Hollywood vs. Inteligencia Artificial: La batalla legal que podría redefinir la creatividad digital

Warner Bros., Disney y Universal se enfrentan a Midjourney, una plataforma de IA generativa, en una demanda por infracción de derechos de autor que pone en juego el futuro del arte generado por máquinas.

¿Es la IA el nuevo villano de Hollywood?

En pleno auge de la inteligencia artificial generativa, Hollywood levanta la voz. Warner Bros. ha demandado a la plataforma Midjourney por supuesta infracción de derechos de autor. El estudio cinematográfico afirma que esta startup permite a millones de usuarios generar imágenes y videos con personajes icónicos como Superman y Bugs Bunny sin autorización. Esta batalla legal no es un caso aislado; se suma a las demandas ya presentadas contra la compañía por parte de Disney y Universal.

La demanda se fundamenta en que Midjourney habría entrenado su modelo de IA con “copias ilegales” de contenidos protegidos por derechos de autor, incluyendo imágenes, cómics y escenas de películas. Warner acusa a Midjourney de “pensar que está por encima de la ley” y facilitar la explotación de propiedades intelectuales sin compensación ni control alguno.

¿Qué es Midjourney y por qué genera tanta controversia?

Midjourney, con sede en San Francisco, es una de las plataformas de generación de imágenes mediante IA más populares en la actualidad. Similar a DALL·E o Stable Diffusion, su sistema transforma simples instrucciones escritas (prompts) en complejas ilustraciones de estilo realista, cómic, anime, etc. Según su CEO David Holz, el objetivo de Midjourney es ser como un “buscador visual”, ayudando a los usuarios a expresar su creatividad.

“¿Puede una persona mirar una imagen de otro y aprender de ella para crear una similar? Claro que sí. Si no fuera así, la industria del arte moriría”, dijo Holz en una entrevista en 2022. Según él, la IA simplemente imita cómo los humanos aprenden a través de ejemplos.

Pero las grandes productoras no ven esto del mismo modo.

La posición de Warner Bros. y los límites legales de la IA

Warner sostiene que incluso un prompt genérico como “batalla clásica de superhéroes de cómic” puede generar con Midjourney imágenes reconocibles de Superman, Batman o Flash. Este tipo de resultados, argumentan, confunde a los consumidores y transmite la falsa idea de que Warner Bros. ha autorizado estas obras, lo cual no es el caso.

La compañía exige una indemnización de hasta 150,000 dólares por cada obra infringida. Además, señala que si Midjourney puede establecer filtros para limitar la generación de imágenes violentas o sexuales, también debería poder hacer lo mismo para impedir la infracción de propiedad intelectual.

IA y derecho de autor: ¿una laguna legal?

El uso de obras protegidas para entrenar modelos de IA ha desatado uno de los debates más intensos del ámbito tecnológico en la última década. Midjourney argumenta que su modelo fue entrenado con “miles de millones de imágenes públicas” y que esto representa un uso “transformativo” protegido por el principio de fair use (uso justo) en la ley norteamericana.

Este principio legal permite, en ciertos casos, utilizar materiales con derechos de autor sin permiso cuando el uso es considerado educativo, crítico, o de investigación, y no compite directamente con el producto original. Sin embargo, distintos tribunales han tenido posturas encontradas al aplicarlo al entrenamiento de IA.

Por ejemplo, en una demanda paralela contra Meta y Anthropic presentada por autores literarios, algunos jueces han aceptado que entrenar IA con libros sin permiso puede considerarse transformativo, mientras que otros han señalado la necesidad de revisar este argumento a fondo.

La defensa de Midjourney: “No somos responsables del mal uso”

En sus declaraciones judiciales, Midjourney sostiene que no es responsable del contenido generado por sus usuarios. Apunta que su acuerdo de términos de uso explícitamente prohíbe la creación de contenido que infrinja derechos de autor. Es decir, culpa directamente a los usuarios que insertan instrucciones que derivan en obras copiadas.

Esta visión es compartida por muchas otras plataformas de IA generativa. En esencia, sería como responsabilizar a Google por un usuario que busca contenido pirata o sube videos de películas a YouTube.

¿Y si la IA destruye el negocio del arte?

Más allá del marco estrictamente legal, lo que preocupa a los estudios es el daño económico y cultural. Sobra decir que personajes como Batman, Harry Potter o Scooby-Doo generan miles de millones al año para sus estudios, no solo en películas y series, sino en licencias, videojuegos, juguetes, parques temáticos y más.

Permitir que una IA genere libremente imágenes de estos personajes, muchas veces en contextos ridículos o incluso nocivos (por ejemplo, Bugs Bunny luchando contra Hitler o Superman bebiendo en un bar), erosiona la integridad de las marcas y mina negocios enteros. Según un informe de Statista, el mercado de licencias de personajes supera los 300 mil millones de dólares anuales en todo el mundo.

Impacto en artistas, ilustradores e industria creativa

Los artistas visuales también se sienten amenazados. Muchos profesionales independientes denuncian que sus estilos fueron copiados por estas IA sin crédito ni compensación. La iniciativa “Have I Been Trained?”, creada por la artista Holly Herndon, permite que otros artistas inspeccionen si sus obras fueron incluidas en datasets utilizados por IA. El resultado es alarmante: miles de creaciones han sido usadas sin consentimiento con el fin de entrenar estos modelos.

Esto pone en peligro no solo el sustento de cientos de miles de ilustradores, sino también los cimientos éticos del arte como expresión individual.

El precedente que puede cambiarlo todo

Hollywood presiona porque sabe que este caso puede sentar jurisprudencia. De perder Midjourney, futuras herramientas de IA podrían verse obligadas a pagar licencias específicas para usar obras con copyright en sus entrenamientos, lo cual afectaría profundamente el desarrollo del sector.

Por otro lado, si Warner Bros. pierde, abriría una puerta peligrosa para el uso masivo y libre de nombres, personajes y obras culturales sin límites. Incluso podría repercutir en cómo se distribuye la música, las películas y la literatura en la era digital.

El debate ético más allá del tribunal

Mientras abogados discuten sobre derechos de autor, la sociedad se enfrenta a preguntas más profundas: ¿Puede una máquina tener inspiración?, ¿Qué significa realmente crear?, ¿Es válido aprender del arte ajeno aunque seas una IA?, ¿Somos los humanos los únicos con derecho a “aprender” del entorno y reinterpretarlo?

No hay respuestas definitivas. Pero lo que es claro es que la creatividad está en disputa. El arte generado por IA ha democratizado la estética, ha acercado a miles al mundo visual, pero también amenaza con borrar las líneas entre homenaje, plagio y sátira. Y ahora, los tribunales deben decidir dónde trazarlas.

¿Y tú qué opinas?

¿Está Warner Bros. defendiendo a los artistas o protegiendo ingresos? ¿Es Midjourney una herramienta creativa o una fábrica de copias no autorizadas? ¿Deberían los gobiernos intervenir en cómo se entrenan estas IAs? El futuro del entretenimiento podría cambiar para siempre en función de lo que se decida en los próximos meses.

La cultura digital evoluciona más rápido de lo que el sistema legal es capaz de adaptarse. Pero lo que surja de este juicio marcará el rumbo no solo de Hollywood, sino del arte en todo el mundo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press