Erik ten Hag y su abrupta salida del Leverkusen: ¿Fracaso o víctima del proyecto?

Solo tres partidos bastaron para que el club alemán decidiera despedir al exentrenador del Manchester United. Una decisión que plantea preguntas sobre el verdadero desafío de reconstruir tras el éxito.

El final anticipado de una gran apuesta

Erik ten Hag fue despedido de su cargo como entrenador del Bayer Leverkusen tras apenas tres partidos oficiales al mando del equipo. El exentrenador del Manchester United había sido nombrado en mayo como reemplazo de Xabi Alonso, con la misión de guiar al actual campeón de la Bundesliga a una nueva era tras un verano cargado de salidas importantes.

Sin embargo, los resultados y, sobre todo, las sensaciones en el campo no convencieron a la directiva del club alemán. En palabras del director deportivo Simon Rolfes: “Nadie quería tomar esta decisión, pero las últimas semanas mostraron que construir un nuevo equipo exitoso con esta estructura no era posible de manera efectiva”.

Los números que no convencieron

El Leverkusen de ten Hag registró los siguientes resultados:

  • Derrota 2-1 en casa frente al Hoffenheim
  • Empate 3-3 contra el Werder Bremen, desaprovechando una ventaja de dos goles contra un rival que jugó con 10 hombres
  • Victoria 4-0 ante Sonnenhof Großaspach en Copa de Alemania, pero con dificultades incluso ante un equipo de cuarta división

La situación no solo fue delicada por los resultados. Ya antes del empate frente al Bremen, la revista Kicker había reportado fricciones internas y dudas sobre el liderazgo y planificación de Ten Hag.

“No soy Harry Potter”

Ten Hag intentó desactivar la presión con una frase que ya había utilizado en su paso por el Manchester United: “No soy Harry Potter”. La utilizó para ilustrar que no podía hacer magia con un equipo tan renovado, apelando al tiempo como factor clave para reconstruir tras la salida de piezas fundamentales como Florian Wirtz, Jeremie Frimpong y Granit Xhaka.

En su etapa anterior, también declaró tras una derrota ante Liverpool: “No puedes forzar los procesos. Es imposible. Nadie es como Harry Potter”. No obstante, en ambos equipos, su conjuro no pudo durar mucho.

Las expectativas que matan

La situación de Ten Hag refleja un fenómeno cada vez más común en el fútbol de élite: las altísimas expectativas que destruyen procesos antes de tiempo. Leverkusen había ganado la Bundesliga en 2024 con una campaña casi perfecta (solo una derrota) y con un estilo que enamoró a Alemania y Europa entera. La salida de Xabi Alonso al Bayern Múnich y la marcha de varios jugadores clave obligaron al club a reinventarse.

En ese contexto, el fichaje de Ten Hag —con experiencia en Ajax y en el propio United— representaba una apuesta estratégica. A sus 55 años, tenía peso internacional, una visión táctica clara y fama de trabajar bien con jóvenes. Sin embargo, esa misma presión de continuar al más alto nivel sin margen de error terminó jugándole en contra.

¿Ten Hag, un técnico sobrevalorado?

Esta no es la primera vez que se cuestiona si Ten Hag está más allá de sus capacidades. Si bien brilló con el Ajax, llevando al equipo a una semifinal de Champions en 2019, muchos han señalado que no fue capaz de replicar ese éxito en clubes donde la presión, el dinero y la mediática pesan más.

En el Manchester United, aunque logró una Copa de la Liga y una tercera posición en Premier League en su primera temporada, nunca logró que el equipo desarrollara una identidad clara. En su segundo año allí, fue cesado tras una racha de malos resultados y un vestuario que, según los medios británicos, “nunca lo entendió”.

Leverkusen, entre el legado de Alonso y la urgencia de continuidad

El club alemán atraviesa un momento complejo. Ganar su primer título de Bundesliga en la historia supuso una explosión emocional tanto interna como externa. La presión ahora es sostenerse, sin caer en lo que le ocurre a muchos equipos sorpresa: el “one season wonder”.

La plantilla ha sido reconstruida de forma ambiciosa aunque arriesgada. Llegaron jóvenes talentos y apuestas del mercado, pero prescindir de tres o cuatro pilares de forma simultánea es una montaña difícil de escalar para cualquier técnico.

¿Quién podría tomar las riendas?

El Leverkusen aún no ha anunciado reemplazo para Ten Hag. Entre los nombres que suenan en foros y en la prensa están:

  • Oliver Glasner: técnico austríaco campeón de Europa League con el Eintracht Frankfurt en 2022.
  • Marcelo Gallardo: actualmente libre, con amplio palmarés en River Plate y experiencia gestionando proyectos de renovación total.
  • Roger Schmidt: actualmente en el Benfica, y con pasado cercano al Leverkusen.

La decisión debe tomarse antes del 12 de septiembre, cuando el equipo reciba al Eintracht Frankfurt tras el parón de selecciones, en un duelo que podría marcar la dirección de la temporada.

Una Bundesliga más exigente que nunca

Leverkusen no tiene margen de error en una Bundesliga que ha subido el nivel competitivo. El Bayern, con Harry Kane, apunta a recuperar el trono. El RB Leipzig mantiene un núcleo talentoso mientras recupera su estilo directo. Y Borussia Dortmund sigue siendo una amenaza constante.

En este contexto, los tropiezos iniciales se pagan caro, y no hay mucho tiempo para experimentar. Por eso, quizás más que un fracaso técnico, la salida de Ten Hag revela un sistema europeo futbolístico orientado al cortoplacismo extremo.

“Un entrenador debe ser técnico, motivador, psicólogo, diplomático y gestor... y todo eso en menos de dos meses”, declaró recientemente Carlo Ancelotti. Una frase que viene como anillo al dedo a este caso.

¿Y ahora, qué sigue para Ten Hag?

A sus 55 años, el técnico neerlandés carga ahora con dos despidos consecutivos en grandes ligas. Sin embargo, su estilo metódico y rigor táctico podrían abrirle puertas en otras ligas europeas, o incluso en selecciones nacionales donde el contexto es menos histérico.

No sería extraño verlo asumir un nuevo proyecto en Holanda o Alemania, quizás en equipos de menor perfil. Lo que parece claro es que su nombre ya no suena como a comienzos de 2023, cuando muchos lo etiquetaban como uno de los cerebros tácticos más influyentes de Europa.

La historia de Erik ten Hag en Leverkusen duró poco, pero dejó muchas preguntas relevantes sobre el fútbol moderno: ¿Valoramos el proceso o solo los resultados inmediatos? ¿Seguimos pidiendo magia imposible a quienes intentan reconstruir? ¿Puede un técnico sobrevivir bajo la lupa diaria del resultado sin tiempo para moldear a su equipo?

Porque no, como él dijo... nadie es Harry Potter.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press