Gaza bajo asedio: lo que realmente está en juego en la última ofensiva israelí
Israel intensifica su ofensiva sobre Ciudad de Gaza mientras la comunidad internacional empuja por una tregua y un intercambio de prisioneros; miles de palestinos siguen atrapados sin un lugar seguro donde refugiarse
Un nuevo capítulo de destrucción en Gaza
La devastación de edificios de gran altura ha regresado con fuerza a Ciudad de Gaza. En los últimos días, el ejército israelí ha derribado múltiples torres residenciales, entre ellas un edificio de doce pisos, tras emitir advertencias de evacuación con 90 minutos de antelación. La razón oficial: supuesta presencia de infraestructura de vigilancia y explosivos colocados por Hamás.
Este método de ataque, conocido como "llamadas de techo" o roof-knocking, ha sido utilizado en múltiples ocasiones durante la guerra de casi dos años que devasta la Franja de Gaza. Aunque Israel afirma que estas acciones buscan limitar bajas civiles, los palestinos relatan una realidad completamente distinta: desplazamientos forzosos una y otra vez, sin acceso a lugares verdaderamente seguros.
El dilema humanitario: "Ya no hay dónde ir"
La situación de la población civil palestina es crítica. Las zonas designadas como "humanitarias" por el propio ejército israelí, como los campos de tiendas en el sur de Gaza, también han sido blanco de bombardeos anteriores. Las organizaciones humanitarias, como Médicos Sin Fronteras y Amnistía Internacional, han denunciado la imposibilidad de establecer zonas seguras reales bajo las condiciones actuales del conflicto.
Más del 70% de la población de Gaza ha sido desplazada al menos una vez desde octubre de 2023, según datos de Naciones Unidas. Muchas familias han sido forzadas a moverse hasta cuatro o cinco veces, llevando consigo solo lo que pueden cargar.
Jerusalén: otro foco de tensión
Mientras las bombas caían sobre Gaza, otro atentado sacudía la región. Dos atacantes palestinos mataron a seis personas en una concurrida intersección en Jerusalén, elevando la tensión en una ciudad ya dividida política y religiosamente. Este nuevo foco de violencia profundiza la crisis y complica aún más cualquier tipo de negociación entre las partes.
El atentado llega justo cuando proliferan los contactos diplomáticos para un cese al fuego, coordinados principalmente por Estados Unidos y Egipto.
La propuesta de tregua: ¿última oportunidad o repetición del fracaso?
El enviado especial estadounidense Steve Witkoff presentó a Hamás una propuesta para una tregua temporal y el intercambio de prisioneros. El plan incluye la liberación de todos los rehenes israelíes que quedan en Gaza a cambio de la excarcelación de 3.000 prisioneros palestinos, incluyendo algunos con cadenas perpetuas.
Además, el trato estipula la retirada progresiva de las fuerzas israelíes de la Franja, aunque sin garantías explícitas de finalizar completamente la guerra, algo que ha generado desconfianza en Hamás y otras facciones palestinas. "Necesitamos un compromiso claro y público de que el conflicto no se reanudará", expresó un alto representante de Hamás.
La declaración del grupo incluyó también una oferta inédita: entregar el control de Gaza a una "comisión de palestinos independientes" que administre el territorio en un proceso de transición que podría redefinir la política interna palestina.
Ni tregua ni victoria clara: una guerra prolongada y sin salida visible
Desde el inicio de esta escalada militar, Israel ha manifestado su intención de destruir completamente a Hamás. Sin embargo, expertos señalan que ese objetivo es casi imposible sin destruir también gran parte del tejido social y de infraestructura de Gaza. El costo humano de esta estrategia es enorme.
Más de 36,000 palestinos han muerto desde octubre de 2023, la mayoría mujeres y niños, de acuerdo con cifras del Ministerio de Salud de Gaza. Por su parte, Israel ha enfrentado más de mil muertes en conflicto, incluyendo civiles y militares, especialmente desde los ataques iniciales de Hamás contra localidades del sur de Israel.
Sin una solución política creíble, Israel se arriesga a prolongar indefinidamente su presencia militar en una región que no tiene cómo sostenerse humanamente ni reconstruirse a corto plazo.
La posición de Estados Unidos y la presión global
Según confirmó el ministro de Asuntos Exteriores israelí Gideon Saar, Israel acepta en lo fundamental la propuesta de Witkoff, aunque con ciertas reservas sobre su implementación.
El presidente Donald Trump llegó al punto de declarar que es su “última advertencia” a Hamás, presionando para lograr una resolución rápida. Sin embargo, los mediadores egipcios y qataríes, esenciales en cualquier eventual acuerdo, siguen negociando ajustes al borrador inicial del plan estadounidense.
¿Una solución viable o un nuevo ciclo de violencia?
Lo que está en juego no es solo la liberación de rehenes o el cese momentáneo de hostilidades. El futuro de Gaza, la credibilidad internacional de Israel y la posibilidad de un nuevo liderazgo palestino están entrelazados en este difícil momento.
¿Será la propuesta estadounidense el punto de inflexión hacia una paz razonable o simplemente otra tregua temporal seguida de más destrucción?
Mientras tanto, la tragedia humanitaria continúa y el sufrimiento de los más vulnerables se prolonga en una guerra que parece no tener final visible.
“Ya no tenemos casa, ni esperanza, ni lugar a donde ir”, dijo Ahmed, palestino desplazado por tercera vez, al canal Al Jazeera. Y el eco de sus palabras resuena en miles de gargantas silenciosas atrapadas entre dos fuegos.