Corrupción y nepotismo en el corazón del poder: el escándalo que amenaza a Javier Milei
Las grabaciones filtradas, las acusaciones contra Karina Milei y la reacción del gobierno ponen en jaque la narrativa anticorrupción del presidente argentino
Una bomba política en plena crisis económica
En un país acostumbrado al olor a corrupción, incluso entre sus dirigentes más carismáticos, nada suele sorprender demasiado. Sin embargo, el escándalo de sobornos que sacude al gobierno del presidente libertario Javier Milei ha encendido una alarma nacional y global. Milei, quien llegó al poder en 2023 prometiendo erradicar a “la casta” y sanear las finanzas del país, enfrenta ahora acusaciones gravísimas que involucran directamente a su hermana y figura clave del gobierno, Karina Milei.
Grabaciones de audio filtradas desde agosto de 2024 revelan una supuesta red de coimas dentro de la Agencia Nacional de Discapacidad, un organismo público encargado de la gestión de programas sociales fundamentales para una población vulnerable. Las voces atribuidas a Diego Spagnuolo, entonces director de la agencia (y abogado personal del presidente), acusan a Karina y a Eduardo “Lule” Menem, de cobrar comisiones ilegales por contratos farmacéuticos.
La figura de Karina Milei: de tarotista a “el Jefe” del poder
Karina Milei no es una funcionaria cualquiera. Conocida como “El Jefe” dentro de Casa Rosada, ha sido la estratega principal de la carrera de su hermano, convirtiéndose en un pilar indiscutido de su presidencia. Pasó de manejar una cuenta de pastelería en Instagram y tirar cartas de tarot, a manejar el gabinete presidencial, asignar cargos estratégicos y controlar la agenda oficial. Así lo ha reconocido el propio Javier Milei, quien se refiere a ella con una veneración casi bíblica: “Es como Moisés.”
Ahora, su rol está en la mira pública. Las filtraciones la muestran no solo agotada por jornadas laborales que, según ella, van de 8 a.m. a 11 p.m., sino también como una beneficiaria de supuestos sobornos millonarios. La denuncia más fuerte sugiere que Karina recibía entre el 3 y 4% del monto total de ciertos contratos farmacéuticos —equivalente a cientos de miles de dólares— a través de intermediarios.
El impacto electoral y político
Este escándalo mediático estalló una semana antes de las elecciones provinciales en Buenos Aires, bastión histórico del peronismo y campo de batalla crucial para cualquier aspiración de estabilidad política. Aunque todavía no hay pruebas judiciales concluyentes, solo con los audios y las sospechas ha bastado para romper con la imagen mesiánica y antisistema que Milei cultivó con tanto esmero.
“Corruptos siempre hubo. Pero Milei dijo que era distinto. Para muchos ya no lo es”, opinó la politóloga Eugenia Mitchelstein.
El gobierno reaccionó con lentitud. Milei tardó seis días en pronunciarse. Cuando lo hizo, despidió a Spagnuolo y denunció una “operación política para dañar su imagen”. Sin embargo, ese silencio inicial caló hondo. Los analistas consideran que es precisamente el involucramiento directo de Karina lo que limita la capacidad del presidente para una respuesta más contundente. El escudo familiar se ha vuelto su talón de Aquiles.
Una tormenta que crece: censura, paranoia y represión
Cuando parecía que la situación estaba bajo control, el periodista Mauro Federico publicó nuevas grabaciones de Karina Milei dentro de la Casa Rosada. Aunque inocuas a simple vista, generaron pánico dentro del oficialismo: Federico asegura tener 50 minutos adicionales de conversaciones grabadas. La respuesta fue inmediata y extrema.
La policía allanó la redacción del medio de comunicación Carnaval y las casas de varios periodistas, incluido Federico. Se incautaron celulares y computadoras. Un juez federal prohibió a la prensa publicar cualquier grabación captada dentro de la sede del Ejecutivo, lo que provocó un escándalo en torno a la libertad de expresión.
“Se trata de una de las amenazas más graves contra la libertad de prensa desde el regreso de la democracia en Argentina”, denunció Reporteros Sin Fronteras.
La paranoia incluso tocó la diplomacia: el gobierno sugirió que los servicios de inteligencia rusos podrían estar detrás de la filtración, dado el historial de injerencia de algunos expatriados en conflictos geopolíticos. La embajada rusa en Buenos Aires respondió indignada:
“Ver espías rusos en cada rincón es irracional y destructivo”, reprobó la delegación diplomática.
Libra: el criptogolpe anterior del clan Milei
Este no es el primer escándalo que involucra a Karina Milei. A inicios de 2025, ambos hermanos quedaron salpicados por la promoción de una memecoin llamada Libra. El activo se desplomó al poco tiempo, dejando a miles de pequeños inversores con más de 250 millones de dólares en pérdidas. Documentos filtrados mostraban al creador del proyecto ufanándose por haber pagado a Karina para impulsar la criptomoneda. Actualmente hay varias demandas colectivas en tribunales de Estados Unidos.
La calle reacciona: burlas, evacuaciones y canciones virales
Las consecuencias del caso se sienten también en las calles. Karina Milei tuvo que ser evacuada de dos actos políticos en Buenos Aires tras la reacción hostil del público. La canción “Karina corrupta”, coreada en bares y marchas al ritmo de “Guantanamera”, ya se convirtió en un nuevo himno antiburocracia.
“Corrupta y coimera, Karina es una coimera...”, canta la gente entre risas e indignación.
En redes sociales y medios alternativos muchas voces reclaman la renuncia de la Secretaria General de la Presidencia. La presión aumenta, pero Milei se resiste. Su lógica es una mezcla de lealtad emocional, cálculo político y obstinación ideológica.
¿Puede sobrevivir Milei a su propio discurso?
Lo irónico del escándalo es que ocurre mientras el país atraviesa uno de los ajustes fiscales más duros de su historia reciente. El mismo presidente que vetó un aumento en los beneficios para personas con discapacidad —alegando la necesidad de mantener el superávit fiscal— tiene a su círculo íntimo involucrado en desviar fondos del mismo organismo público que administra dicha ayuda.
Ana Iparraguirre, analista política en la firma GBAO, lo resume con acierto:
“Los escándalos de corrupción en tiempos de escasez económica tienen mayor impacto. Esto ya afecta la proyección electoral de Milei más allá de su base leal.”
Al perder fuerza su narrativa anticasta, Milei enfrenta una paradoja: su permanencia podría depender de actuar exactamente como los políticos tradicionales que juró combatir. ¿Se convertirá el león libertario en un felino domesticado por el poder?
Por ahora, Argentina —y el mundo— observa expectante.