Bullpen bajo fuego: ¿una crisis silenciosa en la MLB?

Lesiones a cerradores estrella y la fragilidad estratégica de los relevistas en las Grandes Ligas

El béisbol moderno se juega tanto con el bate como con la almohadilla de hielo. Las lesiones, especialmente en lanzadores relevistas, han trastocado las estrategias de múltiples equipos durante la temporada actual de las Grandes Ligas. Dos casos recientes —el de Kyle Finnegan en los Tigres de Detroit y Shelby Miller en los Cerveceros de Milwaukee— ilustran claramente cómo una unidad de bullpen, aunque a menudo opacada por titulares y ofensiva, puede representar el talón de Aquiles para clubes competitivos.

Kyle Finnegan: una historia de impacto inmediato que se ve comprometida

Adquirido el 31 de julio por los Tigres desde Washington, Kyle Finnegan se había convertido rápidamente en una joya en el bullpen de Detroit. Con un inmaculado promedio de carreras limpias (ERA) de 0.00 en 12 apariciones, una marca de 3-0, cuatro salvamentos y 19 ponches en 14 1/3 entradas, Finnegan parecía ser la pieza clave para cerrar juegos en la recta final de la temporada.

Sin embargo, durante el calentamiento en la séptima entrada frente a los Mets de Nueva York, sintió una tensión en la ingle derecha. La imagen de un lanzador squatando en la lomita sin siquiera soltar un pitcheo retumbó dolorosamente entre los aficionados de los Bengalíes.

Will Vest, la otra mitad del tándem de cierres que había implementado A.J. Hinch, debió intervenir para retirar a Juan Soto con corredores en base, demostrando el valor de tener un plan B en el bullpen. Pero, ¿qué pasa cuando el plan B también se lesiona?

Shelby Miller: el ocaso de un veterano entre lesiones

La situación de los Cerveceros de Milwaukee es incluso más delicada. El club, liderando la división Central de la Liga Nacional y enarbolando el mejor récord en las Grandes Ligas, ha estado cosechando victorias con una estrategia cimentada en el trabajo colectivo de su bullpen. No obstante, esta base se ha comenzado a resquebrajar.

Shelby Miller, relevista de 34 años, fue colocado en la lista de lesionados por 60 días debido a un esguince del ligamento colateral cubital (UCL) del codo derecho, uno de los diagnósticos más temidos por lanzadores, ya que suele anteceder la temida cirugía Tommy John. Miller ya había sentido "algo hizo pop", según narró el propio manager Pat Murphy tras una derrota apretada frente a los Filis.

Un bullpen frágil: más que episodios aislados

Lo preocupante de estas situaciones no es solo el par de jugadores afectados. Es el contexto estadístico y estructural. En la actual temporada 2024, al menos 17 lanzadores relevistas han sido enviados a la lista de lesionados con dolencias similares, la mayoría vinculadas a la parte inferior del cuerpo o al brazo de lanzar. Este número representa un alza del 36% respecto a las primeras 10 semanas de la temporada pasada (datos de MLB Injury Report).

Entre los nombres que acompañan a Miller en la enfermería de Milwaukee están:

  • Trevor Megill: cerrador All-Star, fuera por una distensión del flexor derecho.
  • DL Hall: zurdo prometedor, lesionado en el oblicuo derecho.
  • Grant Anderson: molestias en el tobillo derecho.

¿Por qué se lesionan tanto los relevistas?

El uso intensivo del bullpen moderno ha cambiado radicalmente en la última década. A diferencia de décadas anteriores, en las que los abridores llegaban regularmente a la séptima u octava entrada, hoy en día los lanzadores de relevo ingresan con más frecuencia y con menor tiempo de recuperación entre apariciones.

Además, la exigencia física ha aumentado. El promedio de velocidad de las rectas en la MLB alcanzó los 94.2 mph en 2023, una cifra récord. La biomecánica del brazo sometido a fuerza y torque con esa frecuencia está, claramente, al límite.

Clásicos ejemplos del pasado: lecciones olvidadas

Lo sucedido con Finnegan y Miller recuerda trágicamente otros momentos en la historia donde el bullpen ha colapsado por lesiones. Dos de estos pasajes marcaron un antes y un después en el manejo de relevistas:

  • 2003 Cubs: El manager Dusty Baker sobreutilizó a los relevistas Joe Borowski y Kyle Farnsworth, lo que posteriormente llevó a una merma en su rendimiento y a múltiples cirugías.
  • 2008 Mets: Su desplome en septiembre fue atribuido en gran parte al estado físico del taponero Billy Wagner, quien se lesionó y forzó rotaciones dentro del bullpen que nunca lograron estabilizarse.

¿Soluciones? Entre la tecnología y la rotación de cargas

Varios equipos están adoptando tecnología avanzada para prevenir estas dolencias. Biomecánica de alta velocidad, sensores tecnológicos y analítica de carga son herramientas cada vez más comunes. Equipos como los Dodgers y Yankees han liderado en esta área.

Por ejemplo, el sensor MotusThrow Sleeve mide directamente la torsión del codo durante cada lanzamiento. De esta manera, es posible limitar intencionalmente los lanzamientos antes de alcanzar rangos peligrosos.

Así mismo, la rotación intencionada de bullpen (no basada solo en situaciones de juego sino en volumen de lanzamientos) gana popularidad. Incluso se han creado nuevas métricas como el pitch stress index, que calcula el desgaste acumulado de cada lanzador semana a semana.

Una lección en desarrollo para gerentes y fanáticos

Lo que estamos observando no es un fenómeno nuevo, pero sí una convergencia de factores: mayor intensidad, menos recuperación, y estructuras que aún no logran adaptarse completamente.

Equipos como Detroit o Milwaukee, cuyas aspiraciones de postemporada están estrechamente ligadas al rendimiento estable de sus bullpens, deben replantearse modelos de rotación, uso y recuperación. Y lo más importante: no subestimar la inversión en salud preventiva de sus relevistas.

Mientras tanto, para los fanáticos, resulta necesario entender por qué su “cerrador estrella” puede desaparecer de un día para otro. Porque al final, el brazo más confiable es a menudo aquel que no se sobrecarga —ni física, ni psicológicamente.

“La salud del bullpen es la salud del equipo”, como bien sentenció una vez el mítico entrenador Buck Showalter.

Y esa verdad, ahora más que nunca, comienza a retumbar en cada bullpen de la MLB.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press