Newsom frena medidas contra petroleras en California: ¿Cambio estratégico o capitulación ante la industria?

La Comisión de Energía de California aplaza hasta 2030 las sanciones contra ganancias excesivas de petroleras, generando fuertes críticas y cuestionamientos sobre la lucha climática del estado.

Un repliegue inesperado en la ofensiva contra el petróleo

En una medida sorpresiva que ha generado un intenso debate en los círculos políticos, ambientales y energéticos, la Comisión de Energía de California decidió aplazar hasta 2030 la imposición de sanciones económicas a las compañías petroleras que registren ganancias excesivas. La decisión llega dos años después de que el gobernador Gavin Newsom declarara que el estado había "vencido al gran petróleo", con una ley que buscaba poner freno al poder económico de la industria frente al ciudadano común.

¿Qué preveía la ley de penalización?

En medio del aumento récord de precios de gasolina en California en 2022, Newsom convocó una sesión legislativa extraordinaria para aprobar una ley que otorgara autoridad a la Comisión de Energía para aplicar un límite a las ganancias de las refinerías. La ley fue aprobada en 2023, aunque no establecía penalizaciones automáticas, sino que dejaba en manos de la comisión la evaluación y eventual imposición.

No obstante, a dos años de aprobada, aún no se había impuesto una sola multa, ni establecido lo que se consideraría una ganancia excesiva. La decisión de aplazar aún más su implementación ha sido vista por muchos como una claudicación ante la industria petrolera.

¿Por qué ahora? Refinerías cerrando y preocupación por el suministro

La votación para posponer la medida se produce luego del anuncio del cierre de dos refinerías que en conjunto representan el 18% de la capacidad de refinación del estado. Esta coyuntura ha llevado a las autoridades estatales a priorizar la estabilidad del suministro energético por encima de las metas climáticas a corto plazo.

Además, la administración Newsom está considerando agilizar temporalmente los permisos para perforar nuevos pozos en campos existentes, una política que ha generado desconcierto entre activistas ambientales.

La respuesta de los defensores del consumidor

Uno de los más duros críticos de esta decisión ha sido Jamie Court, presidente de Consumer Watchdog, una organización clave en el impulso de la ley. "Es básicamente un regalo para la industria", dijo Court. "Estoy realmente desilusionado y disgustado con Newsom. Esto es un giro total que desembocará en aumentos de precios aún mayores para el consumidor".

El contraargumento de la industria petrolera

Desde hace meses, las principales firmas energéticas del estado, respaldadas por la Asociación de Petróleo de los Estados del Oeste (Western States Petroleum Association), vienen presionando por la postergación de la penalización durante 20 años. Jim Stanley, portavoz de la asociación, declaró: "Limitar las ganancias es una política equivocada que no aborda las verdaderas causas del alto precio de los combustibles en California: altos costos, regulaciones caras, restricciones de suministro y la realidad de que la gasolina aún seguirá siendo un motor crucial de la economía estatal".

Los precios más altos del país: el dilema californiano

California tiene los precios de combustible más altos de Estados Unidos. Según datos de AAA, el precio promedio de la gasolina regular en el estado alcanzó los $4.59 por galón, muy por encima del promedio nacional de $3.20. Una parte sustancial de esta diferencia se atribuye a los impuestos y regulaciones ambientales estatales.

Para Severin Borenstein, economista y profesor de políticas públicas en UC Berkeley, este contexto explica el cambio de enfoque: "Claramente, las autoridades están dirigiendo su atención hacia la asequibilidad y reconociendo que los altos precios podrían no estar directamente ligados a las operaciones de las refinerías", señaló.

El costo político y ambiental del retroceso

La decisión de aplazar las sanciones pone en tela de juicio el compromiso de California con su ambiciosa agenda climática. El estado ha sido un referente en el combate al cambio climático en EE.UU., pero esta medida podría minar su credibilidad al respecto.

Julia Stein, directora adjunta del Frank G. Wells Environmental Law Clinic de UCLA, explicó que el estado está entrando en una nueva fase de la transición energética. "Ahora enfrentamos una etapa donde ciertos problemas se están volviendo más agudos, y estamos viendo cómo intentan responder en tiempo real", dijo.

¿Qué se espera para los próximos años?

Con la penalización diferida hasta 2030, queda por verse si la Comisión de Energía avanzará con la definición de lo que constituye una "ganancia excesiva", y si se crearán reglas claras para evitar que futuras decisiones sigan siendo postergadas indefinidamente.

Además, Newsom deberá reforzar su imagen como líder ambiental si desea mantener el apoyo de sectores progresistas de cara a un posible futuro político más allá de California.

¿Realismo pragmático o claudicación moral?

La decisión permite múltiples lecturas. Por un lado, podría interpretarse como un movimiento pragmático ante la amenaza de crisis de suministro y alza de precios. Por otro, representa una muestra preocupante de la influencia todavía dominante de la industria petrolera sobre la política estatal.

California ha sido un faro de políticas ambientales en Estados Unidos, desde su sistema de comercio de emisiones hasta sus estándares de eficiencia energética. Que este mismo estado vacile ante las petroleras abre una interrogante más profunda: ¿es posible realmente una transición energética justa y viable sin afectar el bolsillo del consumidor promedio?

El aplazamiento sin duda evitará tensiones directas a corto plazo, pero también podría diluir uno de los pilares más ambiciosos de la política ambiental californiana. En tiempos de crisis climática, cada señal cuenta.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press