Sergiño Dest: Entre redención y renacer en la selección de EE. UU.
Después de un año y medio fuera, el lateral del PSV vuelve más maduro y con hambre de redimir su nombre a las puertas del Mundial 2026
Una segunda oportunidad para brillar
Sergiño Dest está de vuelta. Tras una ausencia de más de un año debido a una lesión y un episodio polémico que lo dejó mal parado ante sus compañeros y entrenadores, el lateral nacido en los Países Bajos regresa a la selección estadounidense con la intención de redimirse y demostrar que ha madurado, tanto dentro como fuera del campo.
El 14 de noviembre de 2023 es una fecha que Dest no olvidará. Durante un partido de cuartos de final de la Liga de Naciones de la CONCACAF contra Trinidad y Tobago, el jugador del PSV Eindhoven fue expulsado tras discutir de manera innecesaria con el árbitro, acumulando dos amarillas por protestar en solo 30 segundos.
“Obviamente no fue algo bueno, pero aprendí de ello,” confesó Dest recientemente desde el campamento del equipo nacional. “Hay que estar consciente de tu temperamento. Tengo que ayudar al equipo y esa no fue la manera.”
Un duro golpe: la lesión de ligamento cruzado anterior
Dest regresó brevemente contra México el 24 de marzo de 2024, un partido que Estados Unidos ganó 2-0, pero pocos días después, durante un entrenamiento con PSV, sufrió una grave lesión en el ligamento cruzado anterior (LCA) de su rodilla derecha, sin siquiera contacto con otro jugador.
“Fue en una jugada rutinaria, estaba cerrando un espacio a toda velocidad. Toqué el balón y, al caer, simplemente sentí el dolor. Al principio pensé que era algo menor, un par de días y estaría de vuelta,” relató Dest, aún asombrado por lo rápido que puede cambiar la carrera de un atleta profesional.
No volvería a actuar en un partido oficial hasta el 8 de marzo de 2025. Su primera aparición completa de 90 minutos fue en la jornada final de la liga neerlandesa, donde el PSV se coronó campeón.
El desafío mental de la recuperación
Las lesiones largas no son solo físicas. La rutina cambia, la ansiedad se acumula, y la mente puede convertirse en un campo minado. Dest, de tan solo 24 años, vivió todo esto. “Intenté desconectar del fútbol. Me enfoqué en otras cosas, seguí la Fórmula 1, estuve con amigos y familia, simplemente para no volverme loco,” dijo.
La recuperación fue más lenta de lo esperado, incluso cuando parecía estar listo para jugar en la Copa Oro 2025. “Después de algunos entrenamientos era evidente que había perdido mucha fuerza en mi pierna derecha. No era seguro que jugara,” explicó.
Polivalente y ofensivo: el perfil que Dest aporta al equipo
Sergiño es más que un defensor. Él representa una nueva camada de jugadores estadounidenses con mentalidades ofensivas europeizadas, curtidos en academias de renombre y habituados a competir al más alto nivel. Formado en el Ajax, debutó con Estados Unidos en 2019 y ha disputado 33 partidos internacionales con 2 goles.
Su talento llamó la atención del F.C. Barcelona, convirtiéndose en octubre de 2020 en el primer estadounidense en firmar con el equipo culé. No obstante, la llegada de Xavi Hernández cambió el panorama. Fue cedido al Milan y posteriormente al PSV, donde actualmente milita tras firmar un contrato de 4 años incluso después de su lesión.
“Tiene la capacidad de desbordar, de generar peligro. Es un jugador con habilidades especiales,” dijo el entrenador Mauricio Pochettino. “Puede evitar que nuestro ataque se vuelva predecible.”
Lecciones de liderazgo, en la sombra de Pulisic
Dest no es la única figura bajo el foco en el equipo de EE. UU. Recientemente, Christian Pulisic estuvo involucrado en una polémica sobre su compromiso, al decidir no participar en la Copa Oro para descansar. Aunque el entrenador inicialmente no lo dejó regresar para amistosos, Pochettino ahora asegura que todo ha quedado atrás.
La madurez de Dest contrasta con los roces vividos entre antiguos y actuales jugadores como Landon Donovan y Tim Weah, quien defendió a su compañero: “Aquellos que critican son los mismos que se muestran amables luego. Me parece muy hipócrita.”
Estas tensiones reflejan algo más profundo: la presión mediática y la expectativa sobre esta generación que sueña con brillar en casa durante el Mundial de 2026.
¿Qué se puede esperar de Dest hacia el futuro?
Su papel natural es el lateral derecho, aunque también puede jugar por la izquierda como suplente del consolidado Antonee Robinson. Su enfoque ofensivo, sumado a la experiencia ganada en ligas como LaLiga, Serie A y Eredivisie, hacen de Dest una pieza táctica flexible y valiosa a seis meses del inicio oficial del ciclo preparatorio para la Copa del Mundo.
El seleccionador Gregg Berhalter y su cuerpo técnico tendrán que decidir cómo reintegrar por completo a un jugador que ha aprendido de sus errores y aspira a consolidarse como líder silencioso en una selección que transita entre lo joven y lo experimentado.
Estados Unidos y su generación dorada temprana
Más allá del caso personal de Dest, Estados Unidos vive una etapa singular. Con una generación encabezada por talentos como Tyler Adams, Weston McKennie, Giovanni Reyna y el propio Pulisic, se abre una ventana dorada previa al Mundial de 2026, que se celebrará en casa.
Según FiveThirtyEight, Estados Unidos es favorito para avanzar a semifinales en torneos continentales cuando juega en suelo propio, basados en estadísticas históricas desde 1994 hasta 2021.
La recuperación emocional y física de jugadores como Dest no solo es una buena noticia, es un imperativo para una selección con responsabilidad histórica.
Del Ajax a Zandvoort: los intereses más allá del balón
En el mundo actual del fútbol, el bienestar integral del atleta es una tendencia ascendente. Dest buscó otros intereses mientras se rehabilitaba. Confesó su fascinación por la Fórmula 1, asistió al Gran Premio de los Países Bajos y aprovechó el tiempo para explorar más allá de los 90 minutos.
Estas actividades, lejos de restar profesionalismo, lo ayudaron a encontrar balance y a mantener su salud mental en una etapa crítica para cualquier deportista.
La cita con la historia
El Mundial de 2026 no será uno más. Se jugará en casa para los estadounidenses, con un formato ampliado de 48 equipos. Para Dest y su generación, esta es su oportunidad de oro.
Recuperar terreno perdido, aprender de los errores, y enfocarse en el trabajo colectivo serán las claves para una selección que busca no solo competir, sino también inspirar.
En palabras del arquero Matt Freese: “Sergiño es de esos jugadores a los que puedes darle el balón en cualquier situación, y él encontrará la salida. Eso no se entrena. Se siente.”
Con el número 2 en la espalda y cicatrices visibles e invisibles, Dest vuelve. Más fuerte, más enfocado. Y listo para escribir su segundo capítulo con la camiseta de las barras y estrellas.