¿Dónde está el hit del verano 2025? Un fenómeno musical que no llegó

Entre la nostalgia, el desencanto y las baladas, 'Ordinary' reina en un verano sin himno

Un verano sin ritmo claro: ¿qué está pasando con la música pop?

Cada año, el verano llega con una energía vibrante. Las clases terminan, el sol brilla fuerte y la música explota desde las ventanas de los autos y los parlantes en las playas. Pero en este 2025, algo se siente distinto: no hay una canción que lo defina todo. No hay un tema que dominen las pistas de baile, los asados ni los altavoces de fiestas en las piletas. En pocas palabras, el himno del verano parece haberse extraviado. Desde 2010, con el inicio del ranking Song of the Summer de Billboard —inaugurado con "California Gurls" de Katy Perry— la industria musical ha identificado cuál canción conquista la temporada en base a streaming, ventas y difusión radial entre el Memorial Day y el Labor Day en Estados Unidos. Sin embargo, este verano la lista ha sido dominada, casi sin interrupciones durante 14 semanas, por “Ordinary”, una balada sentimental del joven músico y estrella de TikTok, Alex Warren.

¿Una balada como canción del verano?

La elección puede parecer insólita. Normalmente, la canción del verano es enérgica, alegre, contagiosa; diseñada para levantar el ánimo y acompañar reuniones. "Ordinary" desafía ese molde. El profesor y musicólogo Joe Bennett de Berklee College of Music lo resume claramente: "Es bastante más lenta que el promedio del Hot 100 o de una canción típica del verano". Y sin embargo, ahí está. Triunfante.

Desinterés por lo nuevo y el poder de la nostalgia

Una de las claves para entender este fenómeno está en nuestros hábitos de consumo musical. Según un informe de mitad de año de Luminate, compañía responsable de los datos que alimentan las listas de Billboard, el streaming de canciones recientes disminuyó un 3,3% en la primera mitad de 2025 respecto a 2024. De las diez canciones más reproducidas por streaming en EE. UU., solo tres fueron lanzadas este año. La mayoría del público parece inclinarse por éxitos pasados. Temas como "Pink Pony Club" de Chappell Roan —que acumula ya 63 semanas en el Hot 100— permanecen en las listas, impidiendo la entrada a nuevos hits. Esto reconfigura el juego: canciones nuevas, como las de Justin Bieber o Sabrina Carpenter, no han logrado competir con la longevidad emocional de otras.

El fenómeno del "Recession Pop" y sus raíces

Uno de los datos más interesantes detectados por Luminate es el resurgimiento de lo que llaman "Recession Pop": canciones lanzadas durante y después de la crisis financiera de 2008. Sí, hits entre 2007 y 2011 están viviendo una segunda vida en listas y plataformas de streaming. Según Jaime Marconette, vicepresidente de análisis de música en Luminate: "Estamos viendo cómo la música pop de esos años crece incluso más rápido que la industria, lo que habla de una profunda nostalgia, y tal vez de un deseo colectivo de escapar a tiempos más simples o más felices".

Alex Warren y su historia de amor

“Ordinary” fue escrita por Warren para su esposa. Es una pieza delicada, sentimental, íntima. No busca controlar el ritmo de una fiesta; más bien, ofrece una pausa melancólica. En tiempos de incertidumbre global —conflictos políticos, clima extremo, ansiedad económica— esta canción parece brindar alivio. Ray Leone, psicóloga musical, propone una hipótesis emocional: “Hay caos en todos los frentes… La gente necesita ir hacia adentro, anclar lo personal. Y 'Ordinary', con su mensaje de amor simple pero poderoso, lo logra.”

Otros veranos musicales y la diferencia con 2025

Comparado con el frenesí pop del verano de 2024 —cuando canciones como "Espresso" de Sabrina Carpenter y nuevos lanzamientos de Dua Lipa inundaban las listas— este año brilla por su ausencia de competencia feroz. Lo confirma la musicóloga Paula Harper de la Universidad de Chicago: "2024 fue un tsunami de pop… Este año la gente se ha sorprendido al citar canciones antiguas creyendo que eran recientes. TikTok ha ayudado a mantenerlas vivas". Es decir, más que descubrir nuevos ritmos, el verano del 2025 ha sido una revisión sentimental de viejos favoritos.

Un mercado saturado y sin espacios de renovación

Otro factor determinante es el llamado exceso de música. El número de temas nuevos que llegan semanalmente a Spotify y otras plataformas es abrumador, dificultando que uno solo se imponga como el hit dominante. Entre julio y agosto de 2025, artistas consolidados como Justin Bieber lanzaron álbums enteros, pero no lograron mantener la atención. Su disco “Swag II”, continuación de “Swag” (ambos con un total combinado de 44 canciones), fue recibido con entusiasmo por sus fanáticos, pero su impacto en la cultura mainstream fue leve. Mientras tanto, artistas menos conocidos han optado por baladas íntimas y producciones caseras que conectan emocionalmente con la gente. La fórmula parece estar funcionando.

¿Qué dice esto de nosotros como oyentes y sociedad?

Para el profesor Ethan Hein de la NYU, la tendencia hacia temas lentos, nostálgicos y solemnes es un síntoma del estado colectivo del mundo. "Cuando enseño composición de canciones, siempre asigno una pieza pop animada… Y este año, nadie quiso hacerlo. Todos entregaron baladas tristes, como si nadie tuviera energía para celebrar". Hein va más allá: “Los jóvenes ya no están entusiasmados por el futuro. Yo crecí en los 80 y 90, y la música parecía adelantada a su tiempo. Hoy noto que muchos chicos se refugian en el pasado porque el presente, y lo que viene, no les inspira”.

El tour mundial lo dice todo

La lista actual de las giras musicales más lucrativas refuerza este argumento. Según datos de Pollstar, los artistas que dominan los escenarios mundiales no necesariamente son quienes lanzan la música más nueva, sino los que ofrecen experiencias emocionales consolidadas:
  • Beyoncé: $12.5 millones por ciudad, con más de 50 mil asistentes promedio.
  • Coldplay y Ed Sheeran: artistas con años de trayectoria que mezclan nostalgia con espectáculos visuales de gran magnitud.
  • Billie Eilish y Linkin Park: apelando a sonidos oscuros y reflexivos.
Todos recurren al efecto memoria. Quienes llenan estadios no son las promesas emergentes con nuevos hits virales, sino las figuras consolidadas que despiertan emociones profundas.

¿Qué esperar para el verano de 2026?

Este año dejó claro que el modelo tradicional de canción del verano tiene grietas. ¿Significa esto el fin del concepto? No necesariamente. Tal vez estamos entrando en una era de múltiples canciones del verano, personalizadas para diferentes públicos y estados de ánimo. Mientras unos bañistas cantan con nostalgia "Umbrella" de Rihanna, otros prefieren sumergirse en el piano suave de "Ordinary". Y quizás eso, en un mundo donde lo colectivo está fragmentado, sea la nueva definición del éxito musical del verano.
Este artículo fue redactado con información de Associated Press