Japón en la encrucijada: ¿puede su economía resistir la incertidumbre política?

La dimisión del primer ministro Shigeru Ishiba sacude al país mientras los mercados apuestan por la estabilidad económica y una recuperación basada en el consumo

Una renuncia largamente anticipada que sacude la política japonesa

En un movimiento que si bien se esperaba, no deja de tener profundas implicaciones políticas, Shigeru Ishiba anunció su renuncia como primer ministro de Japón y como líder del Partido Liberal Democrático (PLD). La noticia llegó el domingo por la noche y ha generado inquietudes pero también esperanzas dentro del panorama político asiático y global.

La salida de Ishiba ocurre tras meses de tensiones internas en su partido y una serie de derrotas electorales que socavaron su autoridad. El PLD, actualmente en posición minoritaria en la Dieta japonesa, deberá ahora convocar elecciones internas para elegir un nuevo líder. Algunos nombres ya se barajan como posibles sucesores, pero el escenario aún es muy incierto.

"Los mercados pueden reaccionar a corto plazo ante la incertidumbre de un liderazgo débil, pero esto probablemente se resolverá cuando se elija un nuevo líder," comentó Naomi Fink, estratega global en Amova Asset Management. "Mientras tanto, el rol del PLD como partido minoritario seguirá obligando a negociar y comprometerse para impulsar políticas,” añadió.

La economía por encima de la política: Japón crece más de lo previsto

Pese al terremoto político, la economía japonesa presentó esta semana una cifra sorprendentemente positiva: el crecimiento del primer trimestre fiscal se revisó al alza, alcanzando un aumento anualizado del 2.2%, según comunicó la Oficina del Gabinete nipón. Esta cifra es más del doble del estimado anterior de 1.0%, respaldada por un consumo interno sólido y niveles saludables de inventarios.

Este repunte es especialmente significativo si se considera el entorno global: inflación elevada, disrupciones en la cadena de suministro y una guerra en Europa afectan la economía global. Incluso con su inestabilidad política, Japón muestra signos de resiliencia económica. Esto se refleja en la reacción del mercado bursátil.

Los mercados asiáticos mantienen la calma (por ahora)

En medio del cambio político en Tokio, la bolsa japonesa no solo se mantuvo estable, sino que registró una subida notable. El Nikkei 225 avanzó un 1.4% durante la sesión del lunes, alcanzando los 43,630.54 puntos. Otros mercados asiáticos también mostraron comportamientos positivos: el Kospi de Corea del Sur subió un 0.2%, y el Hang Seng de Hong Kong un 0.3%. En cambio, el S&P/ASX 200 de Australia cayó un 0.3%, reflejando una mayor cautela ante factores regionales propios.

Este repunte se explica parcialmente por el alivio de que finalmente se haya producido la dimisión de Ishiba, decisión que llevaba meses gestándose. "Ahora, con la renuncia confirmada, los inversionistas pueden anticipar una mayor claridad política en las próximas semanas," dijo Hiroshi Nakamura, analista en Nomura Securities.

Los paralelos con Occidente: Wall Street y el dilema de la Fed

En contraste, los mercados estadounidenses enfrentaron dudas y volatilidad. El S&P 500 perdió un 0.3% después de haber alcanzado un máximo histórico el jueves anterior. El Dow Jones cayó 220 puntos, cerrando un 0.5% abajo, mientras que el Nasdaq bajó marginalmente.

La preocupación en EE.UU. está centrada en las señales mixtas del mercado laboral. Según el Departamento de Trabajo, se crearon menos empleos de los esperados en agosto, y las cifras de junio y julio fueron ajustadas a la baja, con 21,000 puestos revelados como sobreestimaciones.

Para los inversionistas, esto genera incertidumbre sobre los próximos pasos de la Reserva Federal (Fed). ¿Recortará las tasas como una medida preventiva para apoyar la economía o se mantendrá prudente para evitar reactivar la inflación? “Este es el juego de los equilibrios”, explicó Sarah Breen, estratega en Morgan Stanley. “Un mercado laboral más débil podría ser lo que la Fed necesita para justificar una reducción de tasas”.

El yen y el petróleo: indicadores clave de nerviosismo global

En el mercado de divisas, el dólar estadounidense se fortaleció frente al yen japonés, subiendo de 147.39 a 148.20 yenes. Esto sugiere que los inversionistas buscan refugio en activos más estables, ante posibles turbulencias en Japón.

En los mercados energéticos, el crudo estadounidense se cotizó a 62.61 dólares por barril, mientras que el Brent subió a 66.30 dólares, marcando tendencias al alza anticipadas por tensiones geopolíticas y una oferta ajustada.

Una era post-Abenómica y el dilema de la política japonesa

Desde la era de Shinzo Abe y su “Abenomía”, Japón ha seguido una política económica basada en tres pilares: política monetaria expansiva, incremento del gasto público e implementación de reformas estructurales. Aunque algunos aspectos de estas políticas continúan vigentes, el respaldo político para reformas drásticas ha disminuido enormemente.

La renuncia de Ishiba abre un nuevo capítulo: uno donde la fragmentación política y la negociación constante serán claves. Sin mayoría absoluta y con la oposición aprovechando terreno, el nuevo líder del PLD deberá buscar alianzas, probablemente con partidos más pequeños o independientes, para formar una mayoría gobernante.

La estabilidad política, por tanto, dependerá del carisma y liderazgo del sucesor de Ishiba, además de su capacidad para navegar las aguas turbulentas del consenso parlamentario japonés.

Una mirada hacia adelante: ¿quién liderará el futuro de Japón?

Entre los nombres que suenan como sucesores de Ishiba están Fumio Kishida, quien fue canciller durante la administración Abe, así como Sanae Takaichi, una de las pocas figuras conservadoras prominentes que cuenta con una base leal dentro del PLD. También se menciona a Taro Kono, popular en redes sociales y percibido como un reformista dentro del establishment.

La elección del nuevo líder del PLD podría determinar no solo la dirección de Japón, sino también la dinámica económica de Asia en los próximos años. Un líder que ofrezca estabilidad política y compromisos pragmáticos podría reforzar la confianza del mercado en medio de una región que sigue enfrentando tensiones territoriales y económicas, especialmente con China y Corea del Norte.

Por ahora, la respuesta del mercado sugiere que la economía japonesa muestra signos de fortaleza incluso cuando su liderazgo político entra en transición. Pero esa calma podría ser temporal si el nuevo liderazgo no logra unir al partido ni alcanzar acuerdos significativos en el Parlamento.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press