Semana 1 de NFL: Tropiezos, frustraciones y promesas incumplidas

New England, Miami y Atlanta comienzan la temporada con actuaciones decepcionantes que avivan dudas profundas

El regreso de los fantasmas en Foxborough

El debut de Mike Vrabel como entrenador de los New England Patriots generaba expectativas tras una pretemporada donde se reforzaron líneas clave, especialmente la ofensiva. Sin embargo, la realidad golpeó con fuerza: derrota 20-13 ante los Las Vegas Raiders y, peor aún, la sensación de que el equipo sigue varado en la mediocridad.

Después de una serie prometedora que terminó en touchdown y arrancó con energía gracias al novato Drake Maye, el ataque se evaporó. Apenas consiguieron otro pase de más de 20 yardas en el resto del encuentro y convirtieron solo cuatro de 14 intentos en tercera oportunidad. "Tenemos un largo camino por recorrer", reconoció Vrabel con honestidad.

Maye terminó con 287 yardas, un touchdown y una intercepción, pero mostró imprecisión lanzando por detrás o por encima de sus receptores. Además, la renovada línea ofensiva sufrió cuatro capturas y generó pocas oportunidades en el juego terrestre, con un modesto promedio de 4.9 yardas por jugada, apenas 0.1 más que la penosa ofensiva de 2024, que fue la penúltima en la NFL.

Kayshon Boutte, un rayo de esperanza

Entre los rescatables, Kayshon Boutte lideró con seis recepciones para 103 yardas, demostrando capacidad de separación y energía. A pesar de eso, el ataque no encontró continuidad. El clima lluvioso y la falta de ritmo fueron factores, pero el equipo parece estar en una etapa inmadura dentro del nuevo sistema ofensivo del coordinador Josh McDaniels.

"Todos debemos estar más conectados. No creo que estuviéramos del todo asentados", comentó Boutte, mientras Maye hizo autocrítica: "Debí haber completado más jugadas claves... Fue duro no sacar puntos de nuestro primer drive".

Miami: el déjà vu de las pesadillas tempranas

En Indianápolis, los Dolphins arrancaron la temporada 2025 con una paliza 33-8 ante los Colts. Más que una derrota, fue un reality check que reavivó traumas del pasado. El año anterior comenzaron 2-6 y aunque cerraron 6-3, les costó la clasificación. Esta vez, ni las lesiones fueron excusas: fallaron en todos los frentes.

El debut ofensivo fue un desastre. En su segundo pase, Tua Tagovailoa fue interceptado, y en la siguiente jugada fue capturado tras un blitz de Kenny Moore II. El balón suelto terminó en touchdown de los Colts pocas jugadas después. En total, Tua lanzó para 114 yardas con dos intercepciones, un balón suelto y fue capturado tres veces.

"Tenemos que mirarnos en el espejo y responder con humildad", declaró Tagovailoa. El entrenador Mike McDaniel fue más gráfico: "Nos dejamos llevar por las luces del primer partido y nos dieron una dosis de humildad. Esto nos puede hacer bien si sabemos responder".

Problemas estructurales

  • Miami apenas acumuló 211 yardas totales en ofensiva.
  • Tyreek Hill y Jaylen Waddle, su potente dúo receptor, sumaron juntos 70 yardas.
  • La única anotación vino tras una colosal jugada del corredor De’Von Achane en el último trimestre.
  • La defensa no forzó ni un solo despeje en las primeras siete posesiones de los Colts.

Y cuando finalmente lo hicieron, Matthew Judon cometió un error infantil al golpear al pateador, regalando una primera oportunidad que concluyó en gol de campo. Como resultado, los Dolphins se fueron al descanso perdiendo 20-0. Un golpe moral tan fuerte como el marcador.

Koo, el hombre del drama eterno

En Atlanta, el partido entre Falcons y Buccaneers fue de emociones cambiantes... hasta que Younghoe Koo falló lo que habría forzado la prórroga. Con dos segundos restantes y a 44 yardas, su intento quedó lejísimos del poste derecho. Victoria 23-20 para Tampa Bay y otra página amarga en el libro del veterano pateador surcoreano.

Koo viene de un 2024 terrible, en el que falló nueve intentos en 34 oportunidades, la cifra más alta de su carrera. Aun así, ganó una competitiva pretemporada frente a Lenny Krieg, quien ahora figura en el escuadrón de práctica.

“Tenemos que hacer esas patadas, son perfectamente realizables —dijo el coach Raheem Morris—. Siempre vamos a confiar en nuestros muchachos, hasta que la situación indique lo contrario".

El mariscal de campo Michael Penix Jr., pese al fracaso, respaldó a su pateador: "Confiamos en él. Cree en nosotros, nosotros creemos en él. Nadie gana o pierde solo".

El efecto dominó del error

Irónicamente, el pateador rival Chase McLaughlin también falló un intento de 44 yardas y un punto extra, pero al estar del lado del triunfo, sus errores se vieron opacados. La realidad es que ambos equipos evidenciaron inseguridad en los equipos especiales.

La derrota podría tener implicancias más allá del marcador. Koo se mantiene en la cuerda floja. "Evaluaremos todo. Siempre hay competencia", dijo Morris con tono indescifrable cuando le preguntaron si Krieg podría escalar al primer equipo.

Semana 1: la trampa de las expectativas

Los tres casos analizados comparten un denominador común: una intensa expectativa previa que se desmoronó ante la primera adversidad. No hay eliminación, no hay sentencia definitiva, pero sí varios síntomas reincidentes en franchises que, por lesiones, coaching o ejecución, siguen tropezando con las mismas piedras.

Como dijo el linebacker de los Dolphins, Jaelan Phillips: "Cada jugador en ese campo tuvo algo que necesita mejorar. No se trata de egos, sino de mejorar semana a semana".

La NFL, con toda su implacabilidad, no ofrece tiempo para reflexiones lentas. La presión por corregir el curso llega más rápido que los lunes. Porque como dijo McDaniel: "En esta liga, o te coronan o te destruyen".

Este artículo fue redactado con información de Associated Press