Joe Burrow, Bo Nix y Jordan Love: Tres mariscales con cuentas pendientes en la nueva temporada de NFL
Mientras Burrow busca un inicio de campaña perfecto, Love intenta devolver la grandeza a Green Bay y Nix se apoya en una de las líneas ofensivas más estables de la liga para demostrar que está listo
Una nueva temporada, viejas ambiciones
Con el arranque de la temporada 2025 de la NFL, tres mariscales de campo se encuentran en el foco de atención por razones distintas, pero igual de intensas. Joe Burrow (Cincinnati Bengals), Bo Nix (Denver Broncos) y Jordan Love (Green Bay Packers) protagonizan historias que, aunque distintas en contexto, comparten un mismo principio: la urgencia de dejar huella.
Joe Burrow: saludable, enfocado y con una continuidad envidiable
Por primera vez en su carrera, Joe Burrow logró completar una pretemporada sin que una lesión, cirugía o pandemia se interpusiera. El resultado es tanto físico como mental. “Creo que estoy en un buen lugar”, declaró el mariscal de 28 años. “Mi rutina ha sido consistente. Solo tengo que mantenerla durante el resto del año”.
Y razones hay de sobra para ser optimistas en Cincinnati. La continuidad en el cuerpo técnico —el coach Zac Taylor continúa como el único play-caller que Burrow ha tenido en la NFL— y una base receptora sólida con nombres como Ja’Marr Chase y Tee Higgins convierte a Burrow en uno de los QB más estables del campeonato. Él, junto con Patrick Mahomes, son los únicos dos mariscales con más de 10,000 yardas aéreas bajo el mismo esquema ofensivo desde que llegaron a la NFL.
En 2024, aún sin estar en plenitud física tras su cirugía de muñeca, el quarterback lideró la liga en yardas por pase y en pases de touchdown. ¿El secreto? “Sobretrabaja cada detalle”, dijo Taylor. “Ubicación del pase, técnica de pies, lectura del campo; todo está milimétricamente afinado”.
Aunque hay aún una espina en su historial: el inicio de temporada. Desde 2021, Burrow no ha tenido una Semana 1 positiva. Esta vez, su prueba será un Cleveland Browns liderado por Myles Garrett, uno de los cazamariscales más temibles de la liga. “Puede ganar el partido él solo si lo dejas”, admitió Burrow. “Hay que saber dónde está en cada jugada y actuar rápido”.
Bo Nix y la apuesta de los Broncos por la cohesión
En Denver, la narrativa comienza en las trincheras. Sean Payton, head coach de los Broncos, ha sido claro: sin una línea ofensiva sólida, ningún proyecto puede funcionar. “Es el grupo que permea todo el edificio. Si estás mal ahí, no puedes evaluar nada con claridad”, sentenció.
Por suerte para Bo Nix, Denver es una rareza en la NFL: devuelve intactos a los cinco titulares ofensivos y también a todos sus suplentes. La alineación, desde el tackle izquierdo Garett Bolles hasta el derecho Mike McGlinchey, pasando por los guardias Ben Powers y Quinn Meinerz, así como el centro Luke Wattenberg, representa uno de los conjuntos de línea más experimentados de toda la conferencia.
“Es una bendición”, afirma Nix, quien entra en su segundo año en la liga. “La comunicación es más fluida, entienden ajustes sin necesidad de largas reuniones. Eso te permite jugar más libre y reaccionar más rápido”.
El ataque de Denver también se renovó en otras áreas: nuevos corredores como J.K. Dobbins y el novato RJ Harvey aportan piernas frescas al backfield, mientras que Evan Engram se suma como ala cerrada para darle opciones adicionales a Nix.
Pero la fortaleza de los Broncos no se limita a la ofensa. Del otro lado del balón, sólo una cara del front seven cambió: el linebacker central Dre Greenlaw. Y si hablamos de presión al mariscal rival, los 63 sacks registrados en 2024 cimentan a Denver como una de las mejores unidades en la NFL. “Son el motor de nuestro equipo”, dice McGlinchey sobre sus compañeros en la defensa. “La profundidad que tenemos ahí no la he visto nunca”.
Jordan Love y el desafío de recobrar el dominio en la NFC Norte
Jordan Love ingresa a su segunda temporada completa como titular con una tarea clara: devolverle al histórico Green Bay su respeto dentro de la NFC Norte. La campaña 2024 dejó un sabor amargo: un escalofriante récord de 1-5 dentro de la división, el peor desde 2005.
Y la raíz del problema parece clara: los inicios lentos. En los seis duelos divisionales del año pasado, los Packers fueron superados 99-40 solo en la primera mitad. En contraste, ante rivales fuera de la división, los superaron por 192-89 antes del descanso. “No arrancamos al ritmo necesario”, dijo el coach Matt LaFleur.
El equipo también quedó a deber en cuanto a errores: registró 10 pérdidas de balón contra equipos de división y solo forzó 7 recuperaciones. En los demás 11 compromisos, produjeron 24 balones robados frente a solo 9 pérdidas.
“No estuvimos a nuestro estándar”, resumió Love. Y lo cierto es que, pese a ser competitivo en algunos pasajes, el equipo no logró cerrar victorias clave. En uno de los duelos ante Detroit, Love lideró una remontada para ponerse 28-24 en el último cuarto, pero los Lions anotaron de nuevo y ganaron con un gol de campo al cierre.
Este año, los Packers debutan precisamente ante Detroit, campeón divisional en las últimas dos temporadas y con dominio reciente en Lambeau Field (tres victorias consecutivas). “Es personal para nosotros”, dijo Jayden Reed, receptor de segundo año. “Es hora de recuperar la cima del Norte”.
Tanto LaFleur como Love han insistido en la necesidad de cambiar el guion desde el primer cuarto. “Si te quedas atrás ante un equipo bien armado como Detroit, no tienes margen de error”, dijo Love, quien aún arrastra molestias en el pulgar izquierdo tras una cirugía.
¿Renacimiento de líderes? Las claves a seguir
Estos tres mariscales suman circunstancias distintas pero convergen en una misma dirección: demostrar que están listos para explicar el futuro de sus franquicias.
Burrow representa la continuidad, la excelencia técnica y el liderazgo silencioso. Si logra un buen arranque, puede dominar el panorama de la AFC.
Bo Nix tiene la estructura perfecta para sorprender. Pocos equipos ofrecen tanta cohesión en la línea ofensiva y eso, siempre, es una ventaja para un joven mariscal.
Jordan Love enfrenta la presión de una franquicia acostumbrada a la grandeza divisional. Esta temporada dirá mucho sobre su madurez y el peso de seguir el legado de estrellas como Brett Favre y Aaron Rodgers.
La NFL es una liga de expectativas, presión y momentos de redención. Y este 2025, tres mariscales encabezan historias que podrían definir mucho más que victorias: podrían marcar el inicio de nuevas eras en sus respectivas franquicias.