Los aranceles de Trump ante la Corte Suprema: ¿Estrategia de poder o desastre económico inminente?
Las tarifas impuestas por Trump podrían derrumbarse en el tribunal más alto de EE.UU., dejando consecuencias millonarias y un legado económico cuestionable
Donald Trump ha convertido las tarifas de importación en un pilar clave de su estrategia económica y geopolítica. Desde que invocó la International Emergency Economic Powers Act (IEEPA) en 1977 para justificar medidas arancelarias agresivas, las tensiones han escalado: Cientos de miles de millones de dólares han ingresado a las arcas del Tesoro... o eso ha dicho.
Sin embargo, dos tribunales ya han determinado que Trump excedió su autoridad legal. Ahora, el caso está en manos de la Corte Suprema, y el fallo podría provocar consecuencias nunca vistas para la economía estadounidense.
El origen: ¿tarifas en nombre de la emergencia?
En 2023 y 2024, Trump impuso tarifas a prácticamente todo el mundo, alegando que el gigantesco déficit comercial estadounidense era una emergencia nacional. Además, justificó otras tarifas calificando como amenaza la presunta "crisis" de drogas y migración ilegal desde Canadá, México y China.
Estas acciones estuvieron respaldadas por la IEEPA, una ley que permite al presidente actuar en tiempos de emergencia nacional económica o de seguridad. Sin embargo, según el fallo de una corte comercial en Nueva York —respaldado recientemente por la Corte de Apelaciones del Circuito Federal—, Trump se saltó al Congreso, que es la entidad autorizada constitucionalmente para imponer impuestos y tarifas.
¿Cómo afecta esto al ciudadano común?
Para el estadounidense promedio, las tarifas significaron precios más altos en productos cotidianos. Desde electrodomésticos hasta bicicletas y materiales de construcción, muchos productos subieron de precio sin que los consumidores tengan derecho a exigir un reembolso.
Como explica el abogado comercial Luis Arandia del despacho Barnes & Thornburg: "Es el importador el responsable legal del pago de las tarifas. Solo ellos podrían solicitar reembolsos si la Corte Suprema las anula".
La tormenta administrativa: ¿cómo devolver el dinero?
El gobierno recaudó más de $72 mil millones en aranceles bajo la IEEPA, hasta agosto de 2024. Si la Corte Suprema los anula, la devolución de ese dinero sería la operación más grande de reembolso en la historia gubernamental de EE.UU., según advierte Arandia.
Podrían aplicarse distintos mecanismos: desde reembolsos automáticos hasta procesos burocráticos engorrosos. Incluso cabe la posibilidad de que las empresas tengan que presentar demandas individuales.
Un posible precedente en los años 90
El gobierno de EE.UU. enfrentó un dilema similar en 1998, cuando la Corte Suprema declaró inconstitucional una tarifa de mantenimiento portuario sobre exportaciones. Como resultado, se habilitó un sistema de compensación para devolver los pagos, aunque sin intereses.
Si la historia se repite, es probable que los intereses no se paguen en esta ocasión tampoco, lo que ahorraría miles de millones al Estado.
La postura de Trump: sin vueltas y con apocalipsis
No es sorpresa que el expresidente rechace la idea de devolver los fondos recaudados. En sus redes sociales aseguró en agosto: "Sería una nueva Gran Depresión, como en 1929" si el gobierno tuviera que emitir reembolsos.
Desde el punto de vista político, la administración también ha advertido que sin las tarifas se vería imposibilitada de negociar tratados favorables y de proteger al país frente a amenazas como el fentanilo o incluso la guerra de Rusia contra Ucrania.
El argumento llegó al máximo tribunal poco después del fallo de apelación. El procurador general D. John Sauer solicitó a la Corte Suprema tomar el caso con urgencia, en menos de una semana, algo muy raro en su historial de tiempos procesales.
¿Económicamente sostenibles?
Para la administración Trump, las tarifas generaron $159 mil millones en ingresos hacia agosto de 2024, con un crecimiento de más del doble respecto al año anterior. No obstante, muchos expertos cuestionan la utilidad y la sostenibilidad de semejante enfoque.
Brent Skorup, miembro del Cato Institute, anticipa una batalla legal compleja: "Si la administración pierde, va a argumentar mil razones por las que no puede reembolsar a todo el mundo".
Pequeñas empresas: víctimas silenciosas
Miles de empresas pequeñas, ya golpeadas por las tarifas impuestas de forma errática, esperan con ansias una resolución. Jeffrey Schwab, del Liberty Justice Center, ha representado a algunos de estos importadores:
“Estas tarifas ilegales están causando un gran daño a pequeñas empresas y poniendo en peligro su supervivencia.”
Irónicamente, estas empresas ya ganaron dos veces en los tribunales, pero aún no ven la devolución de su dinero. El temor es que, incluso si triunfan en la Corte Suprema, el proceso de reembolso sea lento, sujeto a retrasos, o incluso a negociaciones políticas.
Una estrategia muy calculada... o totalmente improvisada
En varios casos, el despliegue de las tarifas fue caótico. Por ejemplo, Trump anunció tarifas a productos que luego excluyó o sustituyó por otras. Ese comportamiento, denominado por algunos analistas como "volatilidad deliberada", confundió a aliados y socios comerciales, y añadió incertidumbre para importadores.
En palabras de Clinton Yu también de Barnes & Thornburg: "Los importadores realmente necesitan tener todos sus registros contables en orden si quieren reclamar esos reembolsos con éxito".
Aranceles vs. diplomacia: ¿quién gana?
Con enemigos económicos como China o aliados como Canadá, Trump usó los aranceles como una herramienta diplomática dura. En algunos casos, consiguió concesiones. Pero también generó resistencia global y deterioró relaciones históricas con socios europeos, Japón o México.
Además, las tarifas alimentaron el proteccionismo global, alentando a otros países a tomar medidas similares contra productos estadounidenses.
¿Qué opina el Congreso?
Muchos legisladores (incluso varios republicanos) han mostrado molestia frente al uso unilateral de la IEEPA. Si bien el Congreso ha cedido poder al presidente en las últimas décadas, algunos ahora piden revisar y limitar esas capacidades después de lo ocurrido.
Los jueces de la Corte de Apelaciones (en una votación 7 a 4) enfatizaron que la Constitución da al Congreso las competencias tributarias, no al Ejecutivo, incluso en escenarios de emergencia dudosos o discutibles.
Solo los jueces disidentes argumentaron que la IEEPA sí da margen suficiente para que el presidente actúe sin aprobación explícita del Capitolio.
Y ahora, ¿qué sigue?
El fallo de la Corte Suprema, que podría concretarse a finales de 2024 o inicios de 2025, será un parteaguas para el uso futuro de poderes económicos especiales. Podría obligar a reembolsar cifras astronómicas, redefinir la relación entre el Ejecutivo y el Congreso en materia económica, y cambiar de rumbo la política comercial estadounidense.
Por ahora, las tarifas siguen vigentes, y el mundo observa expectante mientras Donald Trump continúa retratando a las importaciones como enemigos económicos del pueblo estadounidense.
¿Será este el momento en el que los poderes extraordinarios del presidente sean finalmente evaluados con rigor constitucional?