Filipa Patão y el Desafío en Boston Legacy: Una Revolución del Fútbol Femenino en la NWSL

La exentrenadora de Benfica quiere hacer historia en una liga donde las expectativas son tan altas como las dificultades

Una promesa audaz desde el inicio

Filipa Patão no es una entrenadora cualquiera. A sus 35 años, ha forjado una carrera que ostenta títulos, récords y ahora, una visión clara: “Estoy aquí para hacer historia”, dijo con plena seguridad al ser presentada como la primera entrenadora de Boston Legacy, el nuevo equipo de expansión de la National Women’s Soccer League (NWSL).

La portuguesa no llegó a Estados Unidos buscando simplemente continuar su carrera, sino crear un proyecto con impacto, con legado. Lo anunció sin rodeos: “Sé que es difícil, sé que va a ser una lucha. Pero al final estarán felices con los resultados”. Con estas palabras, marcó el tono de lo que se espera de su gestión.

De Lisboa a Boston: la carrera impecable de Patão

Patão llegó procedente del Benfica, donde construyó una dinastía en el fútbol femenino portugués. Con un asombroso récord de 156 victorias, 28 empates y solo 15 derrotas entre 2020 y 2024, regaló al club cinco títulos consecutivos de liga y una presencia destacable en la Champions League Femenina, alcanzando los cuartos de final en la temporada 2023-24.

Su impresionante trabajo fue reconocido internacionalmente cuando fue nominada al Balón de Oro como Entrenadora del Año en 2024. De modo que, cuando aterrizó en Boston, no lo hizo “para aprender”, sino para construir algo grande desde cero.

El nacimiento de Boston Legacy

Boston Legacy es uno de los dos nuevos clubes de expansión que debutarán en la NWSL en 2025, junto al Denver Summit. Patão fue contratada en junio pero no fue presentada oficialmente hasta septiembre por cuestiones de visado. A su llegada, el equipo ya había comenzado a tomar forma.

Su primera jugadora fichada fue Annie Karich, destacada mediocampista de Santa Clara. Luego se sumaron fichajes como Bárbara Olivieri, exjugadora de Houston Dash, y Alba Caño procedente del FC Barcelona. Estas incorporaciones ofrecen una mezcla de juventud, talento internacional y experiencia en ligas competitivas.

Una visión clara: legado, cultura y competitividad

En su presentación, Patão declaró: “Estoy emocionada porque sé que el proyecto es ambicioso. Tengo una oportunidad de ayudar a construir algo diferente, algo grande, y crear un legado.”

Esta visión resuena con el nombre del club. 'Legacy' no es un término elegido al azar: implica duración, trascendencia, impacto más allá de los resultados inmediatos. La nueva entrenadora se toma esa palabra en serio.

Lo que la distingue no solo es su historial de victorias, sino su enfoque holístico. En Benfica, integró tecnología, enfoque psicológico y estructuras de desarrollo juvenil. Se espera que traiga esa misma filosofía a la NWSL.

Jennifer van Dijk: la otra pieza clave

Una revolución no se hace sola. Esta semana también se anunció a Jennifer van Dijk como presidenta del club. Ejecutiva con experiencia en IMG, Wasserman, NBA y la firma de animación Superplastic, Van Dijk será responsable de las operaciones comerciales del Boston Legacy.

Su perfil indica un liderazgo moderno con una comprensión profunda de cómo unir deporte, negocio y cultura. Entre las dos, Patão y Van Dijk forman una dupla poderosa que bien puede cambiar la narrativa del fútbol femenino profesional en EE.UU.

Un comienzo en el templo del fútbol: Gillette Stadium

En su temporada inaugural, el Boston Legacy jugará en el Gillette Stadium, compartiendo el recinto con los New England Patriots de la NFL y el Revolution de la MLS. Aunque la sede permanente del club será el White Stadium a partir del 2027, jugar en este mítico estadio implica una gran visibilidad desde el primer día.

Para Patão, es una oportunidad: “Estás en una ciudad con tanta historia deportiva. Hay una oportunidad única para hacer algo que permanezca en la memoria de esta comunidad”.

El desafío de la NWSL: un entorno competitivo e impredecible

La NWSL es una de las ligas más tensa y equilibradas del mundo. No hay clubes dominantes durante décadas, como ocurre en Europa. El draft, las reglas salariales, los fichajes internacionales y el constante surgimiento de jóvenes talentos hacen que cada temporada sea impredecible.

Patão lo sabe y lo reconoce: “Sé los desafíos que me esperan. Es una liga difícil. Pero confío mucho en nuestro proceso”. Sus detractores podrían dudar de su conocimiento del entorno estadounidense, pero su historial sugiere que sabe adaptarse y prosperar en contextos exigentes.

La influencia global del fútbol femenino

El fichaje de una entrenadora europea con experiencia en Champions y títulos nacionales refleja un nuevo nivel de ambiciones dentro del fútbol femenino estadounidense. Es una devolución del intercambio: por años, EE.UU. exportó jugadoras al mundo. Hoy, importa ideas, sistemas y líderes.

Y esto ocurre en un entorno de crecimiento exponencial. Según Deloitte, el fútbol femenino ya genera más de $1.000 millones de dólares al año a nivel mundial y se espera que esa cifra se duplique antes de 2030.

El espíritu de evolución: un proyecto de todos

Patão ha repetido incansablemente que este proyecto no es solo suyo. “Sé que el proyecto está en nuestras manos, no solo en las mías”, declaró. De esta manera apuesta por un enfoque colectivo, donde la responsabilidad se comparte con jugadoras, dirigentes, afición y comunidad.

Y esa filosofía se está manifestando incluso en las contrataciones. Las primeras jugadoras fichadas no son simplemente nombres conocidos, sino talentos con hambre y un perfil que encaja en una idea de fútbol asociativo, vertical y tácticamente sólido.

¿Puede una entrenadora europea conquistar la NWSL?

La NWSL ha tenido entrenadoras y entrenadores de distinta procedencia, pero el éxito de técnicas extranjeras ha sido limitado. El reto para Patão será comprender no solo el ritmo atlético de la liga, sino también su imprevisibilidad, sus desplazamientos, diversidad cultural y dinámica interna.

Ella parece preparada: habla inglés con fluidez, ha trabajado con jugadoras internacionales y tiene experiencia manejando egos y talentos descomunales. Además, su filosofía no se basa en imponer “lo europeo”, sino en construir desde lo local, aprendiendo y adaptando.

Lo que viene: fichajes, sistema de juego y pretemporada

En los próximos meses, Boston Legacy entrará en su fase más crítica de preparación: definir el plantel, entrenar conceptos y establecer una identidad. Si algo ha caracterizado a Patão en Portugal es su sistema 4-3-3 dinámico, con laterales ofensivos y presión alta.

Estará por verse si mantiene ese mismo esquema o si lo adapta al perfil de las jugadoras estadounidenses, que por lo general tienden a perfiles más físicos que técnicos. Lo cierto es que, como cualquier pionera, estará bajo la lupa desde el primer minuto.

Pero la misma presión que puede asfixiar, también puede impulsar. Y si algo ha demostrado Patão es que sabe nadar en aguas profundas.

Una nueva era comienza en Boston

En una liga en plena expansión, con nuevas rivalidades y millones invertidos en infraestructura, marketing y desarrollo, Boston Legacy no quiere ser simplemente "el equipo nuevo". Quiere ser protagonista. Y con Patão al mando, su objetivo no es otro que dejar una huella duradera.

Queda por ver si esta nueva generación de entrenadoras puede escribir una nueva página en la NWSL. Por lo pronto, Filipa Patão ha prometido hacer historia. Boston está lista para verla intentarlo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press