Gianluigi Donnarumma: ¿El nuevo Ederson de Guardiola?
El guardameta italiano llega al Manchester City con una gran misión: adaptarse al exigente estilo de juego con los pies de Guardiola, tras años de dudas en este aspecto.
Gianluigi Donnarumma, campeón de Europa con Italia en 2021 y considerado uno de los mejores porteros del mundo por sus reflejos felinos y paradas espectaculares, inicia una nueva etapa clave en su carrera: defender el arco del Manchester City. Pero no será cualquier reto. Será uno que lo obliga a reinventarse.
Un gigante bajo los tres palos
A sus 25 años, Donnarumma ha vivido una montaña rusa en su carrera. Debutó como profesional en el AC Milan a los 16 años, ha defendido el arco de Italia con galardones y títulos, y, hasta antes de esta temporada, fue la figura bajo palos del París Saint-Germain.
Precisamente, su consagración llegó en la Eurocopa 2021, donde fue elegido jugador del torneo. En la final ante Inglaterra, sus atajadas en la tanda de penales lo convirtieron en leyenda. Sin embargo, desde entonces, su rendimiento ha recibido críticas constantes: errores con los pies, inseguridad en la salida y desconexión con el juego ofensivo fueron sellos de su paso por el PSG.
El reto Guardiola
El cambio de equipo podría ser transformador. Firmó por cinco temporadas con el Manchester City, uno de los clubes más exigentes del mundo, no solo por las competencias que disputa, sino por el estilo de su entrenador Pep Guardiola. En palabras del propio Donnarumma:
“Siempre trato de ayudar al equipo y de hacer lo que el entrenador me pide. Con Guardiola haremos un gran trabajo. Estoy seguro de que mejoraré mucho.”
Y es que Guardiola no ficha porteros por reflejos, sino por visión de juego. El modelo de juego del catalán requiere que el portero actúe como un líbero ofensivo: juegue con los pies, ataque espacios, ofrezca salidas limpias desde atrás y hasta dé asistencias de gol. Ederson, su antecesor, revolucionó la posición.
La gran sombra de Ederson
En siete temporadas con los citizens, Ederson no solo ganó 6 ligas, 1 Champions y múltiples copas nacionales, sino que redefinió el rol del guardameta. En la Premier League, dio siete asistencias —más que muchos centrocampistas—. Su precisión en pases largos lo convertía en el iniciador silencioso del ataque de Guardiola.
Desde esta perspectiva, Donnarumma tiene mucho que demostrar. Porque, hasta ahora, su juego con los pies ha sido una debilidad. En el PSG, cometió errores groseros por fallas en la presión o controles defectuosos. A pesar de su título continental, fue señalado por fallas clave en partidos contra equipos mayores en Champions League.
“Siempre se puede mejorar”
En declaraciones desde la concentración de la selección italiana, el arquero reconoció de forma autocrítica:
“Desde que empecé a jugar a los 16 hasta hoy, siempre he hecho cosas grandes. Pero los errores están ahí. Aun así, creo que he logrado muchas cosas. Y siempre se puede mejorar.”
La autocrítica es una señal positiva. Donnarumma no está en negación. Reconoce que su nuevo técnico espera otra cosa. Y parece dispuesto a evolucionar.
PSG: Un adiós entre sombras
Su salida del PSG también tiene que ver con lo deportivo. El club parisino fichó al joven Lucas Chevalier, procedente del Lille, y Donnarumma fue declarado transferible. La “era galáctica” del PSG, con nombres como Messi, Neymar o Sergio Ramos, llegó a su fin. Ahora buscan construir desde la juventud. Y Donnarumma, inexplicablemente, ya no tenía sitio.
Sin embargo, algunos fanáticos y periodistas franceses celebraron su salida como un alivio táctico, en especial por su incapacidad para cumplir con demandas modernas de la posición. El diario L'Équipe llegó a titular una de sus portadas tras su error ante el Bayern: “Donnarumma, el gran fallo”.
Un nuevo comienzo en Mánchester… y en Italia
Mientras se adapta al City, Donnarumma también tiene entre ceja y ceja una misión nacional: ayudar a Italia a regresar a una Copa del Mundo. Tras las sonadas ausencias en Rusia 2018 y Catar 2022, los azzurri no pueden permitirse otra decepción.
Su entrenador actual en la selección es Gennaro Gattuso, viejo conocido del arquero en los días de Milan. Donnarumma ve con buenos ojos este reencuentro:
“Tuve la suerte de tener a Gattuso como entrenador en el Milan. Sé el tipo de persona que es y lo que puede aportar. Vamos a darlo todo para devolver a Italia a la cima.”
Italia tiene un camino difícil. Solo ha sumado tres puntos en dos partidos del Grupo I, liderado por Noruega de Erling Haaland. Jugarán contra Estonia e Israel en los próximos días.
Entre la presión y el legado
Quizá lo más difícil para Donnarumma no sea ajustar su estilo ni ganar títulos. Tal vez sea reemplazar en el imaginario colectivo del City a uno de sus héroes recientes: Ederson. Como lo recuerda el comentarista británico Gary Lineker:
“La posición de portero cambió para siempre con Ederson. Ya no es un guardameta, es parte del mediocampo bajo presión.”
¿Podrá Donnarumma estar a la altura de esa exigencia? Por ahora, tiene confianza y motivación. Y eso ya es un primer paso en este exigente capítulo con los sky blues.
Un fichaje de orgullo
En sus propias palabras, Donnarumma expresó su emoción por incorporarse al City:
“No podía esperar a unirme al City porque realmente me querían. El entrenador me quería, y eso me llenó de orgullo. Ser querido tan fuertemente por el mejor club del mundo me hace estar orgulloso.”
Para Guardiola, sin duda, este es un proyecto personal: convertir al mejor atajador en el portero total que necesita su sistema. Para Donnarumma, es su oportunidad de evolucionar, callar críticas y convertirse en leyenda moderna.
Si lo logra, no solo cumplirá con las exigencias de su técnico —que ya revolucionó el fútbol posicional en Barcelona, Bayern y ahora City—, sino que podría escribir su nombre junto a los mejores de la historia.
Como dijo su compatriota Buffon una vez: “El portero moderno no debe temer al error. Debe dominar el juego con los pies como Maradona, pero atajar como Lev Yashin.”
Donnarumma está a punto de intentarlo.