La guerra cultural de Trump llega a Hollywood y West Point: El caso Tom Hanks
De premiado a 'destructivo': Cómo Tom Hanks se convirtió en blanco político y símbolo del enfrentamiento entre ideología conservadora y cultura progresista en EE.UU.
Un premio cancelado y una batalla ideológica
El actor estadounidense Tom Hanks, ícono de Hollywood y defensor de múltiples causas sociales, ha sido el centro de una nueva controversia política tras la cancelación de una ceremonia en la que se le otorgaría el prestigioso Premio Sylvanus Thayer de la Academia Militar de West Point. La decisión fue celebrada públicamente por el expresidente Donald Trump, quien acusó a Hanks de ser una figura "destructiva" y "WOKE".
Este hecho no es un simple desacuerdo sobre un premio. Representa un nuevo episodio en la creciente guerra cultural que se vive en Estados Unidos, donde personajes públicos, instituciones educativas y símbolos nacionales se convierten en terreno de disputa ideológica. En este artículo, analizamos el contexto, las implicaciones y lo que esta confrontación dice sobre el presente político del país.
¿Qué es el Premio Sylvanus Thayer?
Nombrado en honor a Sylvanus Thayer, conocido como el “Padre de West Point”, el galardón fue establecido en 1958 por la Asociación de Graduados de la academia. Se entrega a un ciudadano estadounidense que ejemplifique los ideales del lema de la institución: "Deber, Honor, Patria".
Entre sus ilustres receptores anteriores se encuentran el presidente Dwight D. Eisenhower, el general Colin Powell y más recientemente, Barack Obama en 2023. Esto hace que la selección de cada ganador lleve una carga simbólica y política importante.
¿Por qué fue elegido Tom Hanks?
Hanks ha sido uno de los rostros más representativos del cine patriótico moderno. Películas como Rescatando al soldado Ryan y Forrest Gump destacan valores como el sacrificio, la resiliencia y el civismo. Además, ha apoyado activamente a veteranos, al espacio americano (narrando documentales sobre la NASA), e incluso ha producido materiales educativos para la Casa Blanca.
En un comunicado de junio, el presidente de la Asociación de Graduados de West Point, Robert McDonald, declaró:
“Tom Hanks ha hecho más por la imagen del militar estadounidense y más por cuidar de los veteranos y sus familias que muchos otros ciudadanos.”
El giro político: ¿Por qué entonces fue cancelado el premio?
La ceremonia, previamente establecida para el 25 de septiembre de 2025, fue cancelada sin explicación oficial clara. Pero el trasfondo parece estar motivado por presiones políticas relacionadas con la actividad pública de Hanks y su postura política.
Hanks ha sido un firme defensor del Partido Demócrata. Ha apoyado públicamente las campañas de Barack Obama, Hillary Clinton y Joe Biden. Fue anfitrión del especial televisivo Celebrating America durante la toma de poder de Biden en 2021 y ha sido duramente crítico de Trump. En 2016, lo llamó un “egocéntrico charlatán”.
Trump y la cultura del “Anti-Woke”
En una publicación en su red social Truth Social, Trump celebró la cancelación:
“¡Gran movimiento! No necesitamos receptores destructivos y WOKE recibiendo nuestros premios más preciados.”
El uso del término “woke” se ha convertido en una herramienta retórica habitual entre políticos conservadores en EE.UU., una forma de referirse peyorativamente a movimientos o figuras progresistas que defienden causas de inclusión, justicia social y derechos civiles.
La cancelación del premio a Hanks no fue un hecho aislado, sino parte de una ofensiva más amplia. La administración Trump ha presionado para eliminar programas de diversidad en instituciones públicas, ha impulsado el retorno de iconografía confederada y ha criticado activamente las políticas inclusivas tanto en universidades como en el ejército.
West Point bajo presión política
La academia militar más influyente del país ha sido arrastrada al debate. Este verano, el Departamento del Ejército —bajo influencia republicana— inició una revisión de prácticas de contratación en West Point, eliminó más de una docena de clubes estudiantiles centrados en etnicidad y género, y devolvió una pintura del general confederado Robert E. Lee a la biblioteca de la institución.
La Academia, que hasta hace poco promovía la diversidad como parte de su modernización educativa, parece ahora estar retrocediendo hacia posturas más tradicionales bajo presiones políticas y mediáticas.
¿Es Hanks víctima de una caza ideológica?
Hanks representa lo que muchos consideran el arquetipo del estadounidense virtuoso. Su carrera ha estado llena de películas cargadas de valor patriótico, y ha sido una figura conciliadora durante eventos nacionales. Sin embargo, su activismo en causas sociales y su cercanía con líderes demócratas lo han convertido en blanco de quienes ven el progresismo cultural como una amenaza.
No es la primera vez que figuras públicas son castigadas por sus posiciones políticas. Desde deportistas hasta escritores, la polarización ha convertido la expresión ideológica en una espada de doble filo. Un premio que debería reconocer logros y valores personales termina convertido en un instrumento de lucha partidista.
Tom Hanks, la cultura pop y la política
Más allá de su activismo, Hanks también ha sido figura clave de la cultura estadounidense. En 2023, dio el discurso de graduación en Harvard donde advirtió sobre “la tergiversación de la verdad por quienes ocupan cargos de poder”. Recientemente, interpretó una parodia de un seguidor trumpista en el especial del 50º aniversario de Saturday Night Live, lo que generó burlas y críticas desde sectores conservadores.
En una época donde los símbolos importan tanto como las políticas, Hanks ha pasado de ser símbolo de unidad nacional a chivo expiatorio de la división partidaria.
La militarización de la cultura y la cultura en lo militar
La cancelación del premio a Hanks pone de manifiesto cómo las instituciones armadas no son ajenas al debate cultural. Mientras sectores como West Point históricamente han sido neutrales o incluso progresistas en sus reformas internas, hoy parece que están siendo arrastradas hacia una politización sin precedentes.
Según el historiador de políticas militares, Jason Dempsey, exoficial del ejército y autor de Our Army: Soldiers, Politics, and American Civil-Military Relations, “intentar forzar a la cultura militar dentro de una visión política particular amenaza su profesionalismo y efectividad”.
Una encuesta realizada en 2023 por Military Times reveló que el 45% de los miembros en servicio activo consideraban que su institución estaba demasiado influenciada por la política.
¿Un futuro polarizado para el reconocimiento público?
Lo ocurrido con Hanks en West Point abre la interrogante de si los reconocimientos por mérito serán medidos próximamente por criterios estrictamente partidarios. ¿Puede un artista progresista aún ser celebrado por instituciones militares? ¿Puede un intelectual conservador recibir un premio cultural sin rechazo?
La tendencia actual parece direccionarse hacia un tribalismo político acelerado, donde incluso los actos simbólicos como un premio, una ceremonia o una pintura generan movilizaciones ideológicas intensas.
Reflexiones finales
Tom Hanks, más allá de su fama, representa un espejo de los valores nacionales como integridad, deber y humanidad. Cancelar su premiación no es un hecho trivial. Es una declaración de ideales en disputa, de un país que lucha no solo por políticas, sino por definir su identidad profunda.
La cultura y la política están más entrelazadas que nunca, y será el ciudadano común quien defina si este será un futuro de exclusión simbólica o de reconocimiento plural. Mientras tanto, el mensaje parece claro: hasta los premios ya no son neutrales en el Estados Unidos de hoy.