Trump, empleos e incertidumbre: ¿está Estados Unidos perdiendo la batalla económica?
Un análisis profundo del debilitamiento del mercado laboral, las políticas migratorias y la creciente tensión social en tiempos de promesas económicas incumplidas bajo la presidencia de Donald Trump
Una economía bajo presión
Durante su retorno a la presidencia en 2024, Donald Trump ha enfrentado una gama de desafíos económicos que contrastan duramente con las promesas de prosperidad pronunciadas durante su campaña. ¿Dónde están los empleos industriales? ¿Por qué la inflación vuelve a subir a pesar de las políticas enérgicas? ¿Es culpa de la Reserva Federal, los inmigrantes o simplemente de una visión económica desconectada de la realidad? Este análisis aborda el estado actual del mercado laboral, los efectos de las políticas migratorias y comerciales y cómo todo esto se traduce en tensiones sociales sin precedentes.
Los números detrás del discurso: un mercado laboral en declive
El dato más reciente del Departamento de Trabajo de EE.UU. mostró que en agosto solo se añadieron 22,000 empleos, una caída alarmante en comparación con los meses anteriores. Además, la tasa de desempleo subió al 4.3%, mientras sectores clave como la industria manufacturera y la construcción redujeron su plantilla en decenas de miles.
- Desde abril, se han perdido 42,000 empleos manufacturados.
- 8,000 empleos menos en construcción en el mismo periodo.
- El sector de minería y petróleo ha recortado 12,000 empleos desde enero.
Estos números chocan directamente con afirmaciones del presidente como: “Los trabajos y las fábricas van a volver rugiendo” y plantean dudas sobre la capacidad real de sus medidas para impulsar el empleo.
Las tarifas como arma de doble filo
Uno de los ejes centrales de la política económica de Trump ha sido la imposición de tarifas a importaciones para proteger y fortalecer la industria doméstica. Sin embargo, el efecto ha sido contraproducente:
- Las cadenas de suministro se han encarecido.
- Los aumentos de costos para las empresas han llevado a recortes laborales.
- Las expectativas de inversión han caído en sectores como la automoción y la maquinaria pesada.
La Reserva Federal ha señalado estas tarifas como uno de los factores que agregan presión sobre la inflación, que ha ido aumentando en los últimos meses: del 2.3% en abril al 2.7% en julio. La electricidad, por ejemplo, ha subido un 4.6% en lo que va del año.
Trump y la promesa de deportaciones masivas: impacto social y económico
En un giro preocupante, Trump ha vinculado el empleo con políticas migratorias agresivas, prometiendo proteger los “trabajos de los afroamericanos” mediante la deportación de inmigrantes en situación irregular. Sin embargo, la cifra de desempleo para los afroamericanos ha aumentado a 7.5%, el nivel más alto desde octubre de 2021.
La retórica antiinmigrante no solo afecta emocionalmente a comunidades enteras, también desencadena efectos colaterales significativos:
- Reducción de la población activa en sectores laborales intensivos.
- Incremento del miedo y caída del consumo en comunidades latinas y asiáticas.
- Manifestaciones culturales, como la celebración del Día de la Independencia de México en Chicago, han sido interrumpidas o minimizadas por temor a redadas federales.
En Chicago, donde los mexicanos representan más del 20% de la población, los tradicionales desfiles y caravanas de El Grito están siendo reprogramados o directamente pospuestos por seguridad. Muchos residentes, incluso ciudadanos estadounidenses, llevan sus pasaportes consigo por miedo a detenciones arbitrarias.
El caso Hyundai: cómo la política migratoria golpea proyectos multimillonarios
El impacto de estas políticas migratorias también ha golpeado directamente al empresariado. Una redada gigantesca de agentes federales en una planta de producción de baterías para vehículos eléctricos en Georgia terminó con la detención de 475 personas, la mayoría ciudadanos surcoreanos. Este sitio es una iniciativa conjunta de Hyundai y LG con una inversión de más de $7,600 millones y se preveía que daría empleo a más de 1,200 personas.
El gobierno surcoreano expresó su preocupación y pesar tras el incidente, mientras que comunidades asiáticas en Georgia han denunciado discriminación y trato injusto. “No deberían temer trabajar o caminar por las calles como siempre”, dijo Fabio Fernandez, dueño de un negocio en el barrio Pilsen de Chicago.
¿Realmente vienen mejores tiempos?
Mientras tanto, figuras como Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, han contenido los deseos de Trump de bajar las tasas de interés de forma brusca, señalando que podría estimular un mayor crecimiento inflacionario. Trump, por su parte, ha acusado sin pruebas a la Oficina de Estadísticas Laborales de fabricar datos para perjudicarlo políticamente.
Michael Strain, director de estudios de política económica del American Enterprise Institute, explicó:
“Si el presidente dice que los datos están amañados, ¿qué sentido tiene que nos pida paciencia porque vendrán mejores cifras luego?”
Algunos dentro de la misma administración indican que la inversión en inteligencia artificial y tecnología podría revertir la situación en un año. Esto incluiría la construcción de nuevos centros de datos y desarrollo impulsados por empresas como Meta, Apple y Microsoft.
Chicago y la cultura como resistencia
Frente al panorama de miedo, numerosos residentes de barrios como Pilsen y Little Village han decidido celebrar con precauciones pero sin ceder. Vianney Alarcón, de 42 años, resume el sentir de muchos:
“Traeré mi pasaporte, sí. Pero igual voy a celebrar. Es nuestra herencia, nuestro derecho. El miedo no puede impedirnos ser quienes somos.”
El organizador de El Grito Chicago, Germán González, subraya también que no permitirán que su evento “sea utilizado como peón político”.
¿Qué dicen los expertos políticos?
Frank Luntz, consultor y encuestador, opina que finalmente los votantes prestan más atención a temas como la inflación y el costo de vida que al desempleo en sí:
“La percepción de la economía se define por lo que la gente ve al llenar el carrito en el supermercado o pagar la factura de luz.”
Aun así, advierte que el margen para que Trump modifique esa percepción está por agotarse. “El punto de decisión llegará el Día del Trabajo de 2026”, advierte Luntz, en referencia a la fecha en la cual muchos votantes conformarán su opinión final previo a elecciones.
¿Quién está realmente perdiendo?
Más que Trump o sus detractores, quienes están sintiendo el peso mayor de estas políticas son los trabajadores comunes, las pequeñas empresas, los inmigrantes (legales e ilegales) y sectores económicos estratégicos. El daño a la confianza, la inversión y la cohesión social está en marcha.
Mientras tanto, las promesas de “más empleos que nunca” y “fábricas que rugen” siguen siendo eso: promesas.