El adiós de Howard Stern: ¿el ocaso de una era en la radio y un síntoma de los nuevos tiempos?

El rey de todos los medios abandona súbitamente SiriusXM tras casi dos décadas. ¿Qué significa su salida para el futuro de la radio satelital?

Howard Stern, una figura legendaria en el mundo radial y uno de los responsables del auge de la radio satelital, ha dejado SiriusXM de forma abrupta. Su salida no solo marca el fin de una época, sino que también plantea preguntas inquietantes sobre el futuro de los medios tradicionales frente a las nuevas plataformas digitales. En este artículo, analizamos el impacto histórico de Stern en SiriusXM, sus momentos emblemáticos, y cómo su partida puede ser un espejo de la evolución de la industria del entretenimiento sonoro.

Del "shock jock" al entrevistador reverenciado

Howard Stern, hoy con 71 años, comenzó su carrera en la radio tradicional en los años 80, caracterizándose por un estilo irreverente, provocador y transgresor. Programas con strippers en el estudio, entrevistas subidas de tono y parodias políticamente incorrectas fueron la norma durante sus primeros años de éxito. Sin embargo, a medida que avanzaba su carrera, Stern fue madurando, hasta ser respectado como entrevistador, logrando momentos íntimos con estrellas como Lady Gaga y Bruce Springsteen.

En 2006, Stern firmó un contrato multimillonario con Sirius Satellite Radio, que cambiaría su carrera para siempre y redefiniría la industria radial. El acuerdo inicial, valorado en más de $100 millones anuales, incluyó libertad editorial total—a diferencia de sus días en la radio terrestre, donde tuvo múltiples enfrentamientos con la FCC debido a supuestas indecencias.

SiriusXM antes y después de Stern

Cuando Stern aterrizó en Sirius, la radio satelital era un experimento arriesgado. Con su llegada, la compañía experimentó un aumento exponencial en suscriptores y una explosión de notoriedad. En pocos años, Sirius (que después se fusionaría con XM) pasaría de una curiosidad tecnológica a un servicio con millones de usuarios leales.

  • 2006: aproximadamente 3.3 millones de suscriptores cuando Stern debutó.
  • 2025: 33 millones de abonados, aunque en descenso por primera vez en años.

Stern fue, por muchos años, el rostro de SiriusXM. Su canal exclusivo, su logo en la portada del sitio web, su impacto editorial, lo convirtieron en el alma de la empresa. El presidente de contenidos Scott Greenstein lo definió en 2024 como “irreemplazable”, y es difícil discutirlo.

Una salida que dejó más preguntas que respuestas

La abrupta ausencia de Stern el lunes, reemplazado improvisadamente por Andy Cohen, dejó a oyentes y trabajadores desconcertados. “Esto no iba a ser así, esto debía ser un pase de batuta más limpio,” dijo Cohen al aire. “Estoy improvisando.”

Durante semanas, la emisora había estado promocionando un gran anuncio. Algunos clips hablaban abiertamente de despido o cancelación: “¿Es realmente bye-bye Booey?”, decía un spot. Los rumores se intensificaron tras el retraso de Stern en reincorporarse tras su habitual receso de verano.

¿Fue despedido Stern? ¿Se retiró por voluntad? ¿Hay algo más grande detrás?

Las respuestas aún no están claras. Lo cierto es que su contrato de $500 millones, pactado en 2020 por cinco años, estaba en su último tramo. Stern había renovado en dos ocasiones previas, en 2010 y 2020. Pero esta vez no hubo anuncio.

Según Greenstein, Stern “es feliz pero puede parar cuando quiera, como muchos grandes artistas”. Un tono ambiguo. ¿Signos de desacuerdo? ¿Fatiga creativa? ¿O simplemente una jubilación silenciosa?

El cambio del panorama: ¿la caída de los titanes tradicionales?

Mientras el matiz de la despedida sigue sin definirse, lo que sí es evidente es la crisis que enfrenta SiriusXM. La empresa, otrora pionera, sufre hoy la competencia de plataformas gratuitas como Spotify, que ofrecen catálogos infinitos, podcasts originales y contenido personalizado. En el segundo trimestre de 2025, la empresa perdió 68,000 suscriptores, y 100,000 en comparación al mismo periodo de 2024.

Y aunque SiriusXM ha tratado de diversificar su talento –sumando nombres estelares como Trevor Noah, Kevin Hart, Stephen A. Smith y programas como “Call Her Daddy” o “SmartLess”– ninguno ha conseguido el impacto generalista e intergeneracional que Stern sostenía.

Stern no solo era contenido: era marca. Su archivo, su historia, su fanatismo generacional marcaban la diferencia. Todo eso podría desaparecer junto con él.

Un legado sin equivalente

Howard Stern, autoproclamado “Rey de Todos los Medios”, logró cosas que pocos conductores de radio pueden afirmar:

  • 20 millones de oyentes diarios en sus mejores años en radio terrestre.
  • 60 mercados distintos en los que se transmitía su show.
  • Un filme autobiográfico, “Private Parts” (1997), que fue un éxito de taquilla y crítica.
  • Varios libros superventas en la lista del New York Times.
  • Un paso por televisión como juez de “America's Got Talent” (2012-2015).

Más allá de sus controversias, Stern representó la transición entre la radio como espectáculo en vivo y el podcasting como contenido íntimo y profundo. Marcó el camino. O como dijo Cohen: “Él caminó para que nosotros pudiéramos correr”.

¿Y ahora qué para la radio satelital?

El reto para SiriusXM será redefinir su identidad en un paisaje en el que la personalización reina. Su fortaleza radica aún en sus derechos exclusivos con la NFL, la MLB, y otros shows premium, pero el aura de exclusividad impulsada por Stern quizás ya no sea suficiente.

La radio vive una revolución. Usuarios menores de 35 años consumen podcast en Spotify o Apple Podcast. Los altavoces inteligentes han convertido a Amazon y Google en portales de contenido sonoro. Y la monetización basada en publicidad programática vuelve a las plataformas gratuitas más atractivas financieramente.

¿Es la partida de Stern la campanada final?

Difícil de saber. Pero simbólicamente, lo parece. Howard Stern fue el símbolo de la radio “desatada”, libre de censura, multimillonaria y artística al mismo tiempo. Ahora que se apaga su micrófono, y sin un plan sucesor claro, queda la sensación de que una era ha terminado.

Una voz que siempre generó ruido

Nos guste o no, Stern marcó la cultura pop estadounidense durante 40 años. Criticado y aclamado a partes iguales, rompió moldes y dio voz a lo inaceptable para algunos y refrescante para otros. Su ausencia deja un enorme vacío y lanza una advertencia para cualquier medio que crea tener audiencias cautivas eternas: la lealtad no se hereda, se gana día a día.

En palabras del propio Stern, en una entrevista de 2015: “No vine a este mundo a ser amado... Vine a hacer ruido”. Y esa misión, sin duda, la cumplió con creces.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press