Renacer desde la tragedia: el emocionante regreso de los Coritiba Crocodiles

Tras un trágico accidente que cobró la vida de tres jugadores, el equipo brasileño de fútbol americano resurge con fuerza, pasión y un profundo compromiso con el deporte

Una tarde cargada de emociones en Curitiba

La historia del renacimiento de los Coritiba Crocodiles tras una tragedia podría ser fácilmente el guión de una película, pero es mucho más que eso: es una demostración poderosa de resiliencia, comunidad y amor por el deporte. En una reciente tarde de sábado en Curitiba, Brasil, el equipo volvió a pisar el campo tras meses de dolor e incertidumbre, enfrentándose a sus rivales locales, los Brown Spiders. Y no estaban solos: entre los abrazos de los fanáticos, también estaban las familias de los jugadores fallecidos, como Elisa Richter y su hija de cinco años, Helena, quienes asistieron para honrar la memoria de Daniel Santos, capitán del equipo, que perdió la vida en el accidente.

El fatídico accidente que cambió todo

El 21 de septiembre de 2024 marcó un antes y un después para los Coritiba Crocodiles. En camino a un partido en Río de Janeiro, el autobús del equipo perdió los frenos descendiendo una ruta montañosa. En el intento de evitar una caída fatal por un acantilado, el conductor maniobró el vehículo fuera de la carretera, provocando un vuelco. Murieron tres jugadores: Daniel Santos (44 años), Lucas Barros (20) y Lucas Padilha (38), mientras que varios otros sufrieron heridas graves que requirieron meses de recuperación.

La magnitud de la tragedia obligó al equipo a retirarse de las competiciones nacionales y estatales durante el año 2024. Pero a pesar del dolor y la incertidumbre, la llama del fútbol americano —todavía incipiente en Brasil— no se extinguió.

Un equipo que no se rinde: reconstrucción y memoria

Los Coritiba Crocodiles, fundados en 2003, no son cualquier equipo: han sido campeones nacionales tres veces y son un símbolo del esfuerzo por hacer crecer el fútbol americano en un país dominado por el “futebol” tradicional. Su regreso a las canchas en 2025 es más que una victoria deportiva: es un tributo a la perseverancia.

Uno de los emblemas del resurgimiento del equipo es Cleverson Kvas, quien sobrevivió al accidente con múltiples heridas. "Tuve que volver. El fútbol es crucial para mi salud mental", confesó. Incluso casi un año después del accidente, seguía extrayéndose fragmentos de vidrio del rostro, pero nunca consideró dejar de jugar.

En su regreso, el equipo ha ganado todos sus partidos: cuatro victorias en la liga brasileña y seis triunfos que les aseguraron un nuevo título estatal. Además, una visita especial está por llegar: varios jugadores asistirán al partido entre los Kansas City Chiefs y Los Angeles Chargers en São Paulo, el segundo juego oficial de la NFL celebrado en Brasil.

Un homenaje permanente

Desde su regreso en enero de 2025, los Crocodiles han incorporado un símbolo que los acompaña en cada partido: una gran bandera con los rostros de Santos, Barros y Padilha. También decidieron reestructurar el equipo con una filosofía más comunitaria: veteranos en proceso de retiro se quedaron, jugadores jóvenes fueron promovidos rápidamente y el staff técnico regresó más comprometido que nunca.

El entrenador Johnny Mitchell Jr., exjugador de la NFL con los Jets, Cowboys y Saints, volvió para liderar este nuevo capítulo. “Ellos han sufrido mucho psicológicamente. Algunos querían dejar el deporte después del accidente. Necesitamos recordar que todavía es un hermoso día para agradecer por lo que tenemos”, afirmó Mitchell.

El efecto sanador del deporte

La tragedia no afectó únicamente el cuerpo del equipo, sino también sus emociones. Muchos jugadores, aún sin heridas físicas, luchan contra las secuelas psicológicas del accidente. Según Ado Rodrigues, presidente del equipo y también jugador, “no sabíamos cuándo íbamos a volver. Era un enigma. Pero la comunidad del fútbol americano en Brasil estuvo increíblemente presente y solidaria”.

Jugadores como Cleverson Kvas usaron el deporte como terapia. “Lloraba por las noches pensando en la posibilidad de no ver crecer a mi hijo. Pero ahora estoy al 100% y celebro esta segunda oportunidad”, comentó. Él irá al próximo juego de la NFL en São Paulo con sus padres, como una forma de celebrar la vida y reafirmar su pasión renovada por el deporte.

El crecimiento del fútbol americano en Brasil

Pese a que el fútbol soccer sigue dominando el panorama deportivo brasileño, el fútbol americano ha ganado terreno lentamente desde el primer partido de la NFL celebrado en el país en 2024 —cuando los Philadelphia Eagles vencieron a los Green Bay Packers. Ahora, con el próximo duelo entre Chiefs y Chargers, la visibilidad del deporte se potencia aún más.

Equipos como los Coritiba Crocodiles tienen un rol fundamental como embajadores del deporte en Brasil. Aunque su liga es amateur, el compromiso es total. “No jugamos por dinero. Jugamos por pasión, por amor y, sobre todo, por ellos tres”, dijo Elisa Richter, al cerrar una tarde llena de emoción y memoria en el Croco Stadium.

Un legado que trasciende

El renacimiento de los Coritiba Crocodiles no es solo un ejemplo de coraje deportivo, sino también una valiosa lección de vida. El número de aficionados ha crecido en sus recientes partidos, motivados tanto por la emotividad de la historia como por el buen juego mostrado en el terreno. Para muchos, el equipo es hoy sinónimo de superación, comunidad y unidad.

Mitchell resume el espíritu del equipo: “En el deporte también hay tragedias. Pero uno debe alzar la vista, ver el sol y recordar que ese día es un regalo”. Con esta mentalidad, los Crocodiles avanzan, inspirando no solo a atletas, sino también a cualquier persona que necesite recordar que siempre se puede volver a empezar.

Como bien describe Delmer Zoschke, vicepresidente del equipo, luego de la última victoria sobre los Brown Spiders: “Estamos alimentándonos de esa emoción, trabajando con amigos, hablando con psicólogos y dejándolo todo en la cancha”.

Ese es el nuevo lema de los Coritiba Crocodiles: jugar por amor, por pasión y, ante todo, en memoria de aquellos que ya no están pero que siguen presentes en cada jugada.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press