tradicionales: Europa, Sudamérica y, más recientemente, Asia o África. Sin embargo, una región ha permanecido históricamente fuera del radar: Oceanía. Con pequeñas poblaciones, aislamiento geográfico y recursos limitados, competir a nivel internacional ha sido una meta casi inalcanzable. Pero eso podría estar a punto de cambiar.
La OFC Professional League: la gran apuesta
A partir de enero de 2025, se pondrá en marcha la primera liga profesional de fútbol de Oceanía: la OFC Professional League. Anunciada oficialmente por la Confederación de Fútbol de Oceanía (OFC), esta liga incluye ocho clubes preferentes de siete países insulares, además de un invitado especial desde Australia.
Los equipos seleccionados son:
- Auckland FC (Nueva Zelanda)
- Christchurch United (Nueva Zelanda)
- Bula Boys (Fiyi)
- Solomon Kings (Islas Salomón)
- Hekari United (Papúa Nueva Guinea)
- Vanuatu FC (Vanuatu)
- Tahiti United (Tahití)
- South Melbourne (Australia)
Esta última inclusión es significativa: Australia abandonó la OFC en 2006 para unirse a la Confederación Asiática, buscando mayor competitividad. Su regreso parcial en forma de club es indicativo del valor que esta iniciativa ya comienza a generar.
Un calendario serio para un nuevo nivel
Según Stuart Larman, gerente de la liga, una de las mayores motivaciones detrás de este nuevo torneo es dotar a los clubes y jugadores de un calendario consistente y desafiante. “Cuando visité a las asociaciones miembros de la OFC por primera vez, me dijeron que sus mejores jugadores solo disputaban dos o tres partidos intensos al año”, explica Larman.
Con la OFC Professional League, cada club disputará al menos 17 partidos por temporada. La idea es crear un sistema con calendario, formato y exigencias similares a los de ligas profesionales alrededor del mundo. Esto abrirá espacio para el desarrollo tanto de jugadores como de entrenadores, árbitros y personal administrativo.
Una respuesta a fracasos dolorosos
En la última edición del Mundial de Clubes 2025, el más prestigioso torneo de clubes a nivel internacional, los resultados para Oceanía fueron humillantes. El Auckland City, representante histórico de la región y club mejor clasificado de la confederación, cayó 10-0 ante el Bayern Múnich y 6-0 frente al Benfica. Aunque logró un empate 1-1 contra Boca Juniors, las diferencias en infraestructura, ritmo competitivo y preparación eran notorias.
Por un lugar en el Mundial de Clubes 2029
Una motivación adicional para los participantes es que la liga se convertirá en el principal camino de clasificación hacia el Mundial de Clubes 2029. La expectativa es que este nuevo formato proporcione las condiciones para que el campeón de Oceanía tenga mejores herramientas para presentar batalla frente a los grandes del fútbol internacional.
Más allá del césped: hacia una profesionalización integral
La profesionalización no se limita al campo de juego. James Kitching, exdirectivo de FIFA y la AFC, asegura que:
“Los requisitos de licenciamiento de la OFC obligarán a los clubes a implementar estándares profesionales en gobernanza, infraestructura y gestión deportiva.”
Esto también puede traduirse en beneficios económicos para clubes formadores, mediante pagos por formación, mecanismos de solidaridad y eventual pago de transferencias, algo casi inexistente hoy día en Oceanía.
Un potencial modelo global según FIFA
La FIFA ha comenzado a adoptar un enfoque más flexible sobre el concepto tradicional de “una liga por país”. Esta liga transnacional, inicialmente vista como una excepción, ahora podría convertirse en ejemplo. Kitching asegura: “El modelo de competencia transfronteriza podría adoptarse en varias regiones del mundo por razones deportivas, comerciales o estructurales.”
Ejemplos previos incluyen la BeneLiga (entre equipos belgas y neerlandeses) o la liga báltica en básquet, pero en fútbol profesional sería una verdadera revolución.
La inclusión de South Melbourne: un gesto simbólico y práctico
Muchos se preguntaron por qué South Melbourne, un club australiano, fue incluido en la liga. Claramente tiene un rol estratégico: permitir elevar el nivel del torneo con un club profesional con historia. Fundado en 1959, South Melbourne fue considerado durante años uno de los clubes más prominentes del fútbol australiano antes de la creación de la A-League.
Su inclusión podría atraer audiencia, patrocinadores y, tal vez, profesionalizar aún más la estructura de sus rivales insulares. También representa una posible reconciliación futbolística entre Australia y la OFC tras casi dos décadas de separación.
La enorme oportunidad para los jóvenes talentos
En Oceanía, muchos talentos futbolísticos no logran desarrollo profesional por falta de herramientas. Los scouts internacionales raramente se aventuran hasta las islas del Pacífico, salvo por excepciones. Con esta liga, jugadores como Henry Fa'arodo (Islas Salomón), que alguna vez brilló sin apoyo masivo, podrían tener una estructura que impulse sus carreras.
“La exposición constante frente a ojeadores, transmisiones y datos estadísticos puede cambiar el destino de docenas de jóvenes talentos.”, afirma Marco Rojas, futbolista neozelandés con pasado en clubes europeos y de Australia.
Obstáculos clave para lograr el éxito
Naturalmente, los desafíos son gigantes:
- Logística: La enorme dispersión geográfica implica altos costos de viajes y planificación.
- Infraestructura: Muchos clubes aún no cuentan con estadios apropiados ni centros de entrenamiento.
- Financiamiento: Será clave atraer inversores y patrocinios sostenibles.
- Seguimiento mediático: Sin televisación o visibilidad internacional, el proyecto puede perder impacto.
La OFC todavía trabaja en establecer alianzas comerciales y derechos de transmisión. Se rumora que plataformas como DAZN o FIFA+ podrían estar interesadas en adquirir los derechos por ser una novedad con potencial mediático.
Un símbolo para otras regiones en desarrollo
En un contexto donde FIFA busca desarrollar el fútbol en entornos desfavorecidos, lo sucedido en Oceanía puede servir como un caso de estudio. ¿Podría África Central tener su liga transnacional? ¿Los países caribeños podrían unir fuerzas? Las posibilidades son reales si el modelo oceánico funciona.
La OFCP League no cambiará el mundo de la noche a la mañana, pero sí puede cambiar el futuro de miles de futbolistas, árbitros y entrenadores que alguna vez soñaron con competir en un entorno profesional. Oceanía empieza a escribir su propia historia en el fútbol global.
Como dijo Larman al cierre de la presentación del proyecto: “Podríamos parecernos poco a Europa, pero nuestro corazón late igual por el fútbol. Esta liga es prueba de ello.”