¿Quieres conservar tu cosecha? Aprende a encurtir en casa como un experto
Descubre cómo darle una segunda vida a tus vegetales con pickles caseros fáciles, sabrosos y sin necesidad de técnicas complicadas
La magia del encurtido casero
Septiembre llegó, y aunque los tomates siguen verdes y las remolachas apenas están del tamaño de uvas, las judías verdes están desbordando la huerta. A veces, la naturaleza nos sorprende: un año es escasa, al siguiente es generosa. Pero ¿qué hacer cuando te enfrentas a tal abundancia que no alcanzas a comerla?
La respuesta es simple: encurtir. Esta técnica milenaria no solo preserva alimentos, sino que también intensifica su sabor y permite disfrutarlos durante meses. Hoy, te enseñamos cómo hacerlo sin complicaciones ni equipos especiales.
¿Por qué encurtir?
- Conservación: Puedes extender la vida útil de tus vegetales favoritas.
- Sabor: El encurtido realza sabores y le añade esa acidez chirriante que encanta en los snacks o acompañamientos.
- Salud: Aporta probióticos naturales en caso de fermentación lenta, y es una alternativa saludable a los productos ultra procesados.
- Cero desperdicio: Usas hasta el último gramo de tu cosecha.
Encurtidos rápidos: tu aliado en la cocina
No necesitas ser un experto ni tener un equipo de conserva casera. Sólo necesitas:
- Frascos de vidrio esterilizados (como los famosos Mason jars)
- Vinagre blanco destilado
- Agua
- Sal kosher
- Especias al gusto (ajo, eneldo, pimienta, chile seco, etc.)
Receta básica para hacer encurtidos rápidos:
- Hierve 1 ½ tazas de agua con 1 ½ tazas de vinagre blanco destilado.
- Añade 1 ½ cucharadas de sal kosher y 1 cucharada de especias para encurtir (puedes sustituir por una mezcla de semillas de mostaza, pimienta negra, laurel, cilantro en grano, etc.).
- Una vez disuelto todo, apaga el fuego y deja que enfríe un poco.
- Mientras tanto, coloca en el frasco los vegetales previamente lavados y cortados, las hierbas y aromáticos (ajo machacado, eneldo, chile seco, etc.).
- Llena el frasco con la solución de vinagre dejando 2-3 cm libres del borde. Enfría a temperatura ambiente y refrigera.
A las 24 horas ya tendrás pickles listos para consumir. Su sabor mejora en unos días y duran hasta un mes en el refrigerador.
Más allá de los pepinillos: vegetales y frutas para encurtir
Lo lindo del encurtido es su versatilidad. No estás limitado a los tradicionales pepinillos o cebollitas. Aquí tienes una lista de posibles protagonistas de tus frascos:
- Judías verdes: Perfectas para lanzar en ensaladas o acompañar charcuterías. Pruébalas con ajo y eneldo.
- Espárragos: Un toque elegante para tus brunchs caseros.
- Remolachas: Exuberantes y dulces por naturaleza, increíbles con un poco de jengibre y clavo.
- Tomates verdes: ¡No los dejes perder! Encurtidos toman un sabor vibrante, especialmente con un poco de chile.
- Pimientos: Dulces o picantes, encurtidos con cebolla roja y cominos toman un sabor delicioso.
- Frutas como cerezas, duraznos o cáscara de sandía: Encurtir frutas es una tendencia en auge, especialmente con toques dulces como azúcar, canela o vainilla.
¿Sin salmuera comprada? Haz la tuya
¿Tiraste ese frasco vacío de pepinillos? ¡Error! Puedes reutilizar esa salmuera para una tanda rápida de encurtidos adicionales. Pero si ya no la tienes, usa la receta anterior como base. La clave está en mantener el equilibrio ácido-salado; a partir de ahí, tu creatividad es tu límite.
Variaciones y combinaciones que debes probar
¿Quieres salirte del molde? Aquí te compartimos algunas combinaciones ganadoras:
- Judías + Limón y romero
- Cebolla morada + vinagre de manzana + azúcar morena
- Coliflor + cúrcuma + mostaza en grano
- Sandía (la cáscara) + canela + clavo de olor
Además, puedes experimentar con el tipo de vinagre: vino blanco, manzana, sidra o arroz. Cada uno aporta su personalidad, y lo mejor de todo: no hay una única receta correcta.
Seguridad ante todo
Cuando encurtes, recuerda:
- Esteriliza los frascos: Lava con agua caliente jabonosa y hierve en agua por al menos 10 minutos.
- Almacena en frío: Los encurtidos rápidos no están pasteurizados, van siempre al refrigerador.
- Respeta las proporciones: Especialmente la proporción agua-vinagre-sal. Es la clave para evitar el crecimiento de bacterias dañinas.
Un arte que vuelve con fuerza
En tiempos de reapropiación de lo casero, el encurtido se ha posicionado como una forma no solo de canalizar tu creatividad gastronómica, sino también de conectarte con ritmos desacelerados. Es una experiencia sensorial: eliges los ingredientes, preparas con tus manos y disfrutas con cada crujido.
Pickles: un renacimiento en la cultura popular
Desde chips con sabor a "pickle" hasta bebidas como el pickle-tini (una variación del martini con líquido de pepinillos), los encurtidos están viviendo un momento mainstream. Quizás es su sabor umami ácido el que genera tantas pasiones. O quizás es lo que representan: autenticidad, conservación y creatividad.
El gusto de conservar el sabor
A medida que los huertos urbanos y la agricultura en casa se vuelven cada vez más comunes, también lo hace la necesidad de preservar. Encurtir ofrece un puente entre estaciones, entre esfuerzos y resultados. Si este año solo tuviste abundancia en un vegetal, celébralo. Haz pickles.
Y no olvides compartir. Un frasco casero de judías verdes encurtidas puede ser el mejor regalo para un amigo amante de los sabores artesanales. Porque como decía mi abuela: “Todo lo que se guarda con amor, se conserva mejor.”
¡Felices encurtidos!