Duelos de leyenda, hazañas históricas y la eterna magia del béisbol
Desde maratones de 24 entradas hasta récords de grand slams, repasamos los momentos más inolvidables que ha dejado el diamante a lo largo de las décadas
Una historia escrita en innings infinitos
El béisbol, ese juego de paciencia y estrategia, ha sido el escenario de algunas de las hazañas deportivas más sorprendentes y emotivas de la historia. Y el 1 de septiembre ha sido, de forma curiosa, una fecha fértil para gestas legendarias.
El 1 de septiembre de 1906, el béisbol vivió uno de sus enfrentamientos más épicos cuando los Philadelphia Athletics vencieron a los Boston Red Sox 4-1 en 24 entradas. No solo fue un maratón de resistencia mental y física, sino que dos lanzadores, Jack Coombs por los Athletics y Joe Harris por los Red Sox, ¡lanzaron juego completo! Coombs abanicó a 18 bateadores en lo que sería una proeza difícil de igualar en la era moderna, donde los lanzadores frecuentemente no pasan de siete entradas por preservación física.
Grand slams, robos y récords inimaginables
El 1 de septiembre ha brindado también otros espectáculos dignos de mención. En 1931, el mítico Lou Gehrig conectó su tercer grand slam en solo cuatro días, haciendo gala de su poder al bate en una victoria de los Yankees sobre los Red Sox (5-1). Apenas catorce años después, Vince DiMaggio pegaba su cuarto grand slam del año, empatando un récord de Grandes Ligas. Los Phillies se beneficiaron de su potente swing y vencieron a los Braves 8-3.
Robar el plato es una jugada prácticamente extinta en la actualidad. Sin embargo, en 1963, el lanzador Curt Simmons lo hizo. Sí, un pitcher robando home... y además impulsando dos carreras con un triple en el mismo juego. ¡Cosas del béisbol de antaño!
Cuando la victoria depende de la resistencia
Tenemos otro ejemplo de maratoniano espectáculo en 1967, cuando los San Francisco Giants batieron a los Cincinnati Reds 1-0 en 21 innings. En un inusual desenlace, Dick Groat recibió base por bolas con las bases llenas para decidir el encuentro. Era otro recordatorio de que en el béisbol, la victoria puede llegar en la forma más inesperada.
El dominio de los brazos más temidos
Avanzando a 1975, encontramos a Tom Seaver haciendo historia al convertirse en el primer lanzador en registrar al menos 200 ponches durante ocho temporadas consecutivas. Logró 10 ponches contra los Piratas en la victoria 3-0 de los Mets ese día. Su consistencia lo catapultó como uno de los brazos más respetados que ha conocido este deporte.
Batazos decisivos y días mágicos
El drama también se manifiesta en los últimos turnos. En 2002, Miguel Tejada conectó un jonrón de tres carreras para dejar en el campo a los Mellizos y sumar la 18.ª victoria consecutiva de los Atléticos de Oakland. Aquel equipo demostró que el dinero no es todo cuando hay inteligencia y voluntad de ganar, siendo el germen de la famosa narrativa plasmada luego en la cinta “Moneyball”.
Saltando a 2007, el joven Clay Buchholz apenas estaba iniciando su carrera cuando logró lo que muchos jamás consiguen: un juego sin hit ni carrera (no-hitter) en apenas su segunda apertura en Grandes Ligas. Buchholz ponchó a nueve bateadores, otorgó tres boletos y golpeó a uno, pero se mantuvo imbatible en la victoria 10-0 de los Red Sox ante Baltimore.
Días de doble ciclo
El 1 de septiembre de 2008 se vivió una rareza que no se veía desde 1920: dos jugadores bateando “el ciclo” el mismo día. El ciclo, que consiste en conectar en un mismo encuentro un sencillo, un doble, un triple y un jonrón, fue realizado simultáneamente por Stephen Drew de los Diamondbacks y Adrian Beltre de los Mariners.
Piratas vs Boston: presente imperfecto
En una escena más contemporánea, el 1 de septiembre de 2025 los Pittsburgh Pirates vencieron a los Boston Red Sox 10-3, con una actuación destacada de Oneil Cruz, quien conectó su 19.º jonrón de la temporada.
El momento decisivo llegó en la quinta entrada, cuando los Piratas llenaron las bases sin que la pelota saliera del cuadro interior. Acto seguido, Bryan Reynolds conectó un sencillo impulsor de dos carreras que inclinó la balanza. El lanzador de Boston, Dustin May, permitió siete carreras (seis limpias) en su peor apertura desde su llegada desde los Dodgers. May registró ERA de 3.48 antes de ese juego, pero este encuentro disparó sus cifras.
Los Piratas, a pesar de estar en el fondo de su división, dominaban así por segundo día consecutivo a unos Red Sox que peleaban por mantener su posición como segundo comodín de la Liga Americana.
Curiosidades para no olvidar
- Trevor Story tenía un perfecto 24 de 24 en bases robadas al día de este juego de 2025.
- Steven Kwan se convirtió en héroe improvisado días antes con un elevado de sacrificio en la novena entrada contra Mariners.
- En 1998, Mark McGwire rompió el récord de Hack Wilson de 56 cuadrangulares en la Liga Nacional — marca que llevaba 68 años intacta.
Un juego para la eternidad
Lo fascinante del béisbol es que, aunque parezca que ha vivido ya sus momentos más brillantes, siempre queda espacio para una hazaña nueva, un récord inesperado o una historia como la de aquel pitcher que robó el plato sin temor alguno. Así es este deporte: una narrativa infinita escrita con cada swing, cada strike, cada inning. ¡Y vaya que el 1 de septiembre ha contribuido al folklore del “rey de los deportes”!