Gaza bajo fuego: El bombardeo del hospital Nasser y el oscuro patrón de ataques a la prensa y personal médico

Una mirada crítica a un ataque que mató a 22 personas —incluidos periodistas— en el hospital Nasser de Gaza, revelando posibles violaciones graves del derecho internacional humanitario.

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La sombra de la guerra: Un hospital convertido en objetivo militar

El 25 de agosto de 2025, un ataque del ejército israelí al hospital Nasser en la ciudad de Khan Younis, en la Franja de Gaza, provocó la muerte de 22 personas, entre ellas cinco periodistas y personal médico. El hecho ha causado indignación global y ha desatado nuevas preguntas sobre la legalidad y la intencionalidad de los bombardeos israelíes en instalaciones civiles de salud y puntos de prensa.

Israel justificó el ataque alegando que un “comportamiento sospechoso” y la presencia de una cámara en el tejado estaban relacionados con actividades de vigilancia del grupo militante Hamas. No obstante, investigaciones posteriores han indicado que la cámara pertenecía al periodista de Reuters Hussam al-Masri, quien estaba cubriendo el día a día del hospital y solía cubrir su cámara con una tela blanca para protegerla del sol y el polvo, una práctica común entre reporteros audiovisuales.

Periodismo bajo ataque: Un patrón documentado

Según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), desde el inicio de la guerra en octubre de 2023, al menos 189 reporteros palestinos han sido asesinados en Gaza por fuego israelí. Esta cifra convierte al actual conflicto en el más letal para periodistas en la historia moderna.

Mariam Dagga, colaboradora de medios internacionales incluido Associated Press, fue una de las cinco reporteras fallecidas. Minutos antes de su muerte, había tomado fotografías del periodista al-Masri operando su cámara desde una escalera externa del hospital. La escena fue objetivo de un ataque inicial, y posteriormente —en lo que analistas califican como un doble golpe o “double tap”— un segundo bombardeo alcanzó el mismo punto cuando personal de rescate y reporteros acudían para ayudar y documentar.

¿Un error o parte de una táctica sistemática?

El uso de ataques “double tap” —una estrategia aplicada para matar a quienes responden a una primera ofensiva— ha sido documentado anteriormente en conflictos bélicos en Siria y, de forma notoria, por organizaciones como Al Qaeda. Su aplicación constituye una violación del derecho internacional humanitario, según expertos de Naciones Unidas y organizaciones como Amnistía Internacional.

“Un ataque repetido en el mismo lugar, cuando ya han llegado los rescatistas y periodistas, sugiere una intención deliberada o al menos una negligencia grave”, dijo Jody Ginsberg, directora ejecutiva del CPJ.

Mal uso de armamento: ¿Por qué se usaron tanques?

La evidencia recolectada por analistas de armamento demuestra que se utilizaron proyectiles explosivos lanzados por tanques en el ataque al hospital. Expertos como N.R. Jenzen-Jones, director de Armament Research Services, indicaron que los restos encontrados corresponden a munición habitual del ejército israelí, pero inapropiada para un entorno urbano civil con alta densidad poblacional.

Un alto oficial israelí que pidió permanecer en el anonimato reconoció que el uso del tanque “no estaba previsto en la operación”, sembrando aún más dudas sobre los estándares operacionales del ejército.

Confusión y contradicciones en la versión oficial

Tras el ataque, el ejército israelí difundió una lista con seis nombres de presuntos militantes de Hamas que, según ellos, murieron durante la ofensiva. Sin embargo, la lista no coincide plenamente con el registro de víctimas civiles del hospital. De hecho, uno de los nombres —Omar Kamel Shahada Abu Teimni siquiera figura como fallecido, y no se ha proporcionado ninguna prueba visual o documental de su muerte.

Entre los otros nombres se encuentra Jumaa al-Najjar, quien trabajaba en el propio hospital, y Imad al-Shaer, conductor de un vehículo de respuesta de emergencia. Los tres restantes figuran como fallecidos, pero sin evidencias o explicaciones adicionales.

Intereses políticos en juego: el contexto más amplio

El ataque ocurre en un momento delicado del conflicto, cuando Israel intensifica su operación terrestre en Gaza, e incluso emplea tácticas de evacuación masiva en zonas como Ciudad de Gaza y Rimal, con desplazamientos forzados de hasta el 90% de la población gazatí. Según representantes de organizaciones humanitarias, esta situación roza la limpieza étnica y el castigo colectivo.

Dentro de Israel, la ofensiva también ha provocado protestas de familiares de rehenes retenidos por Hamas, quienes exigen a Netanyahu buscar un cese al fuego en lugar de continuar un conflicto que, a ojos de muchos, solo aumenta el sufrimiento y reduce las probabilidades de una liberación pacífica.

Violaciones al derecho internacional humanitario

Las instalaciones médicas y los periodistas están protegidos por el Derecho Internacional Humanitario, en especial por los Convenios de Ginebra. Si bien estas protecciones pueden perderse cuando un hospital o reportero participa directamente en hostilidades, hasta el momento no existe evidencia sólida que justifique su eliminación como blancos civiles.

El ejército israelí ha sostenido que Hamas utiliza hospitales y otras instalaciones civiles como escudos, y en algunos casos se ha documentado su presencia en hospitales. Sin embargo, ninguna prueba contundente ha sido ofrecida en el caso específico del hospital Nasser o de los periodistas ataqueados.

Silenciar la verdad: ¿Objetivo deliberado?

Reuters y AP han manifestado de forma conjunta su preocupación por lo que describen como un patrón de ataques que parecen buscar silenciar a testigos críticos del conflicto. “Nos preguntamos si esto es un intento deliberado de eliminar transmisiones en vivo y controlar la narrativa del conflicto”, declaró un vocero de ambas agencias en una carta al ejército israelí.

Desde octubre de 2023, ningún periodista extranjero ha sido autorizado a ingresar en Gaza. Esto ha convertido a los reporteros locales en los únicos testigos posibles de los ataques, y su eliminación progresiva genera un vacío informativo extremadamente peligroso para la comunidad internacional.

¿Y ahora qué? El costo de la impunidad

El ataque al hospital Nasser es más que una tragedia humana: es un símbolo devastador de las fallas éticas, políticas y estratégicas de la ofensiva israelí en Gaza, y plantea preguntas urgentes sobre el papel de la comunidad internacional.

El Silencio de los organismos multilaterales y la falta de sanciones eficaces alimentan una cultura de impunidad que normaliza la muerte de civiles, el ataque a hospitales y periodistas, y el uso desmedido del poder militar.

Israel ha prometido investigar el incidente. Sin embargo, como lo demuestra un patrón documentado de “investigaciones internas” sin consecuencias, las promesas suenan cada vez más vacías.

Mientras tanto, los cuerpos siguen apilándose y las voces que deberían documentar la tragedia están siendo silenciadas. La verdad, en este conflicto, también parece ser víctima de los bombardeos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press